Tormenta Del Corazón

Gibran había firmado las hojas del divorcio estaban a punto de llegar a Silvana.

Él no sabía que esperar y no sabía a quienes esperar, lo que sí sabía es que amaba profundamente a Silvana y por ella haría lo que fuera así tuviera que caer en las malvadas trampas de Sebastián.

No confiaba del todo, pero haría hasta lo imposible por lograr que Silvana regresara a su lado.

Ella y el bebé ya eran parte de su familia, Samuel la necesitaba y por supuesto que él también, la vida no era igual sin ella.

Todo esto le parecía hasta cierto punto absurdo, que ganaba Sebastián con un secuestro, cómo es que habían llegado a eso.

Gibran hablo con Kevin, le comento lo importante que era dar con la ubicación de la isla de Sebastián.

Solo quería encontrar a Silvana y a su hijo, era mucho pedir saber de ellos?

Gibran: Kevin crees que sea importante avisarle a la policía, dónde es la posible ubicación de la isla de Sebastián?

Kevin: Creo que lo más importante es dar con la isla. Silvana debe de estar muy asustada y estoy realmente preocupado por ella, obviamente también por mi sobrino, pero lo que no debe pasar es que dejemos de buscar.

Gibrán Estoy de acuerdo en que busquemos La Isla antes que cualquier cosa, pero estoy sumamente desesperado por esta situación, no sé qué más hacer. Los investigadores no dan con ella y estoy realmente preocupado.

Kevin: Tranquilo cuñado verás que pronto aparece, mientras no dejemos de buscar, pronto la encontraremos y ajustaremos cuentas con Sebastián, esto no se quedará así.

Ambos hombres sabían que quizás tardarían un poco en encontrar la isla donde estaba Silvana, pero no perderían la esperanza de encontrarla pronto, no querían que pasara más tiempo y no sabían qué más hacer todo estaba en manos del destino y ese destino era muy incierto.

Mientras tanto Silvana seguía tratando de convencer a Sebastián, de que la dejara ir. Le prometía no volver con Gibrán, simplemente quería alejarse de él y no quería entregarse por ningún motivo, sentía que le fallaba a Gibrán si hacía algo tan descabellado como dejarlo entrar a su cama y a su intimidad. Al fin y al cabo él tenía mujeres a diestra y siniestra para escoger y disfrutar noches enteras con ellas.

Silvana: Déjame ir, no me necesitas tienes hermosas mujeres a tu disposición. ¿Qué quieres de mí?, por qué está obsesión tan enfermiza? ¿No crees que es mejor alejarnos?

Sebastián: Bueno tú no entiendes? qué necesitas para comprender mis motivos? yo te quiero a mi lado, y de paso vengarme de Gibrán, Y por supuesto que de tu hermano Kevin. No te creas que me interesas mucho para amarte, solo quiero una venganza dulce es todo, comprende tú los fáciles motivos de toda esta situación y Deja de molestar.

Silvana: Estoy harta de estar en esta isla, déjame ir no me importa nada ni nadie, solo quiero irme no soporto estar aquí, no te soporto, déjame ir, te lo imploro déjame ir.

Sebastián giró los ojos y le dio la espalda a Silvana, se fue refunfuñando algo y cerró la puerta, Silvana se quedó llorando, triste, desolada y sola no sabía qué hacer o decir simplemente no estaba bien. Solo esperaba que Gibrán la encontrará pronto aunque, no quería volver a su lado.

Eran sentimientos difíciles de explicar, quería verlo y no quería seguir a su lado, quería que la encontrara, pero no quería volver a estar con él. Eran acciones difíciles y complicadas, pero esperaba que todo saliera módicamente bien.

Los remolinos de mar comenzaban a crecer más y más. Solo el destino estaba escrito para un ganador y un perdedor. El montón de emociones y situaciones que se les había presentado a todos y cada uno de ellos, eran complicadas, pero no imposibles de surcar, esperamos que los cambios sean para mejor y no para peor.

El destino está escrito y dentro de poco se consumara con grandes sorpresas, que la vida y el universo dan, Algunas veces el sufrimiento es la clave para el aprendizaje. Y siempre hay mucho que aprender. Y tratar de ver lo bueno en lo malo aún que aveces es difícil de encontrar siempre hay algo.