No Entres En El Bosque

^^^Charlotte Allen ♡ 16 años.^^^

—Creo que fue una mala idea aceptar esto.—Habló Asher con la respiración entrecortada.—¿Al menos podrías quitarme la venda de los ojos?

—No.—Rechacé.—Mañana inicia un nuevo año escolar y necesito disfrutarte ahora o no podré resistir 8 horas diarias sin ti.

Domingo, dulce domingo.

Hoy nuestros padres no se encuentran en casa y ahora puedo tocar cuanto guste de mi hermoso y amable hermano.

—Intenta relajarte.—Aconsejé mientras dejaba pequeños y cortos besos en su cuello y con una mano bajaba el cierre de su pantalón.

Asher se estremeció y soltó un excitante quejido cuando tome su intimidad entre mis manos.

—Espera, Charlotte..—Puso sus manos sobre las mías intentando detener el movimiento que estaba haciendo para estimular su miembro.

—Estás actuando realmente adorable, hermano.—Susurré en su oído.—¿Estás más sensible porque no puedes ver nada?.—Pregunté aún en su oído para lamerlo luego y dejar un beso en su clavícula.

Recorrí su cuerpo con calma, dejando húmedos besos en su torso al descubierto y con mi mano derecha mantuve el ritmo de arriba hacia abajo, tal como le gustaba a Asher, tal como me había enseñado hace un año.

—No tendré piedad contigo la próxima vez.—Anunció Asher con la respiración agitada.

—Espero que no la tengas.—Respondí.—Me gusta cuando me haces rogar.

Cuando vi que Asher no duraría más sin venirse, fue cuando hice un cambio, alejé mi mano de su intimidad y puse mi boca en su lugar.

—¡Hgm! Haa..Charlotte.—Puso sus manos en mi cabello y tiró de este para alejarme.—Voy a..ahh espera, saca tu rostro..—Pidió entre espasmos.

Obviamente, no obedecí y tuve que recibir todo su líquido espeso y blanco en mi boca.

—Cof, cof.—Comencé a toser.

—Idiota, te dije que te hicieras a un lado.—Asher tomó asiento en la cama y se quitó la venda que cubría sus ojos.—¿Estás bien?.—Preguntó haciendo una mueca.

—Cof, cof.—Seguí tosiendo hasta que finalmente mis pulmones comenzaron a recibir el oxígeno.—Cof jaja.. Dios jaja y pensar que llegaría el día en el que me ahogue con los fluidos de mi hermano.—Comencé a reír.—¿Qué más debo añadir a mi lista del porqué tengo un pase vip al infierno?

Asher limpió mi boca con su pulgar y estaba hermosamente avergonzado por mi causa.

—No imaginaba que harías esto cuando ofreciste la idea de vendar mis ojos.—Mencionó.

—¿Qué más podría querer hacer cuando tenía tu cuerpo a mi disposición?—Pregunté.—Vamos, acepta que lo has disfrutado.

—No he dicho lo contrario.—Beso mi frente.—Vamos a tomar un baño.

—¿Juntos?

—Tal vez.—Lo pensó.—¿Deberíamos?

–Deberíamos poder.—Asentí con la cabeza.—Han pasado años desde la última vez que compartimos un baño juntos.

Asher me sonrió y levantó mi cuerpo al estilo princesa para llevarme consigo al cuarto de baño.

—Siempre lo supe.—Susurré lo suficientemente alto para ser escuchada por él.

—¿Qué cosa?

—Tu papel siempre fue ser el valiente caballero y no aquel dragón que debía comerse a la princesa.

—¿Eso crees?.—Preguntó y yo asentí.—Entonces creo que no sabes que haré ahora en la bañera.—Sonrió.

—¿Qué harás?.—Pregunté de forma coqueta.

—Te comeré.—Respondió.

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