LOS INSOPORTABLES DESCENDIENTES (5)

Pero no todas las parejas estaban tan felices como ellos , Santiago seguía tratando de ubicar a su escurridiza Natasha, había movilizado a casi todos sus hombres, estaba frustrado entre el trabajo, la angustia y el vacío que sentía por la ausencia de su amada, se sentía agobiado y tenso, a veces se emborrachaba solo en su nido de amor, mientras lloraba abrazando una pijama de su amada Natasha.

Le había pedido a su padre que convenciera a su tío Nash de darle la ubicación de su amada, pero su terco suegro se negaba a ayudarlo, le decía que esperara dos meses y Santiago solo se molestaba más, no entendía por qué ese estúpido plazo y porque sufrir un castigo injusto de parte de su amada.

Todos los días, religiosamente esperaba a Nash afuera de su casa y recibía la misma respuesta, pasó un mes en esta misma rutina, hasta que se dio por vencido y decidió que solamente treinta días ya no eran tanto y decidió continuar con su vida, pero extrañando a su princesa.

Mientras tanto, La mantis fantasma, estaba a mitad de su trabajo de espionaje, pero se sentía arrepentida de haber aceptado este trabajo, tenía muchas ganas de regresar a los brazos de su amado y ahora debía cumplir con su misión hasta el final.

Tres parejas en totales se encontraban en conflictos, pero Natasha y Santiago estaban a solo treinta días de comerse a besos y disculparse por todo lo sucedido, mientras las otras dos no tenían tanta suerte.

Nicolás, seguía deprimido por el supuesto compromiso de Alexandra, tanto así que había decidido aceptar la cercanía de Aurora, lo que llegó rápidamente a oídos de Alexandra, al parecer Aurora se había encargado de esparcir la noticia por todo el clan y los supuestos adultos estaban más que complacidos, aunque Dalia y Deimon, estaban preocupados al igual que Dayanne que estaba al tanto de que ese hombre era el amor de la vida de su hija.

Mientras tanto, en Dubái una pálida y ojerosa Stefany trataba de calmar a su mejor amiga que se había convertido en una fiera, lanzando todo a su alrededor, Alexandra estaba fuera de sí, sabía que al Nicolás comprometerse con Aurora, ya no había esperanzas para su amor,

__Tranquilízate Alex, ambas decidimos dejarlos atrás, ¿lo recuerdas?, tú decidiste dejarlo y hacerle creer un estúpido compromiso con Alexis, Nicolás tenía todo el derecho a hacer lo mismo.

__ tienes razón, pero ~como le explico a este estúpido corazón que no debe sangrar de esta forma, que no debe romperse así? .

__ ay amiga, al parecer estamos destinadas a sufrir por amor, ay Alexandra cálmate que entre tú y estas náuseas me están volviendo loca.

__ ¿Serás que estás embarazada? _preguntó Alex

__ Te mato,

__ ¿y a mí por qué?

__ porque eso significa que tu pastilla no funciono.

__ bueno, amiga me imagino que algún margen de error debe existir.

__ Cállate idiota, no me ayudas

Ambas amigas decidieron cambiarse y bajar a la piscina del hotel, mientras tanto Stefany veía en el grupo de su familia una foto de su amor con su nueva conquista, una caza fortuna la llamaba el clan de amigos, pero Dimitri Jr, parecía no querer escuchar las opiniones de los demás, todos decían que la mujer lo tenía embobado.

Pero en realidad, era su manera de castigar al clan por su supuesta negación a dejarlo amar a Stefany cuando en realidad, nadie del clan sabe que un amor prohibido lo invade y lo quema en su interior lentamente.

Mientras tanto en Dubai…

Alexandra comenzó a ver a Stefany más pálida de lo normal, decidió encargar a la farmacia del hotel una prueba de embarazo, aprovechando que su amiga estaba distraída con el teléfono, aunque en realidad los ojos de Stefany estaban rojos de la rabia, tanto amor que le profesaba el idiota y ahí estaba posando con cara de tonto enamorado con la trepadora esa, pero sobre su cadáver Dimitri Jr, estará con otra mujer qué no sea ella, no se había dado cuenta de que estaba perdidamente enamorada de su hermano, hasta que lo ve sonriente con esta estúpida payasa de circo.

O es con ella o solo, aunque ya ella no ve tan imposible que puedan estar juntos, no cree que el infierno arda más de lo que ardieron sus cuerpos al fundirse en uno solo.

A los pocos minutos, su amiga la sacó de sus pensamientos.

__ levántate y ve al baño de una vez.

__ ¿qué es esto?, ¿estás loca?

__ loca de felicidad de pensar que pueda tener un pequeño sobrino entre mis brazos, _ decía Alexandra mientras reía y mecía sus brazos como acunando a un bebe.

Stefany, decidió ignorarla, tomó la prueba de embarazo y fue al baño, en el fondo ella también quería saber si su amor le había dejado sembrado un fruto del pecado en su vientre.

A los pocos minutos salió del baño, estaba pálida, no podía pronunciar ninguna palabra, Alexandra terminó de acercarse a ella y le quitó la prueba de las manos, sonrió al ver el resultado un hermoso positivo había llegado a la vida de su mejor amiga.

Aunque ella desconocía que su amiga estaba muerta del miedo al reflexionar que su niño pidiese venir con problemas congénitos, Stefany solo le dio una sonrisa forzada y se fue a cambiar necesitaba ir a la iglesia, solo le pedirá perdón a Dios y también encontrará la valentía que necesitaba.

Pero de algo estaba segura y era de que ella romperá el patrón, ella no pasará su embarazo si el padre del niño no podía estar con él, estaba segura de que el " tío" Dimí si.

Salió rumbo a la iglesia y de ahí, se fue a la habitación a recoger su equipaje, por supuesto que Alex se iría con ella, habían jurado estar juntas en las buenas y en las malas y ahí sería.

Pero Stefany le insistió en que se quedara, ya que sabía que su amiga no soportaría la relación de Nicolás y Aurora, además que Stefany deberá lucir sola y desamparada para que su hermano sienta la necesidad de protegerla.

Ambas amigas despidieron y Stefany comenzó su viaje, dejaba la tranquilidad de Dubái para enfrentar la tormenta en Chicago, pero su hijo tenía el derecho de crecer junto a su padre, además ella se encargaría de salvar a “su hermano” de las garras de la trepadora, pero primero se quedaría unos días en el Pent-house donde vivía anteriormente esperando el momento indicado para hacer su inesperada aparición. Los días se convirtieron en semanas y pasó un mes completo, ya el viento traía buenas nuevas.