El Tiempo No Importa

Julián llega al hospital en compañía de Natacha y Gustavo, sus corazones se encogen al ver a Camilo, su rostro marcado por la angustia y el sufrimiento, derrumbado en el suelo del hospital.

Se acercan a Camilo, Julián lo toma por el brazo para qué se levantará. Lo mira fijo y le dice

- En estos momentos debes ser el hombre fuerte y lleno de determinación que Mariana necesita.

Camilo lo miro, y asintió. Suspiro profundo y se enderezó.

- Tienes razón, no puedo comportarme como niño inmaduro.

A pesar de las circunstancias desgarradoras, Camilo encuentra fuerzas y esperanzas mientras espera noticias sobre el estado de Mariana.

Ya habían pasado un par de horas, cuando el grupo reunido sienten sus corazones en vilo mientras el doctor se acercaba, su expresión sería y compasiva anticipa la gravedad de las noticias que está a punto de compartir.

El doctor los observa y toma una respiración profunda para luego decir, con voz tranquila pero cargada de seriedad.

- Lo siento mucho, Mariana ha sufrido graves lesiones. Está en estado crítico en este momento.

Camilo sintió su corazón era invadido por el dolor ante la noticia devastadora.

Todos escuchaban en silencio, sus rostros se volvieron sombríos, mientras procesaban la gravedad de la situación.

- Pero no pierdan la esperanza, aquí recibirá la atención médica adecuada y sé que lograremos superar esta terrible situación y devolverle la salud.

- Doctor, ¿puedo verla? - le pidió Camilo, casi suplicando.

- Si, señor Santa Cruz. Puede pasar a verla.

Él salió rápidamente hacia donde se encontraban Mariana, con el corazón latiendo con una mezcla de ansiedad y tristeza, Camila entra a la habitación de Mariana, preparado para enfrentar la cruda realidad de su estado. Su respiración se detiene por el momento al verla acostada en la cama del hospital, su rostro pálido y marcado por el dolor, los cables y las máquinas que la rodean.

Un nudo se forma en la garganta de Camilo mientras se acerca lentamente a su lado, sus ojos llenos de lágrimas al ver a la mujer que ama en ese estado. Se sienta a su lado, toma su mano con suma delicadeza mientras lucha por contener las emociones que amenazan con desbordarse.

El corazón de Camilo la ve tan vulnerable y frágil, veía cada herida en su cuerpo es como un golpe directo a su propio corazón, haciéndole sentir impotente y desesperado.

Con infinita ternura, Camilo acaricia suavemente el cabello de Mariana, mientras le dice

- Amor, gracias por aguantar hasta que yo llegara a ti, ahora por favor vuelve a mí, te amo y te necesito en mi vida.

Las lágrimas ruedan por las mejillas de Camilo. Esta escena es vista por Julián, que observa desde la pequeña venta de la puerta. Puede ver claramente el amor que irradia de cada gesto de Camilo hacia Mariana, y no puede evitar comprarse con él en ese momento.

Se siente abrumado por la culpa y el remordimiento al recordar sus propias acciones que contribuyeron al dolor y sufrimiento de Mariana. Si tan solo hubiese sido fiel, si tan solo hubiera tomado decisiones diferentes, tal vez todo esto podría haberse evitado. Si no hubiese dejado que la tentación lo arrastrará y no se hubiese enredado por Marlén, no estaría divorciado, Mariana no estaría en ese hospital, al lado de otro hombre que le dice lo mucho que la ama.

Las lágrimas llenan los ojos de Julián, mientras se pregunta una y otra vez como puedo pasar todo esto. Se aleja con el corazón pesado consumido por la autocrítica.

Al día siguiente, Julián se dirige a la estación de policía, decidió que enfrentarían a Marlén. Al llegar a la estación de policía, Julián se encuentra con el detective Suárez, y le expresa su deseo de hablar con Marlén y confrontarla. Suárez accede que Julián hable con Marlén bajo la supervisión adecuada. Con precaución, conduce a Julián a la sala de interrogación, dónde está Marlén detenida.

Julián entra y mira a Marlén con una mirada de determinación y dolor.

-¿Qué estás haciendo aquí Julián?

- Necesito respuesta, ¿Por qué hiciste esto? ¿Por qué??? Mariana es una mujer increíble, que no se merecía esto.

