Hector Lozano, el arquitecto detrás del deslumbrante diseño del hotel turístico, la noche de su inauguración, conoce a la alegre y singular Maria Isabella Flores, quien lo cautiva con su belleza exótica y su aura misteriosa, aparentando una gitana perdida en ese mundo de lujos. Fascinado Hernan se aproximó a ella para conocerla y sin predecirlo pasa la noche más apasionante como nunca tuvo en su vida. Al día siguiente, cuando el alcohol bajo, descubrió que esa gitana es la hija menor del dueño del hotel que el diseño. Ambos al saber quienes son, tratarán de llevar la situación como dos adultos, olvidar lo que pasó y culpar al alcohol por ello, pero la química que existe entre ambos los lleva a recaer mas de una vez en la tentación de estar juntos. Al enterarse el padre de María Isabella que estuvo con Hernán Lezcano, los obligará a casarse para salvar el honor de su hija. Ambos deberán enfrentar una situación que solo inicio como una aventura de una noche y afrontar las consecuencias
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19- La tenía de nuevo
Narra Héctor
La semana resultó interminable, agotadora, Julieta estaba empecinada en regresar, se aparecía hasta en la sopa.
El viernes fue la reunión con las diferentes áreas, debíamos tener todo listo para enviar a los dueños del hotel del sur el presupuesto y el diseño correspondiente, además del modelo del comedor vidriado para el señor Flores.
Me sorprendió ver al señor Acosta con un brillo singular, creí que me presentaría sus copias habituales, para mi sorpresa lo hizo en una presentación hecha en video, con animación, datos precisos, entendible para todos, y nada aburrida.
-Me sorprende señor Acosta. Le dije.
-El crédito es a la practicante que me asignaron. Dijo y una mueca se dibujo en sus labios.
-Por como habla le cae muy bien... Creería que más que bien. Le dije.
-No lo mal intérprete señor ... Es solo profesional. Aclaró.
-Es la misma que propuso el cambio en el comedor. Agrego el del área de diseño en exteriores.
-Si... Creo que aumente unos kilos con las exquisiteces. Comento el del área de planos.
-Por lo que escucho a todos les agrado. Les digo.
Se los veía animados comentando sobre la nueva practicante, como si otorgará luz donde se presentaba.
Tendría que probar ese café, la verdad siempre lo tome afuera.
-Cambiando de tema... Se aproxima la fiesta de la empresa... ¿Qué propuestas tienen?. Les digo al leer el parte diario que me facilito mi padre, él tenia otra reunión en ese momento.
Veo que Enzo tensiona la cara.
-La verdad ese tema aun no lo tenemos armado... Julieta hecho a la encargada de organizar las fiestas... Cómo está ocupando el puesto de su padre mientras él está internado... Se tomó la libertad de echar aquellas que le resulten una amenaza. Me dice.
-¿Cómo que una amenaza?. Le pregunto
Él me mira torciendo la cara.
-Damos por finalizada la reunión. Anuncio con la clara intensión de enfrentarla.
Me dirigí al departamento de relaciones públicas, todo lo referente a marketing, incluído la organización de eventos de la empresa, estaba ahí.
Ingresé viéndola en el escritorio de su padre.
-No acudiste a la reunión. Le dije serio.
-Eso es aburrido... Además te diría en persona en el departamento. Me dice.
-El departamento es tuyo... No viviré más ahí. Le dije serio.
-Sigues con eso... Es grande... No es necesario que te mudes... Podemos compartir.
-El tema que aquí es importante... ¿Por qué echaste a la organizadora de eventos?. Indague molesto.
-Por eso viniste hasta aquí o querías verme. Me dice.
-RESPONDE. Ordene.
-Eres un gruñón. Expresa.
-ASI COMO CONSIDERASTE QUE SUS SERVICIOS SON INNECESARIOS... TENDRÉ LA MISMA CONSIDERACIÓN PARA TI. Le dije enojado.
