Amor Campestre

______ ¡Alma Rosa! ¡Alma Rosa!

Pronto se escuchó la voz de Juan. Minutos antes había mandado a buscar a Alma Rosa con una de las empleadas, la cena estaba servida y no encontraban a la chica.

______ Ya escuchaste... Por favor, vete. ____ Alma Rosa, nerviosa empujaba a Hugo, deseando que se fuera antes de que Juan lo vea.

_______ Te estaré esperando en el ojo de agua...

______ Espero que pienses en la propuesta que te hice. Quiero que seas mi esposa. ___ Insistió Hugo, causando que Alma Rosa sonríe.

______ Vete, ya. ___ Alma Rosa no quería que Juan note la presencia de Hugo, se podría armar un escándalo.

Hugo antes de irse vuelve a besar los labios de Alma Rosa. La chica sale justo a tiempo, y evita que Juan se dé cuenta de que Hugo estuvo ahí.

______ ¿Dónde estabas? ____ Juan no era tonto, rápidamente se da cuenta de que algo oculta Alma Rosa, sus mejillas rojas la delatan.

______ Por ahí. ____ Contestó Alma Rosa, pasando a un lado de Juan.

La chica no quería dar tantas explicaciones, ya que Juan se daría cuenta de todo.

______ ¡¿Quién era ese hombre?!

Alma Rosa se detuvo de golpe, sintiendo una descarga de emociones por todo su cuerpo. ¿Cómo era posible que Juan se hubiera dado cuenta de que Hugo estuvo ahí?

______ No sé de qué hombre me hablas. ____ Alma Rosa fingió ofenderse, sin embargo, estaba temblando de miedo.

______ Niña, en lo que tú vas yo ya fui y vine mil veces.

Alma Rosa se quedó con la boca abierta sin saber que decir. Juan era un lobo astuto, que siempre va a un paso a delante.

_______ Era un amigo de la infancia, estaba preocupado por mí y vino a buscarme.

______ ¿Por qué no toco la puerta? ___ Cuestionó Juan.

______ No lo sé. Tan vez tuvo miedo de que no lo dejaran entrar. ____ Respondió Alma Rosa.

_____ Quiero conocer a tu amigo en otra ocasión. ____ Terminó de decir Juan.

Al ver a Juan caminar delante de ella, la chica pudo sentirse un poco más tranquila. Hablaría con Hugo y le prohibirá volver a la Hacienda Méndez.

Alma Rosa entró a la Hacienda y se dirigió al comedor. Mientras tanto, en la Hacienda Ferry.

_____ ¿No has visto a Hugo? La cena ya está servida. ____ Maritza le preguntó a Jimena, al verla bajar las escaleras.

______ No, señora Maritza. Desde que pasó lo que pasó con la campesina, Hugo ya ni me hace caso. ___ Contestó Jimena.

______ Pensé que ya se habían arreglado las cosas entre ustedes. En la tarde te vi subir a tu habitación muy sonriente. ____ Contestó Maritza.

Recordando que después de que habló con la costurera, vio a Jimena llegar y subir a su recámara con una gran sonrisa entre sus labios.

______ Salí a montar a caballo. Nunca pensé que sería tan relajante.

César iba entrando a la Hacienda cuando escuchó la respuesta de Jimena. El hombre se puso nervioso, se sentía culpable de lo que hizo con la novia de su hijo.

Maritza, rápidamente, sintió la vibra en el aire. La tensión que se formo al momento de que César entró a la Hacienda.

Miró a Jimena y a César en total silencio. La chica se comía a César con la mirada, como si estuviera recordando algo muy intenso entre ellos.

Mientras que él, evitaba verla a la cara, sintiendo remordimiento por algo. El sexto sentido de Maritza le decía que algo se traían César y Jimena.

La chica no disimulada ni un poco el deseo que sentía por César. Su sonrisa coqueta era bastante obvia, como si quisiera que Maritza se enterará de algo.

_______ Iré a buscar a Hugo. Salió muy temprano de la Hacienda y no ha vuelto.

Maritza se dio la vuelta, saliendo del vestíbulo. César evitó ver a la cara a Jimena. Lo que paso entre ellos lo ha atormentado todo el día.

______ Ni siquiera te atreves a verme a la cara, después de que me hiciste tuya. ___ Susurró Jimena al pasar César cerca de ella.

César ni siquiera se detuvo, siguió su camino hasta llegar a su habitación. Jimena no estaba dispuesta a darse por vencida. Lo que pasó entre César y ella en el río fue algo que la obsesionó.

Observó que no hubiera nadie cerca, espero unos minutos antes de ir a la recámara principal.

César se había metido a bañar, antes de bajar a cenar. Olía muy desagradable por haber estado mucho tiempo bajo el sol.

Jimena entró cerrando la puerta con seguro, se acercó a la ropa de César, oliendo su aroma. Ese olor a hombre la volvía loca.

Dejó la camisa a un lado y fue al interior del baño. Se quitó la ropa, y entró a la regadera. Sus manos fueron acariciando el torso de César, unió su cuerpo al de él.

César se quitó la espuma del jabón de la cara y volteó a ver a la mujer.

______ Hazme de nuevo tuya. ____ Suplicó Jimena.

César no podía creer lo que Jimena se ha atrevido hacer. La tomó del brazo y la sacó de la regadera.

_______ ¡¿Cómo te atreves a entrar aquí sin mi permiso?!

_____ Quiero que me hagas tuya de nuevo. Deseo sentir tu cuerpo junto al mío. Es tan difícil de entender eso.

______ ¿Estás loca? Este no es el lugar ni el momento. Maritza puede entrar en cualquier momento. ____ César apretó el brazo de Jimena como si lo quisiera romper.

_____ Me estás lastimando... _____ Se quejó Jimena.

_______ Sal de aquí, te juro que si mi esposa y mi hijo se dan cuenta, no te alcanzara la vida para pagar por tu error. ____ Dijo César apretando los dientes.

_______ Tú fuiste quien me busco a mí en el río. Fuiste tú quien me beso y me hizo tentar el cielo con mis manos.

_____ Lárgate, antes de que te saque a patadas de aquí. ___ César la amenazó, pero, eso solo excita más a Jimena.

A una chica de su edad, lo prohibido y el peligro que corrían por ser descubierto por su suegra y su novio, la hacía experimentar adrenalina pura.

Se separó de la mano de César y se arrojó a sus brazos. Besó los labios del hombre, esperando que ceda hacerle el amor como se lo hizo en el río.