Doctora O

Por la tarde, a Min Ho no le gustó el mensaje enviado por Joon. A él nadie le tiene que ganar, eso le pone de mal humor. Hye Sun entra en casa con una bolsa, va directo a la cocina para sacar de su bolsa la ración de torta de chocolate cubierta de crema chantilly, frutas y mermelada. Cada bocanada de postre es el mejor manjar.

-Hye Sun – Min Ho la está llamando y ella hace oídos sordos – Hye Sun, sé que estás en casa. Responde.

Hye Sun está chupando la deliciosa cuchara sucia de crema.

- Hye Sun, te estoy hablando. – levanta la voz – Hye Sun, Hye Sun. Soy tu esposo contesta.

Nada, el silencio es sepulcral, así que Min Ho, usa el celular, él se siente seguro de haber escuchado el ruido del auto que la trae a casa, el ruido de la puerta, pero no ve nada. El celular suena y Hye Sun lo apaga de inmediato, ella está inmersa en el sabor de la torta de chocolate.

- Hye Sun me colgó ¿A poco es un fantasma, o me ha parecido? – Min Ho habla solo – Hye Sun, cariño ¿estás en casa?

Hye Sun sigue saboreando su postre, ya va por la mitad, escucha la voz de un Min Ho con miedo, pero le da igual, ella está en una amorosa tarea de alimentar a su bebé.

Min Ho va despacio, tiene miedo de que alguien extraño haya entrado en casa y no quiere alarmar. Se arma de valor para entrar a la cocina y descubre a su esposa chupándose los dedos.

- ¡ Hye Sun! – se alivia – cariño mío te he buscado, sentí la puerta, pero no te vi.

- ¡Ah! – no le interesa ni lo más mínimo su marido. Está enfocada en el postre.

- Hye Sun te estoy hablando. – se pone serio.

- ¿Me hablabas?

- Cariño, Joon dice que me ganó.

- ¿Y? – le llega altamente el asunto.

- Pero mi vida, soy el líder de los LK, nadie debe pasar por delante de mí.

- Yo no soy tu madre y tú ya eres grandecito como estar pidiendo ayuda.

- Una esposa siempre apoya a su esposo. – reclama.

- ¿Yo que tengo que ver en tus asuntos?, ustedes cuatro resuelvan sus problemas.

- Pero soy tu esposo, muestra al menos un poco de interés cuando te hablo.

- Yo soy una mujer ocupada y embarazada. Tengo muchas cosas en que pensar, ahora si mi lindo y terco esposo me permite, debo ir a descansar porque el bebé ya comió.

Hye Sun se va de la cocina con aires de gran señora y Min Ho fue ignorado, no sabe que decir, se le enreda la lengua.

En Macao, en cambio, los dos tiernos se alistan para abandonar la cuidad y volver a Corea.

- Ha sido una hermosa semana. – comenta Audrey.

- Lo fue gracias a ti, mi amor.

- ¿Quién iba a pensar que todo esto iba a pasar?

- Eres esa luz que disipó la oscuridad en la que estaba viviendo.

- Jamás pensé que detrás de esa bata, esos lentes y esa melena se escondía alguien tan lindo como tú.

- ¿Soy lindo, solo lindo? – con una sonrisa incrédula - pensé que era el más guapo de Corea.

- Eres una persona detallista, perfeccionista, con lindas ocurrencias.

Hyun Joong sonríe mirando el suelo. Al levantar la mirada, toma la cabeza de Audrey con sus manos y le deja el último beso de las vacaciones.

- El último que te daré en Macao, el próximo será en Seúl.

- Y de Seúl yo retorno a América. Mi tutor tuvo coma diabético.

- Lo sé amor mío, pero organizo mi agenda y voy a conocerlo.

- Él es coronel y así nomás no acepta visitas.

- Me las voy a ingeniar, pero que lo voy a conocer, lo voy a conocer.

Ellos van dejando atrás el hotel, dejan atrás el lugar donde hicieron planes y promesas, pero a cambio, se van con las maletas llenas de souvenirs y proyectos. Hyun Joong está feliz, tiene a alguien en su vida, alguien que lo acepta, ni en su remota mente estaba la idea de volver a encontrar el amor, llegó cuando menos se lo imaginó. Ya pasaron por el counter y control migratorio, en estos momentos están en la sala de embarque, mientras ella responde mensajes, Hyun Joong lee un libro, pero tiene una mano que sostiene la pierna de su dulce mitad. A minutos del embarque, Hyun Joong prende su celular y un sin fin de llamadas y mensajes aparecen. Sólo responde lo que le interesa, el resto los ignora.

El padre está en casa leyendo el periódico y se quedó dormido sobre el sofá, está cansado, va poco a su clínica, el corazón le falla. Hye Sun lo ayuda cuando puede, esa clínica necesita una nueva cabeza. Pero le gustaría conversar con su hijo sobre el fin a su servicio médico, se siente cansado. El guardaespaldas lo lleva a su habitación para que el señor Kim Seok pueda descansar debidamente, quien después de eso revisa su celular y su jefe, Hyun Joong, le notifica la hora de su llegada, pero que estará solo. Cuando se hizo la hora de ir al aeropuerto, avisó a la señorita de servicios que todo quede listo para cuando el patrón regrese a casa.

Ya en Seúl, Hyun Joong y Audrey se despiden con un sentido abrazo, fue algo triste darse un beso y decir hasta pronto, pero ella tenía que volver a los Estados Unidos. Hyun Joong sale del aeropuerto con tristeza, tanto que ni saluda a su guardaespaldas. Deja caer unas lágrimas, no acepta la cuestión de dejar a Audrey, ella le ha cambiado su mundo, su sistema, ella ya está en su mente y su corazón.

Por su parte, Audrey sigue su camino, está triste, se siente mal, no sabe por cuánto tiempo van a estar separados. Bastó una semana a su lado, para que todas estas cosas sucedieran. Ese loquillo es el primer hombre que Audrey ha conocido de manera tan cercana, Hyun Joong es el primer hombre que le ha robado la virginidad de sus labios, él es el primero en hacerla sentir especial. Él es el hombre que le ha revuelto sus proyectos, sus sueños, ese hombre le ha enseñado a enfocar su vida desde otro ángulo.

A Audrey le espera un largo viaje, es probable que ella se duerma en el trayecto, el avión está allí en la toma, lo ve y el corazón se parte, su corazón le dice que renuncie al viaje, pero su mente le recuerda que su tutor está enfermo, está confundida, pero a las finales optó por cuidar de su tutor, puso por encima de sus sentimientos amorosos la salud del hombre que le dio todo para llegar a donde está ahora.

Hyun Joong ya está en casa, no quiso comer, pese a que le prepararon su comida favorita, se fue a su cuarto a llorar, la despedida fue una cosa catastrófica, a los ojos de Hyun Joon, la despedida fue error, una hermosa semana que se fue muy rápido, necesita estar de pie, y como motivación, se toma una ducha.