Maktub, estaba escrito. Se define como lo que está destinado a ser sucede, esta es la historia de Emir el hijo mayor de Mahtob, y de Kala una mujer musulmana Chií, hija de un líder Iraki que vive en Kerbala una de las ciudades sagradas. Al cruzarse sus caminos, todo cambia. Luchar para poder vivir su amor no será fácil. Al mismo tiempo su hija Zeynep será objetivo de los pecados de su padre, la verdad tarde o temprano siempre nos lleva al mismo lugar. Por más que la ocultemos es como el agua, siempre busca su cause. Nuestra querida Mahtob y Pedro, estarán listos para enfrentar todo lo que viene para ellos. La vida está en constante cambio. Maktub
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Capítulo 19
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Zeynep regresó a casa, cambió su equipaje para salir de inmediato. Al bajar escuchó que Emir y Kala llegaban juntos, se reían y Kala se volvía tan ocurrente que para Emir era difícil no reírse. A ella le agradaba que por fin se estaban entendiendo
—Hermana, ¿Cuando llegaste?.—preguntó Emir y le dio un fuerte abrazo
—Hace un rato, solo vine a cambiar mi maleta por ropa más ejecutiva y holgada. Viajó a Dubai. Me alegra verlos juntos y sobre todo felices.—respondió Zeynep
—Ten un buen viaje—dijo Kala y le dio un abrazo
—Gracias, te ves bellísima cuñada. Bien me voy.—se despidió Zeynep, ya la estaba esperando los de seguridad así que salió deprisa
—La veo diferente, tal vez solo sea un suposición mía.—expresó Emir
—Se ve radiante. Entonces hoy cenamos aquí, cocinare para ti.—dijo Kala
—Me parece perfecto.—respondió Emir y se acercó para besarla
Más tarde Khaled saldría con una de sus conquistas en turno, Aysel tenía una cita con su novio, estaban planeando poner su propio restaurante. Sin duda alguna Kala y Emir tendrían la casa para ellos solos.
—Señorita Kala, ¿necesita ayuda?.—preguntó Antonia, se sorprendió al verla en la cocina
—Eres muy amable, pero ya terminé. Preparé humus y kafka para Emir, ¿Quieres probar?.—preguntó Kala
—Es muy amable, pero ya cené. Si pruebo un poco más no podré dormir. Si ya no me necesitan me retiro a descansar, permiso señora.—respondió Antonia y le sonrió
Minutos después Kala ya tenía todo listo en el comedor, y ella también se veía especialmente linda. Se hizo una coleta, usaba un vestido negro de encaje y sus labios rojos, nada que ver a la muchacha iraquí que llegó asustada a esa enorme mansión
—No hay duda que eres grandiosa, debo reconocer que pones atención a los detalles.—expresó Emir
—Pero toma asiento espero que sea de tu agrado.—dijo Kala
Emir le abrió la silla para que tomara asiento primero ella, disfrutaron mucho de la cena. Estaban en total intimida, después de terminar la cena, juntos limpiaban los cubiertos y platos.
Unos instantes después estaban en la sala, ellos podían conversar por horas. Lo que más le agradaba a Emir, es que Kala era una estupenda oyente. No le gustaba aparentar que sabía las cosas, mejor preguntaba para conocer de lo que hablaba. De fondo se escuchaba la música de Aretha Franklin, al escucharla le recordaba cuando vivieron en Estados Unidos.
—¿Quieres bailar conmigo?.—preguntó Emir
—No sé bailar, bueno esa música.—respondió Kala
—Entonces de ¿cuál?.—preguntó Emir
—La Danza del vientre.—respondió Kala
—Me gustaría alguna vez poder mirarte, pero mientras te enseñaré a bailar.—dijo Emir, mientras se escuchaba People de Aretha
Kala aceptó su mano y el la tomó entre sus brazos, se dejaba guiar por Emir. Era muy especial ese momento, podía escuchar los latidos del corazón de su esposo.
—Estoy enamorada de ti.—dijo Kala espontáneamente
—También yo.—respondió Emir
Ambos se besaron, pero esta vez desbordando la enorme pasión que sentían el uno por el otro. Emir la guió hasta su habitación, Kala sentía una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo.
Entraron a la habitación de Emir, él se acercó para besarla de una manera tímida pero a la vez ardiente. Kala estaba agitada por el momento, pero quería estar con el
—Te amo Kala.—dijo Emir, ella le sonrió
—También te amo.—respondió Kala, en ese momento frente a Emir ella dejó caer su vestido. Estaba semidesnuda y se acercó a él para besarlo
Emir también se quitó la playera y también su pantalón, era un momento indescriptible, los besos de Kala eran apasionados. Emir comenzó a recorrer cada centímetro de piel con su boca, desde su cuello hasta las piernas. Emir la abrazó y la recosto en la cama, para poder seguir acariciando y probando cada parte de ella. El escuchar la respiración tan agitada de Kala y sus gemidos, lo hacían volverse loco.