Marlén frunce el ceño

- ¡No me hables de lo que mereces o no mereces! Tú fuiste quien me dejó para tratar de volver con ella. ¿Qué esperabas? ¿Qué me quedará tranquila mientras tú seguías con tu vida como si nada hubiera pasado?

- Lo que te hice estuvo mal, pero no justifica lo que hiciste. No justifica...

- ¿Justificar? Yo no necesito justificar nada, hice lo que tenía que hacer para recuperar lo es mío.

- Cuántas veces tengo que decirte, que yo no soy tuyo.

- Julián yo te amo, entiéndelo.

- La que tiene que entender eres tú, yo no te amo, y con esto que has hecho jamás te amaré. Y te juro que haré todo lo posible para que te pudras en la cárcel.

Julián se levanta, y sale del interrogación dejando a Marlen gritando que se iba a arrepentir.

Después de un par de días de inconsciencia Mariana parpadea lentamente, sus ojos buscando en la habitación antes de enfocarse en la Cara de Camilo. Una sonrisa débil se forma en sus labios mientras reconoce a Camilo, su corazón se llena de gratitud por su amor.

- Amor, despertaste. - dice Camilo, mientras besa suavemente los besos de Mariana - Gracias por volver a mi.

- Camilo, ¿estás aquí?

- Si, mi amor, estoy aquí. Estoy siempre aquí contigo. - le dijo con los llenos de amor. - Pensé que te iba a perder.

- Te amo tanto, Camilo - le respondió Mariana con lágrimas en los ojos.

Con el paso de los días, la recuperación de Mariana avanza a pasos agigantados, sorprendido a los médicos con su rapidez y determinación para sanar. Finalmente, llega el día en que los médicos dan de alta a Mariana, una noticia recibida con alegría y gratitud por todos.

Camilo la abraza con ternura, su corazón lleno de alivio y felicidad al verla recuperada y lista para comenzar una nueva etapa en sus vidas juntos.

Antes de que Mariana dejara el hospital, Julián paso a verla.

- Hola, ¿cómo te sientes?

- Julián, hola, pasa - le dijo Mariana con una cálida sonrisa. - Estoy muy bien, hoy por fin me voy de aquí

- Que alegría, Mariana. Quiero pedirte perdón, me siento culpable de todo esto, si yo no hubiera ...

- Julián - lo interrumpido Mariana - no quiero que te tortures, tú no eres responsable de nada.

Mariana camino hasta él, tomo sus manos y con una suave voz le dijo

- Yo no te guardo rencor, estar al borde de la muerte me hizo ver qué la vida es muy corta para cargar con odios y culpas. Lo que pasó, paso.

Julián la abrazo y ella correspondió su abrazo.

- Mariana quiero que seas muy feliz, espero que Camilo te dé todo el amor que yo por estúpido no te supe dar.

- Gracias Julián, yo también espero que seas feliz.

Julián se apartó de Mariana, tomo su rostro con las dos manos y le dio un beso en la frente.

- Adiós mi amada Mariana. Espero algún día volverte a ver.

- Adiós Julián.

Julián salió de la habitación, dispuesto a dejar atrás está parte de su vida. Para Mariana también era el cierre de esa etapa.

Camilo entra a la habitación, y ya Mariana estaba lista para irse a casa con Camilo.

- ¿Lista, amor? - le pregunta Camilo, dándole un dulce beso.

- Si, amor. Lista para empezar una nueva etapa.

- Bueno, es hora de llevar a esta reina a su castillo.

Salieron los 2 felices, tomados de la mano. Llegan a casa de Camilo, que será el nuevo hogar de Mariana. Con el sol brillando en el cielo, se paran juntos frente a la puerta, listos para dar el siguiente paso en su viaje juntos.

- ¿Sabes que quiero hacer? - le dice Mariana a Camilo.

- ¿Qué amor?

- Quiero preparar un almuerzo especial, para celebrar que estamos juntos.

- Está es tu casa, has lo que desees.

Mariana y Camilo se sumergen en la tranquilidad de su hogar mientras preparan el almuerzo juntos. El ambiente es acogedor y familiar. Se escuchan sus risas compartidas.

Mientras están cocinando juntos, comparten historias y sueños, disfrutando de la compañía del otro. Mariana mira a Camilo y siente gratitud y amor el hombre que está a su lado. Camilo le devuelve la mirada con una sonrisa cálida, su corazón hinchado de felicidad por tener a Mariana en su vida.