-NO PUEDES... ESTE LUGAR OCUPO MI PADRE POR AÑOS...
-LO DIJISTE BIEN... TU PADRE... QUE A DIFERENCIA DE TI APORTO... DIO SOLUCIONES Y NO PROBLEMAS COMO LOS OCASIONAS...
-EL AUN SIGUE CON VIDA...
-ESTA INHABILITADO POR SALUD... SI NO PUEDES MANEJAR ESTO... SE CONSEGUIRÁ QUIEN SI LO HAGA...
-TODO POR ESA GATA... QUE SE CONTORNEABA DICIENDO QUE YA NO SOMOS NADA QUE TE GANARIA...
-SOLO POR ESO LA ECHASTE... SU TRABAJO ERA IMPECABLE... CUMPLÍA CON EL... QUE ES LO IMPORTANTE. Le respondo molesto.
-ERA UNA TREPADORA. Grita desaforada.
-ORDENARE TU INDEMNIZACION. Le dije.
-NO... NO LO HARAS... DEMANDARE ... DEMANDARE Y TE DESTRUIRÉ. Grita.
-EN EL TRABAJO NO PUEDES INVOLUCRAR LO EMOCIONAL... SE DEBE SER PROFESIONAL PARA QUE FUNCIONE... SI POR CADA MUJER QUE DICE QUE VA A ESTAR CONMIGO TE COMPORTAS IRRACIONAL... ES UN PROBLEMA... YA NO SOMOS PAREJA... QUE ESO TE QUEDE CLARO. Le digo molesto.
-NO ME DARE POR VENCIDA... TE CONQUISTARE... TE GANARE DE NUEVO... DAME LA OPORTUNIDAD... TE PUEDO DEMOSTRAR QUE PUEDO CAMBIAR. Me dice
-OLVIDALO... ESTAS OBSESIONADA... SIEMPRE ES LO MISMO... YA CONOZCO TODOS LOS PASOS... SE CADA PASO QUE HARAS... POR ESO... NO VOLVERE. Le dije.
Sali molesto dirigiéndome a la salida.
-Vamos a tomar algo. Me dice Enzo al encontrarme en el ascensor.
-Hey que suerte verlos... Vamos al bar. Apareció Sergio.
-Si... Vamos. Les digo suspirando.
Quería sacarme esa sensación de malestar que me produjo la discusión con Julieta.
Llegamos al bar como nunca estaba lleno, nos dirigimos a la barra, pedimos nuestros tragos.
Después de beber unos cuantos en silencio Sergio suspiro pesado, seguido por Enzo y luego yo.
-¿No les pasa que extrañan esos días en el hotel?. Pregunta Sergio.
-Yo extraño el último día. Dijo Enzo.
"Yo extraño a Isa y aún escucho su risa, como ahora"
Tomo mi trago de una.
-Extraño a Isa. Dije directamente.
Los dos me miran con sorpresa.
-Eso... Vaya. Expreso Sergio con sorpresa.
-Parece loco... Pero escucho su risa... No sé cómo explicarlo. Le digo en un suspiro bebiendo mi trago.
-A mi me llegan los videos de la mia... Me vuelvo loco... Imaginar que está con otro. Exclamo Enzo.
-Yo no se nada de ella... Ni un mensaje, ni una llamada... Y eso que tenía todo los medios para contactarme. Expresa Sergio.
Suspiro al oírlos, ellos al menos dejaron un medio para comunicarse, con Isa no dejamos nada.
-Dejemonos de estar así... Es viernes... Se de una fiesta. Propone Enzo.
-No lo creo... No tengo la costumbre de ir... Ni menos bailar. Les digo.
-No necesariamente debes bailar ... Cambiar de ambiente te puede despejar la mente... Además hay espectáculos. Nos comenta Enzo.
-VAMOS. Me anima Sergio.
Estaba por negarme y ví que Julieta llegaba en el bar.