Quedaron mirándose fijamente, Emir la volvió a besar mientras se colocaba entre sus piernas. Solo deseaba estar con ella, lentamente se unió a Kala, disfrutaba poco a poco del hermoso cuerpo de su esposa. Debía ir lento para no hacerla sentir dolor, solo quería complacerla
Kala no dejaba de mirarlo y de colocar sus manos en la espalda de Emir, también admiraba el cuerpo atlético de su esposo. Le encantaban sus largas piernas y su abdomen marcado, el sentirle dentro de ella era una experiencia indescriptible. Él era tierno, cada caricia la hacía sentir amada y deseada. Hasta lograba ignorar el dolor de su primera experiencia
Emir comenzó a embestirla más rápido, los gemidos de Kala lo hacían sentir cómodo y seguro de sí. Habían consumado su unión, pasaron toda la noche entre besos y caricias haciendo el amor. La hacía suya una y otra vez, ambos estaban en entrega total
Mientras tanto Pedro y Mahtob disfrutaban de su viaje por china, el siempre había querido recorrer las principales ciudades, no solo cuando iba por trabajo.
—Ya era tiempo de que estuviéramos juntos.—le decía Pedro mientras abrazaba a Mahtob, ambos estaban descansando
—Estos días a tu lado han sido maravillosos, extrañaba pasar tiempo a solas con mi esposo.—expresaba Mahtob
— También yo amor mío—respondió Pedro, después de quedarse en silencio.—No dejo de pensar en nuestros hijos, Emir ya está casado y al parecer se enamoró de su esposa. Zeynep está muy sola aunque aún es joven, debería darle espacio a su vida personal y conocer a alguien. Khaled es el que más va a tener mi atención llegando, no quiero que por nuestra falta de atención vaya a caer en el mundo de la mafia. Aysel en cambio, tiene una relación muy buena, por cierto los voy a financiar en su restaurante.—decía Pedro
—Sabías que Renzo está por pedirle matrimonio a nuestra pequeña Aysel, habló conmigo. Sería nuestro segundo hijo que se casa, siempre pensé que Zeynep sería la primera.—le comentaba Mahtob
—Es la ley de la vida, los hijos crecen y se van. Nosotros nos volvemos espectadores de sus vidas, tal vez pronto llegarán nuestros nietos. Lo bueno es que te tengo a mi lado, mi luz de luna.—decía Pedro
Mahtob lo beso, continuaron en lo que estaban, el deseo y el amor que sentían el uno por el otro jamás se había apagado, al contrario seguía cada vez más vivo
Al día siguiente Emir se había despertado temprano, la había dejado dormir. Kala se sentía aún en el cielo. Se levantó para tomar un baño y bajo para buscar a su esposo
—Antonia ¿Dónde está Emir?.—preguntó Kala
—Salió con el señor Javier de Icaza, muy temprano al parecer asaltaron al joven Khaled.—respondió Antonia
—Pero ¿él está bien?.—preguntó Kala
—Esperemos que sí, fueron por el al hospital.—respondió Antonia
Kala se quedó preocupada, en eso bajaron Samira y Aysel para desayunar con ella.
—Buenos días, ¿Qué tal estuvo tu noche?.—preguntó Samira
—No me digas que, ¿Dormiste con Emir?.—preguntó Aysel
—Si.—respondió Kala tímidamente
—Me alegra, ese bobo no podía dejar ir una mujer tan bella como tú.—decía Aysel
—Felicidades Kala, que bueno que está contigo y no con la odiosa de Elisabetta.—decía Samira
—¿Quién es ella?.—preguntó Kala
—Su supuesta mejor amiga, siempre estuvo haciendo su lucha con mi primo. Pero Emir es noble, sencillo y tiene un gran corazón, en cambio esa creída, se siente que el mundo no la merece.—respondió Samira
—A mi madre jamás le agradó ella, ni siquiera como amiga de Emir. Espero que ahora que sabe que está casado, se haga aún lado.—decía Aysel, llegaron Emir, Javier y Khaled
—Buenos días.—saludó Javier
—Buenos días.—respondieron en coro
—Javier ¿te quedas a desayunar?.—preguntó Emir
—Si, gracias.—respondió Javier
—¿Qué te pasó Khaled?.—preguntó Kala
—Me asaltaron, pero estoy bien.—respondió
—Hermano vamos te llevo a tu habitación.—dijo Aysel mientras ayudaba a su mellizo a subir
—Perdona por no haberte avisado.—decía Emir mientras abrazaba a su esposa
—No te preocupes, Khaled ¿está bien verdad?.—preguntó Kala
—Pudo ser peor pero, la navaja no daño ningún órgano. Así que se recuperará, vamos muero de hambre.—respondió Emir mientras besaba a su esposa, Javier se sentía feliz por su ahijado
Aysel lo dejo en su habitación y Antonia subió para atenderlo. Ella siempre se encargaba de sus niños, ellos eran muy apegados
—¿Quieres que te prepare algo especial?.—preguntó Antonia
—Gracias, lo que hagan está bien. Ahorita solo quiero dormir.—respondió Khaled
—Descansa hermano, si necesitas algo avísame también me quedaré para estar al pendiente de ti.—decía Aysel
Khaled estaba furioso, no había sido un asalto. La mujer con la que salía estaba casada, su esposo lo había herido, obvio que esto no se quedaría así, sabía que Anatoli lo ayudaría para ajustar cuentas con ese infeliz; pero si les decía la verdad a sus hermanos, se metería aún en más problemas con sus padres.
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