La Hija Del Villano

–No soy débil– replicó Gabriel, defendiéndose de la mirada de Shao. Pero sabía que Shao tenía razón en decir que Elena se enojaría si hacían algo.

–No pareces muy fuerte, apuesto a que apenas puedes levantar un palo de entrenamiento– respondió, disfrutando de provocarlo un poco.

Gabriel, sin querer dejarse amedrentar, alzó la barbilla y apretó los dientes, decidido a mostrar una imagen más valiente.

–Soy capaz de levantar mucho más que un simple palo– respondió con voz firme y enfadado, incluso si internamente se sentía inseguro.

–Oh, ¿en serio? ¿Y qué más puedes levantar?– respondió Shao con un tono escéptico, cruzando los brazos y ladeando la cabeza, tratando de irritarlo aún más.

Gabriel respiró hondo, intentando controlar su temperamento y las ganas de probar lo que podía hacer. Su orgullo estaba en juego.

...****************...

Mientras tanto Elena miraba a sus hermanos y padre.

-en serio no hicieron nada.

-Lo sabemos, pero que me digas si te dijeron algo- respondió Weilong.

-Si, me dijeron que un comprador pidió secuestrarme, lo iba a conocer en unas noches dijo el jefe de asesinos del loto rojo

-¿Quién le dice esa información a una niña?, pero me alegro, ahora atraparemos al jefe de asesinos y le sacaremos información de quien mandó a secuestrarte- dice Tristán.

-pero me dijo que el cliente trajo una máscara- respondió Elena mientras le daba un caramelo a su padre-así que no podrá decirles– dice con una vos infantil

Song Yue comio el caramelo– ¿tuviste mucho miedo cariño?

–mucho miedo, pero mi hermano me enseño lo básico de pelear y me ayudo mucho- mientras revisaba con el sistema a su padre [el sistema aún detecta veneno, pero menos que antes en el paciente Song Yue] (me alegro pero debere averiguar quien quiere secuestrarme, quien quiere envenar, enloquecer a mi padre y hermano) pensó Elena mientras lo hacía.

Song yue sonrío ante la inocencia de su hija, acariciando su cabello con cariño.

-Estoy orgulloso de ti por defenderse, has sido muy valiente. Pero a partir de ahora tendré a mis hombres protegiéndote- Dijo con una sonrisa tranquilizadora.

-¿Qué? Pero tengo a mis hermanos para protegerme- dijo mientras pensaba (si tengo guardias alrededor no podre averiguar sobre los culpables)

-No cariño, nosotros también necesitamos trabajar y descansar. Además, estos soldados serán más aptos para tu protección.

Dijo Weilong, mientras acariciaba el brazo de ella con cariño. Él siempre la consideraba frágil, incluso en situaciones como esas.

Elena hizo un puchero, pero no discutiría, sabía que la palabra de su padre era una orden. Asintió con desgana, suspirando levemente.

-De acuerdo...- al final ella accedio. (bueno puedo tener a los guardias por un tiempo, además que seguramente me pondrán a las sombras, según en la novela tenían esas personas de alto nivel, eran como espías guardias, en realidad eran de élite)

-Es por tu seguridad, te lo prometo, ellos te cuidaran bien, ahora ve a descansar-

Tristán acarició la mejilla de su hermana, intentando darle tranquilidad. Aunque su expresión reflejaba la gravedad de la situación, no podía evitar preocuparse por ella. Los recientes sucesos habían sido una pesadilla que deseaba olvidar pronto

-Bueno- ella se bajó del regazo de su padre y salió de allí cerrando la puerta

Song yue observo la puerta con preocupación. Su instinto protector despertó nuevamente. Aunque sabía que hacía lo mejor para su hija, no podía evitar sentirse inquieto. Volvió la mirada hacia sus hijos, quienes también estaban preocupados.

-Necesitamos averiguar quién está detrás de esto. Elena podría estar en peligro- en un tono grave, mirándolos con seriedad

Weilong asintió con decisión. Su expresión se volvió seria y determinada. -Estoy de acuerdo. Es necesario encontrar al responsable de todo esto, y asegurar la seguridad de Elena.

Tristán también asintió, mostrando la misma preocupación. -Tendremos que investigar en silencio, no alertar a quien esta detrás de nosotros. Cualquier pista puede llevarnos a descubrir quién está detrás de todo esto.

Los tres compartieron una mirada, una silenciosa promesa de proteger a Elena a toda costa

...****************...

Los guardias observaban la breve discusión, sin intervenir. A pesar de ser niños, notaban la tensión entre los dos, y sabían que no era apropiado entrometerse por el momento. Además, el hecho de que uno de ellos era empleado de Elena les daba a entender que cualquier problema entre ellos se resolvería pronto, ya que ella probablemente aparecería pronto para controlar la situación.

La discusión entre los dos niños continuaba, y Shao disfrutaba cada segundo de la irritación que provocaba en Gabriel. Sus palabras mordaces seguían saliendo de sus labios sin piedad.

–Estoy seguro de que incluso yo podría vencerte en una pelea, príncipe mimado– dijo Shao con una sonrisa burlona.

El rostro de Gabriel enrojeció de rabia ante las palabras de Shao. No podía soportar que lo llamara príncipe mimado y sugiriera que incluso él podría vencerlo en una pelea.

–¡Eso es mentira! Puedo demostrar que soy más fuerte de lo que crees– replicó con enojo, su mano apretando en un puño para controlar su impulso de lanzarle un golpe.