Una Boda Por Conveniencia

Llegue a la empresa muy enojada, jamás pensé que Julián me saldría con algo como eso. Me pareció injusto que me hable de ese modo, yo no era consciente de los sentimientos de mi amigo y tampoco soy responsable de ello, siempre lo traté con respeto y no le di ninguna esperanza de llegar a ser algo.

"¿Por que tenes esa cara? ¿Tan mal te fue en la universidad?" Mi esposo entraba a la oficina con dos tazas de café y con una ceja levantada.

"Si, así de mal. Ni siquiera llegué a hablar con alguien, solo me crucé con Julián y se fue todo a la mierda. No tiene importancia ahora ya que no voy a volver, después de todo no voy a tener el tiempo suficiente para hacer todo"

El solo sonrió y me dejo en frente la taza de café.

"¿Por fin dejo en claro sus sentimientos?" Yo lo miré y recordé el día que nos casamos y nos íbamos de luna de miel.

(Si está enojado es por dos motivos, uno, está enamorado de vos y dos, no tuvo el coraje de decírtelo y ahora ya es tarde)

"¿Como supiste que me dijo eso?"

"Mi amor, yo no tendría como mejor amiga a una mujer tan hermosa y tan linda como vos sin estar enamorado. Es una pena que no haya tenido el valor de decírtelo antes de que nos casemos, quizás hoy tu vida seria otra o al menos no estarías a ciegas"

"No hubiera cambiado nada Demián, a mi nunca me paso nada con el, mi cariño era solo de amistad, nos conocemos desde muy chicos y me sorprendió la manera en la que me lo dijo, estaba enojado y dolido. Lo que más me molesta es la forma en la que me hechó en cara que ya no tenía tiempo para el ni para estudiar. El no tiene idea de todo lo que tuve que pasar en estos meses"

"No te preocupes, el va a querer hablar con vos después de que se calmen sus nervios. No me gusta nada, ya sabes, ahora sos mi mujer y no me hace ninguna gracia que un tipo enamorado esté dando vueltas. Soy un hombre celoso Agos, muy celoso"

Le sonreí y mi ánimo poco a poco comenzó a cambiar. Demián se acercó a mi y me besó, esa clase de beso que te dice que está todo bien y que estaba conmigo.

"Tu papá nos invito a cenar esta noche, nos vamos de acá a las 6 y no quiero llevarte en mi hombro hasta el auto. Las cosas están bien en la empresa y no es necesario que trabajes tanto"

"No tengo ninguna duda de que me llevarías como una bolsa de papas en tu espalda, ya lo hiciste antes"

"Si, y después te dije lo mucho que te amaba" Extraño mucho esos primeros días juntos.

"Yo te amo más"

Las horas pasaron volando, había terminado de firmar unos papeles cuando Demián volvía a entrar a la oficina.

Mi padre, (Que raro suena esto) Había preparado la cena para los tres, hablamos de todo un poco, bebimos un vino exquisito y después nos sirvió como postre un Flan de vainilla casero con mucho caramelo. Amaba ese tipo de postres pero por alguna razón me dio un poco de asco.

"Gracias papá, pero yo paso"

"Pero lo hice especialmente para vos, se lo mucho que te gusta el flan casero"

"Ya estoy satisfecha, además estoy muy cansada, tuve un día muy largo. Creo que ya es hora de volver a casa"

"Esta bien hija. No hay problema yo me voy a comer todo esto, también es mi favorito" El me dio una de sus tiernas sonrisas y Demián y yo volvíamos al auto.

El viaje a casa fue en silencio, Demián cada tanto me miraba pero no decía nada, al menos hasta que llegamos a casa.

"Estas pálida. ¿Querés que llame al médico?" Estaba preocupado

"No, solo necesito dormir, estoy cansada" Mi esposo no estaba muy seguro de eso pero me hizo caso, nos acostamos a dormir y me sentí mejor.

Al otro día a la mañana abrí los ojos y todo mi estomago estaba revuelto, sentía un malestar terrible, salí de la cama y fui corriendo al baño. Vomite nada más que bilis, fue asqueroso. Demián entraba muy preocupado, sostenía mi pelo y daba masajes circulares en mi espalda.

"¿Estas bien? No me importa lo que pienses, vamos a ver a un doctor"

Lo miré con recelo, no era para tanto, había pasado por mucho y todo lo que comía generalmente me caía mal. Son los nervios.

"No hace falta, estoy estresada y la comida me cae mal. Es eso"

"Está muy bien que pienses que no es nada, pero yo me quiero quedar tranquilo" Me ayudo a ponerme de pie y fue ahí cuando mi mundo se puso patas para arriba y mi vista se oscureció.

Desperte unos minutos después en la cama, Demián Lucía pálido estaba asustado, me daba golpecitos en las mejillas.

"Nos vamos a la clinica"

Solo con una bata y pantuflas me subió al auto y a velocidad prudente, pero rápido me llevo al hospital.

"Estas exagerando"

"Puede ser, pero no sos de enfermarse, al menos en todo el tiempo que estuvimos juntos ni siquiera sufriste por un dolor de ovarios. No es normal desmayarse, deberías saberlo"

Se estacionó y me bajo del auto en brazos hasta que alguien nos vio entrar y me ofreció una silla de ruedas.

"Se desmayó y antes de eso vomitó mucho"

"Esta bien señor, enseguida la van a atender. Usted puede registrarla mientras ella espera a ser llamada, por suerte no hay nadie aún y solo hay dos personas adelante de tu esposa" La enfermera era amable y hablaba con tranquilidad, mi esposo en cambio era una bola de nervios.

Firmó los papeles y volvió a mi lado. No me había dado cuenta de que el estaba con el pantalón de su pillama, una remera y descalzo.

"Estamos muy presentables esta mañana" Le dije tomándolo de la mano.

"Soy un hombre sexi aunque este en pillama" Saco su celular y llamo a su madre para pedirle ropa para los dos. Una hora después mi suegra llegaba con un bolsi con ropa. Nosotros esperábamos el resultado de algunos análisis que me habían hecho.

"¿Qué le paso? Pregunto a su hijo, también estaba preocupada"

"Se despertó descompuesta, vomitó y después se desmayó"

Mi suegra sonrió, era una sonrisa muy marcada ya que parecía transmitir felicidad.

"Ya se que es lo que te pasa mi amor, no te preocupes, sospechaba hace unos días por el color rosa en tus mejillas pero esto me lo acaba de confirmar. Estás embarazada" Se acercó a mi para abrazarme y darme un beso en la frente.

Imposible, yo menstrue... Mierda.

"Mamá, no lo sabemos y si llegara a estarlo los análisis nos lo dirán"

Esta bien hijo, acá está la ropa que me pediste. El me dejo unos minutos con mi suegra y fue a vestirse al baño más cercano a nosotras, después fue mi turno.

"Porque para vos un Jean y camisa y para mí este vestido azul y feo"

"El vestido es lindo, pero si tenés que quedarte lo mejor es que estés cómoda" Dijo ella.

Demian solo sonreía, y tenía razón esto era mejor que mi pillama de Star Wars y la bata de baby Yoda.

"Gracias por traernos nuestras cosas suegra"

"Agostina Novacci" Dijo una mujer unos metros detrás nuestro.

Mi esposo y yo nos pusimos de pie.

"Entren por favor" Nos sentamos en unas sillas frente a un escritorio y esperamos a que nos diga que es lo que me pasaba.