-Si vamos. Les digo para salir de ahí, no tenía ánimos de hablar con ella.
Debía cambiar mis hábitos, ella los conocía y no me dejaría en paz.
Llegamos a una mansión.
-¿Qué es esto?. Le pregunto.
-Deben usar esto. Nos pasa unos antifaces Enzo.
-No serán esas fiestas de diversión en masa. Indaga Sergio.
-Tengo una sala para que no te sientas abrumado. Me dice palmeandome la espalda al ver mi cara.
La verdad todo aquello no era lo mío, solo acepté al no querer estar cerca de Julieta, era muy asfixiante e insistente.
Ingresamos el ambiente estaba poco iluminado, se escuchaba una música fuerte.
Circulaban hombres y mujeres como evaluandose cada uno.
Nos acomodamos en un sector, que nos mantenía alejados de la multitud.
-¿Qué tal?... Es mejor. Dijo Enzo.
-Mejor... Lejos de Julieta. Le digo bebiendo el trago.
-Hay una sala de show privados. Nos dice Enzo.
-Vayan ustedes. Le dije.
Solo quería tomar tranquilo.
Suspiré hondo, que hago aquí, a dónde llego por alejarme de la insufrible Julieta.
Me incorporo, me encamino al baño, al llegar me refresco la cara, será mejor ir a mi departamento, había adquirido uno en el centro.
Al salir choco con una joven, al verla era Isa.
-Isa. Le digo sorprendido.
Ella me mira sorprendida.
Llevaba la máscara en la mano.
Se cubrió la boca dirigiéndose al baño.
-¿Cómo llegaste aquí?. Le digo siguiéndola.
-Acompañe a unas chicas... Y siento el estómago revuelto.
-Consumiste algo con pasas. Le indagó.
-Son los nervios... No debí venir. Me dice afligida.
Se enjuagó la cara, tomo aire.
La tome de la mano sacándola de ahí.
Sonrió nervioso, la tenía ahí, no se cómo se produjo el milagro, pero la tenía de nuevo.
-Voy a ir a mi departamento. Dijo en un murmullo.
-Deja que te lleve... ¿Dónde paras?. Le consulto.
Ella me miro suspiro hondo.
-No hace falta... Pido un taxi...
Sin responderle la llevo a mi auto.
-¿Qué haces?. Indaga.
-No dejaré que andes sola... No tienes conocimiento de los peligros. Le digo.
-No me trates como a una niña... No es la primera vez que me defiendo sola. Me dice cruzándose de brazos.
-Estabas en una fiesta de...
-Tu también. Me dice
Me aproximó con la clara intensión de besarla.
-¿Qué haces?. Me dice agitada.
-Isa... No puedo olvidarte... Te tengo grabado en cada centímetro de mi piel. Le confieso.
Me aproximó aferrandome a besarla, tanto la había soñado y la tenía. Saboreo sus labios dulces, inhaló disfrutando el cosquilleo que me produce hacerlo.
Ella se retira nerviosa.
-No... No está bien. Exclama.
-A caso estás comprometida... Es eso. Le digo.
Ella suspira, separa apenas los labios para decir algo pero vuelvo a robarle otro beso.
Se resistió y al segundo se aferró a corresponder en el beso.
-NO... TU TE FUISTE SIN EXPLICACION. Exclamo molesta alejandose.
-Te deje una nota...
-No me tomes por tonta... Te ví abrazado a esa que decía ser tu prometida. Me dice.
-Su padre está en coma... Sufrió un paro... Estaba afligida. Le comento.
-Y ese fue el motivo para volver con ella. Me dice.
-No es así... Puede que no lo entiendas... Pero éramos como una familia...
-Sigue siendo una familia muy feliz... Y déjame fuera de ello. Me dice.
Ella abrió la puerta para salir del vehiculo pero no lo hizo.
-¿Qué?. Le pregunto y curioso hacia donde ella miro.
