DESTINADA A UN ALPHA

Durante todo el día Rafael estuvo agobiado cubierto de papeles y trabajo por donde quiera que fuera, hasta el punto en que no le dio tiempo si quiera de comer bocado hasta pasado el mediodía, a pesar de haber respondido un sinfín de llamadas no se había tomado el tiempo de revisar su teléfono hasta ese corto momento, al hacerlo vio un sinfín de llamadas de su madre, entre todas las responsabilidades había olvidado comunicarse con ella.

Su descanso se había vuelto tan corto que se levantaba apresurado cada mañana apresurado sin dejarle tiempo de una llamada personal, por otro lado, llegaba muy tarde a su departamento y no pensaba más que en ir a la cama, la hora tampoco era la más apropiada para comunicarse con una mujer que apenas podía quedarse despierta hasta las nueve de la noche, dejando como conclusión una carga de conciencia por haber desatendido de tal forma a su madre.

Marco el número de su madre, comenzó a repicar, al tercer repique y sin que la mujer contestara, le entro una llamada de la nueva empresa, algo que obligatoriamente debía atender ya que él, era el gerente.

-          Buenas tardes señor – le dice la asistente que le designaron.

-          Buenas tardes Ana ¿sucede algún problema? – le dice de forma amable, deseando que el motivo por el cual la mujer lo estuviera llamando no fuera algo problemático.

-          La documentación para la contratista no ha sido firmada, los trabajadores no han comenzado debido a este problema – le informa la mujer

-          Oh, entonces envíemela por correo electrónico, la leeré y firmare en este mismo momento – le dice viendo que no tendría tiempo de comer tranquilo.

-          Entendido señor, se la enviare en este momento – le dice la mujer antes de colgar la llamada.

Al instante Rafael recibió el correo con la documentación, la leyó de forma detenida y pausada, luego de verificar que todo estuviera en correcto orden, le pidió a su secretaria que la imprimiera, la firmo y luego la mujer escaneo el documento firmado y lo envió nuevamente al correo.

Cansado vio la hora, dándose cuenta de que estaba justo para la reunión con el personal de proyecto de Bentric, en ese momento recibe una llamada de su secretaria.

-          Señor, tiene una reunión en cinco minutos, el personal ya se encuentra en la sala de reuniones – le dice la mujer

-          Si, dígales que iré enseguida – le dice levantándose y colocándose su saco.

Salió de su oficina dejando su comida sin terminar, le pidió de favor a su secretaria que limpiara su escritorio, salió hacia el pasillo y camino hacia la sala de reuniones, al entrar se dio cuenta de que ya se encontraban todos esperando por él.

De esa forma continuo toda la tarde hasta la hora en que todos los empleados se marcharon, dejándolo a él solo con todos los documentos que debía verificar dada su nuevo cargo en la otra empresa, al cabo de unas horas decidió que era hora de ir a casa, tomo los documentos faltantes y los metió dentro de su maletín de trabajo, los revisaría antes de ir a dormir para tener todo listo al día siguiente.

La oficina estaba oscura, la poca luz que iluminaba el lugar era tenue, algo a lo que Rafael ya estaba acostumbrado ahora, salió hacia el pasillo y bajo por el ascensor hasta llegar al estacionamiento, busco su auto y se subió, condujo directo hasta su departamento sintiendo que en cualquier momento podría caer del cansancio, al llegar al edificio el reconfortante aroma que envolvía el lugar y se intensificaba junto a su puerta le brindaba una sensación de placidez, acompañados de ansias y energía, era reconfortante y ahora sabía quién era la causante de tal sensación.

Algo que le hizo recordar el impulso que tuvo temprano en la mañana de besarla, utilizando toda su fuerza de voluntad para controlarse y no tomarla en ese instante. Cerró sus ojos y recordó a detalle los tiernos y cálidos labios de la mujer contra los suyos, su dulce sabor y la sensación de su lengua saboreando todo de ella.

En ese instante recibió una llamada, algo que lo hizo salir de sus pensamientos, sacó su teléfono y vio que se trataba de su madre, algo que le sorprendió dada las altas horas, rápidamente contesto.

-          Buenas noches mamá, disculpa que no te atendiera temprano cuando llamaste – le dice al contestar.

-          Tranquilo hijo, debes estar muy ocupado – le dice de forma pasible

-          Si, en este momento estoy saliendo del ascensor para ir a mi departamento, Salí tarde de la oficina – le dice comenzando a caminar por el pasillo.

-          Si, Amara me dijo que siempre llegas tarde – le dice su madre en tono empático

-          ¿Amara? – le dice confundido, ¿a quién se refería?, ¿Quién era esa mujer que sabía tanto de sus horarios?

-          Tu vecina – le dice riendo - ¿aún no conoces el nombre de tu vecina hijo? – le dice entre risitas

-          ¿Mi vecina? – el solo conocía a la directora Brennan aunque, ¿Cuál era su nombre?

Termino de llegar a la entrada de su departamento donde en la puerta de al lado abierta a todo lo que daba, se encontraba parada su madre y la directora.

-          Su madre se refería a mí – le dice al tenerlo frente a ella – mi nombre es Amara, ¿no lo sabía? – le dice seria

-          Lo, Lo siento – le dice avergonzado por la confusión – es solo que siempre me he dirigido hacia usted como la directora Brenner y no tenia, no sabía – su lengua se estaba enredando.

-          Tranquilo, suele pasar – le dice amara sonriendo por la actitud del hombre.

-          Ma, Mamá, ¿Qué sucede?, ¿Qué hace aquí?, ¿le sucedió algo? – le dice cambiando el tema para no sentirse peor

-          Hijo es bueno que seas un hombre trabajador y responsable – le dice su madre tomando sus manos – pero a veces debemos parar y darnos el tiempo para nosotros y nuestros seres queridos – le dice sonriendo de forma amorosa

-          No entiendo, ¿Qué sucede? – le dice confundido

-          Te digo que te olvidaste de ti Rafael – su madre lo abraza con fuerza – Feliz cumpleaños hijo – le dice con amor y este la abraza

-          Gracias Mamá – le dice de forma cálida