Novela Ligera de Aventura y Artes Marciales
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Temporada 2 Capítulo 2: Las Cadenas del Recuerdo
El amanecer cubría la Academia Dragón Carmesí con un tono rojo cálido, como si el cielo reflejara el fuego sellado que dormitaba bajo sus torres. Han Fei despertó de golpe, sudoroso, con el pecho agitado. Había vuelto a soñar con aquel trono en ruinas, con una sombra alada que lo miraba desde el abismo.
—Otra vez... —susurró, llevándose una mano al cuello donde la marca ardía de forma intermitente. No era dolor, era como si algo dentro de él reclamara su atención.
Se levantó con pesadez, ignorando las miradas de otros estudiantes en el pasillo. Algunos lo observaban con temor, otros con curiosidad, pero todos sabían que algo en Han Fei había cambiado desde el examen.
En la clase, Mono Parlante se balanceaba sobre una viga, comiendo frutos secos y lanzando las cáscaras a los nuevos reclutas.
—¡Eh, Fei! ¡Te ves como si hubieras peleado con tu almohada y ella hubiera ganado!
—Casi. Soñé con dragones otra vez. Con fuego... con guerra.
—¡Bah! El fuego es buen augurio. Significa que estás madurando. Como un melocotón... o una bomba.
Fei forzó una sonrisa, pero la verdad era que los sueños ya no eran solo sueños. Recordaba nombres, rostros desconocidos que le hablaban como si lo conocieran. Sentía emociones que no eran suyas.
Intentó distraerse. Jugó ajedrez elemental con Qin Bu en el patio, aunque perdió tres veces seguidas. Practicó esgrima básica con Liang Feng, quien lo derribó con un bastonazo sin querer.
—¿Estás bien, Fei? —preguntó Liang, ofreciéndole la mano.
—Sí... solo estoy un poco distraído.
—Últimamente todos lo estamos. Hay algo en el aire. Pero tú... tú pareces distinto.
—¿Distinto como "raro" o como "potencialmente peligroso"?
—Ambas.
También ayudó a Houzi a reorganizar los estantes de pociones, aunque terminaron cubiertos de polvo, con dos frascos explotando en sus caras.
—¡Es oficial! —gritó Houzi, estornudando humo verde—. ¡Somos incompetentes, pero con estilo!
Al salir de clase, encontró a Lin Yueran esperándolo bajo un árbol. Ella no habló de inmediato. Solo lo observó.
—Tus ojos... han cambiado. Ya no parecen los de un idiota completo. Solo medio idiota.
—Gracias... supongo.
Yueran ladeó la cabeza. —Has estado teniendo sueños, ¿verdad?
Fei se tensó. —¿Cómo lo sabes?
—Porque yo también los tengo. No iguales. Pero... compartimos el mismo fuego, aunque el mío es reflejo, y el tuyo... origen.
Fei no entendió del todo, pero antes de que pudiera preguntar más, ella se alejó.
Durante los siguientes días, la tensión en la academia aumentó. Dos estudiantes de alto rango fueron encontrados inconscientes cerca de la biblioteca prohibida. Marcas de garras en el suelo. Algunos decían que eran bestias convocadas. Otros, que algo más antiguo había sido liberado.
Fei comenzó a entrenar en secreto. Su cuerpo, aunque aún dolorido por los entrenamientos anteriores, respondía con una fuerza que antes no tenía. Sus reflejos se agudizaban, y la llama interior, esa luz azul, podía ser invocada por segundos, como un suspiro del pasado.
Una noche, al tocar un libro sellado en la biblioteca, una visión lo golpeó: él, de pie sobre una ciudad ardiendo, rodeado de figuras arrodilladas. Una corona rota a sus pies. Y una voz: "La elección no es entre ser rey o esclavo. Es entre ser tú... o lo que otros quieren que seas."
Cayó de rodillas, jadeando.
Y en ese instante, comprendió algo aterrador:
No había sido olvidado.
Había sido sellado.
Y ahora, las cadenas comenzaban a romperse.