-Es un insufrible. Murmuró.
Vi a un joven parado afuera que parecía buscar a alguien.
-Te estuvo atosigando. Le digo.
En eso suena el teléfono de ella y ve que es un mensaje.
#Te enviamos un regalo. Decía el mensaje.
-Con razón... Las chicas se lo dijeron... Pero serán locas... Cómo se le ocurre. Se queja Isa molesta.
-Te llevó a mi departamento. Le digo.
-Ni loca. Me dice.
-¿Tienes otra opción?. Le consulto.
-Ire a la playa. Me dice.
-No puedes pasar la noche en la playa... Te vienes conmigo. Le digo.
-Eres muy mandon. Me dice.
-Cierra la puerta y deja de quejarte. Le indico.
Ella lo piensa como dudando y al final se acomoda en el asiento, no sin antes decir improperios entre dientes.
Veo que envia un mensaje a ese grupo de amigas que tiene con caritas enojadas y que dicen palabrotas.
#Moja el biscocho. Le respondio una amiga.
#No con un lagarto. Le contesto ella.
#Deja de quejarte y cuéntanos después. Concluyó el mensaje de una amiga.
Llegué a mi hotel, la veía sería.
-Bienvenida a mi morada. Le dije cuando paso.
-Vaya... Ves toda la ciudad. Admiro pasándose esa cara sería que tenía.
-Tomas algo. Le consulto.
-Agua. Dijo y me siguió mirando mis movimientos.
-Desconfias que ponga algo. Le digo pasándole el vaso de agua.
Ella me mira suspirando y lo bebe.
-Gracias por el agua. Me dijo dirigiéndose a la puerta.
-Isa... En serio. Le digo.
-Mientras sea a escondidas te resulta atractivo... Pero a mí no me atrae... Quiero algo más. Me dice.
-Pideme... Lo que este a mi alcance... Te lo doy. Le digo.
-No es nada material... Lo que quiero no puedes darme... Si no sabes lo que quieres. Me dice.
-Si se... Se que me falta el aire si no estás... Me duermo pensando en ti... Despierto pensando en ti. Le confieso acortando la distancia entre ambos.
La estiro de la cintura anulando toda distancia entre ambos, puedo ver en sus ojos ese brillo particular. Me aferró saboreando sus labios, en segundos nuestros instintos se despiertan.
Ella se me aferra a mi nunca enredando sus dedos en mi cabello, correspondiendo mi beso con la misma intensidad o más.
La despojo de su falda, cuelo mis manos bajo su blusa sintiendo su suave piel.
Me deslizo besando su cuello.
-Es una locura. Exhala con la voz temblorosa al sentir mis besos.
-Locura sería no estar juntos... Si por estar contigo debo morir... Lo voy a hacer con gusto. Le digo besando de nuevo sus labios y descubro el nudo de la blusa, lo desato, dejando que caiga al piso la blusa.
La elevo en mis brazos, la llevo hasta mi cama recostandola con delicadeza como si se tratara del más delicado cristal.
Su sabor es tan dulce, su calor envolvente. La habitación se inunda de nuestros jadeos intensos, nos sentimos libres de expresar lo mucho que disfrutamos.
Me recorre un cosquilleo por mi columna vertebral al sentir que me envuelve con su calor toda mi hombría, esta ajustada, me enloquece de placer. Ella hunde sus uñas en mi espalda al sentirme completo. Ver como se muerde el labio, jadea mirándome con esos ojos llenos de fuego, es un deleite que extrañaba, la tenía como quería, no la dejaría ir de nuevo.
Nos sorprendió la madrugada enredados.
Su cuerpo se estremeció entre mis brazos, llegando al límite del placer.
Me sentía con el ego elevado, pude extender el tiempo.
Solo el cansancio nos venció, ella durmió sobre mi pecho, la cubrí con mis brazos deseando que no lo haya soñado.