Mitológico Amor

Todo estaba perfectamente dispuesto, grandes arreglos florales adornaban el pasillo de la inmensa catedral, una delicada alfombra roja era la guía hacia el altar donde miles rosas blanca eran esparcidas como nubes.

Un centenar de invitados ya estaban en sus lugares y sonrieron felices al ver al novio ocupar su lugar eso solo significa que la ceremonia daría inicio

Joshua observo el lugar, sus ojos grises no irradiaban la emoción de un futuro esposo enamorado, pero pronto cambio la expresión al ver a su Abuelo Thomas levantando una ceja con el rostro amenázate, eso basto y forzó una sonrisa.

En ese preciso instante Patrick se acercó al mayor y hablo muy cerca del oído, este asintió y se puso de pie siguiendo al abogado, Joshua solo entrecerró los ojos curioso

La marcha nupcial comenzó a sonar y todos se pusieron de pie

-Vaya esa mujer sí que es sensual- hablo Andrew que también acompañaba al novio en el altar junto con Dorian,

-Sera mejor que mantengas tu bragueta cerrada, esa es mi futura esposa- hablo Dorian viendo a Eris caminar con el elegante vestido de dama en medio del pasillo.

-No puedo entender como te puede gustar esa mujer, no está bien de la cabeza – mascullo el empresario y sus ojos se centraron en la morena que lo vio desafiante

Eris dio pasos firmes moviendo sus caderas con elegancia y rodo los ojos cuando vio aquel rubio pícaro arrojarle un beso

-Un bastardo hormonal, pero guapo el condenado- pensó para si

Paula siguió con delicadeza a Eris detrás, ella era completamente lo opuesto a la morena, pero también gozaba de una graciosa belleza,

Fénix tomo el ramo que le fue entregado por la organizadora, y lo vio detenidamente, sintiendo un nudo en el estómago.

"Tranquila cariño tu puedes"- oyó como una dulce voz femenina le susurrara al odio\, junto a una brisa con aroma a rosas que elevo ligeramente los mechones rojos que caían al costado de sus mejillas. Solo por ese instante sintió una extraña paz\, y sin asurarte entendió que estaba junto a ella en ese preciso momento. -

Mamá-

Camino lentamente hasta posicionarse delante de la alfombra y su vista recorrió los rostros de aquellos invitados que la veían expectante, ni una cara era conocida y aunque deseaba correr el solo deseo de ver a Bastián la armo de valor.

-¡¡Por Dios!! creo que se quedaron cortos cuando dijeron que tu futura esposa era bella- hablo entusiasmado Andrew viendo a la novia en la entrada

Joshua no se había percatado pues estaba en una guerra de miradas con la morena que lo veía a un costado del altar.

Giro y se posaron en aquella perfecta figura, pero pronto inclino la cabeza al notar que ella estaba sola, observo entre la gente y los Connor simplemente habían desaparecido

Nadie la escolta-se preocupó solo por unos segundos y luego se regañó mentalmente, no debía sentir pena por esa mujer, solo desprecio absoluto.

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Fénix respiro y cuando dio el primer paso una mano sostuvo su delgado brazo

-¿Querida me darías el honor de escoltarte hasta el altar?- Hablo Thomas viéndola con ternura, aunque por dentro solo deseaba buscar a Ronald y hacerlo pagar por despreciar a tan preciosa joven

-Señor Thomas- la voz de Fénix salió quebrara y las lágrimas se hicieron presentes

-Oh no llores, estas muy bella- rápidamente seco aquellas lagrimas como si de un padre se tratara y envolvió el brazo de la pelirroja en el suyo

-Es hora de que sea mi nieta con la bendición de Dios. -Y a paso firme avanzo con la joven

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Debo aceptar es buena jugando, ya tiene a mi abuelo en sus manos- sonrió de costado

Por más molesto que se sentía Joshua no puedo evitar verla y no sentir como su corazón latía acelerado, aunque quisiera disimular.

Fénix caminaba con sutileza, y asentía al ver como los invitados festejaban su belleza, un elegante vestido corte sirena acentuaba sus curvas, el escote corazón era sensual sin mostrar demasiado y la pedrería que adornaba el mismo no era abundante, pero irradia la perfecta luz iluminado las mejillas rosadas de ella.

Joshua la observo detenidamente recorrió desde los perfectos pechos apretados por el corsé hasta la delgada cintura que daba inicio a una perfecta cadera redonda, se moría por ver como el vestido ajustaba por detrás pues la vista del frente era más que alentadora

Para cuando termino de verla ella estaba con el abuelo junto a él.

-Te entrego esta bella mujer, protégela y respétala- hablo con firmeza Thomas viendo fijamente a su nieto, este solo asintió y Fénix con temor permitió que su futuro esposo la tomara de la manos-

Joshua disfruto del cálido contacto, sintió como su cuerpo se inquietó y sus sentidos se alborotaron al percibir el suave a aroma a coco y vainilla.

La ceremonia comenzó, frente a la mirada atenta de los invitados, los votos no se realizaron de aquella manera romántica que Fénix siempre deseo, simplemente fueron recitados por el sacerdote y pudo sentir la molestia del empresario al decir, Si, acepto.

Luego fue el turno de ella y con gran valentía decido que este sería su destino y sin más lo acepto.

El hombre dio la bendición y aquellas palabras que ambos temían por diferentes motivos resonaron en le lugar

-Ya puede besar a la novia

Fénix se encontró con aquellos ojos grises que la veían diferente, pero decidió alejar esos pensamientos- cuando la mano de él tomo sus mejillas

Joshua estaba ansioso por probar aquellos labios que parecían ambrosia desde la última vez que los tomo y sin más se acercó a besarla

Un lento y prologando beso que provoco mil emociones en ambos-

Suéltala-se gritó a si mismo mentalmente, pero antes de alejarse dejo salir su veneno con la sola idea de que no permitiría que esta mujer lo consumiera mas

-Al parecer ni tu familia te quiere, pues prefirieron abandonarte a tu suerte- sonrió arrogante a muy pocos centímetros del rostro de Fénix que lo vio aturdida luego de aquel beso. Pero esta, desvíos sus ojos para no verlo, con tanta suerte que diviso los dos puntos rojos en el cuello del hombre, recordando la noche anterior, y rio complacida.

Joshua se alejó al verla reír sin entender y enfureció, es que parecía que sus intentos por hacerla sufrir no eran suficiente, con desagrado tomo las mano de ella y camino por el pasillo hasta encontrarse con los invitados que arrojaban arroz y le dedicaban bendiciones.