Mariela es una chica sencilla que cursa su último año de estudios de derechos penales. Trabaja como auxiliar jurídico en un respetable bufete de la ciudad. Un día recibe de su jefe una propuesta "Poco convencional" Pero debido a sus problemas económicos decide aceptar no sin antes redactar un documento que respalde ese acuerdo
No obstante, surge otro imprevisto familiar mucho más grande al que hay que hacerle frente en el menor tiempo posible y es donde se ve obligada a aceptar otra propuesta que le hace su jefe. Esta vez hablando de mas tiempo y mayor cantidad de dinero y vuelve a redactar un nuevo contrato
Axel Miller es un chico al que Mariela le gusta desde hace ya mucho tiempo y al que no se le ha atrevido a acercar por miedo al rechazo; Sin embargo, el destino los lleva a encontrarse de manera inesperada al abordar ese inesperado viaje
¿Qué pasará con Mariela?
Está envuelta en la encrucijada más crucial de toda su vida, en una lucha por decidir... "Entre el amor y el dinero"
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Capítulo 19. El beso más dulce de todos
Capítulo 19
El beso más dulce de todos
Escuchar la corta historia de Axel fue realmente sorprendente, me dejó con ganas de oír más, la verdad es que qusiera saber todo de él, pero siento que no puedo seguir preguntando, no quisiera que el llegase a incomodarse o que piense que esto se trata de un interrogatorio
—Ahora quiero saber todo de ti, a ver... Señorita bonita, es tiempo de que me relates tu historia. Háblame de ti ¿Tienes buena relación con tus padres? —pregunta él—
—Pues si, tengo buena relación con mi madre, siempre he contado con ella y mis hermanas, de 17 y 13 años. Somos muy unidas la verdad, ya la que me sigue está trabajando para ahorrar para su universidad y ayudar a mi madre con los gastos.
—Qué bueno saberlo, una familia de mujeres empoderadas y responsable, eso me agrada mucho. ¿Y tu padre?
—Nos abandonó. La verdad yo estoy bien con eso. Son pocas las personas que lo saben. Siempre suelo decir que está muerto y no miento, lo está para mi. El decidió marcharse hace más de siete años y viene cada vez que recuerda que tiene hijas, yo estaría feliz si no regresara jamás
—Vaya, lo siento mucho Mari igual debe dolerte recordar todo esto.
—No tanto, yo no lo necesito. Pero si me gustaría que estuviera ahí para mis hermanas, sabes. Ellas si que lo necesitan
—Claro que si, pero afortunadamente ustedes cuentan las unas con las otras y eso compensa esa ausencia, ¿no? Asumo. A diferencia de mi que en estos momentos estoy loco por volver a casa a ver a mi hermanito
Hablamos de todo un poco, entre las familias, los planes a futuro y nuestra vida personal. Sentía que el tiempo pasaba volando y no quería regresar a ese camarote
Quisiera detener el tiempo justo cuando veo su hermosa sonrisa
—Sabes, me gustaría saber por qué me pediste que te acompañara esta noche y no le dijiste a... Como sea que se llame
—Steven
—Bien, ese mismo. No es que me moleste, al contrario, me agrada que hayas pensado en mi, solo que me da curiosidad porque a pesar de lo raro que sea su relación, no estoy al tanto de saber si al menos son amigos o es solo interés mutuo
—Steven es una excelente persona, lo admiro muchísimo —le digo sonriente—, pero siento que luego de encontrarse con su ex, nuestra relación dio un cambio de 180° Ya casi no hablamos, siento que me esta evadiendo y a veces suele ponerse más de parte de ella. Es incómodo la verdad porque se que no tengo derecho de reclamarle nada por no ser su novia oficial, pero tampoco me gustaría aguantar demasiado, además, también te he dicho que me siento bien con tu compañía, ya que no amerito de vestirme de marca, saber el nombre del diseñador, comportarme se una manera que no va conmigo. Me siento ofuscada bajo esa situación, es frustrante tener que decir siempre lo correcto
—Me alegra que no tengas que fingir absolutamente nada conmigo, porque resulta que me gustas tal y como eres Mari. Me encantas y siento que no puedo arrancarte de mis pensamientos.
Ese hombre se acerca mucho más a mi, tanto que puedo sentir su respiración tan cerca de mis labios, tengo ganas de besarlo, pero tan solo aparto mi cara ligeramente y sonrío
Estoy temblando
—Ooook... Ya capto. No quieres besarme —sonríe— ¿Me precipité?
Pregunta mientras me mira con tristeza y yo me doy un par de bofetadas mentales por haber arruinado este momento. Lo que tanto había esperado
—No. La verdad no es eso... Es solo que...
Las palabras no fluyen libremente de mi boca, comienzo a tartamudear debido a lo nerviosa que estaba, pero solo una mirada bastó para que él entendiera que debía hacer un segundo intento
Pues mis ojos se clavaron en sus apetitosos labios, mismos que ahora tenían una sonrisa atrevida
Él vuelve a acercarse y se detiene justo al rozar mis labios con los suyos, yo lo tomo de la parte trasera de su cuello y lo beso, sus labios son puro fuego y me encanta la sensación que me dan
Su beso es dulce, lento, agradable y con ese toque juguetón que me encanta, siento que fácilmente pueden convertirse en mi vicio
—Eso ha sido perfecto —le digo con una sonrisa tímida
—¿Perfecto? Eso ha sido algo fuera de este mundo. ¡Por Dios! Tus besos son la cosa más dulce que he probado en mi vida. Me encantan Mari
Me dice este chico y se apresura para acercarme a él y volver a besarme
Terminamos fundiéndonos en un profundo beso lleno de ternura con un pequeño toque de lujuria y esto me hace olvidar que el mundo entero a mi alrededor, de pronto recuerdo que Steven existe y me aparto de Axel
—¿Qué hora es? Parece que se me está haciendo tarde
—Apenas van a hacer las doce —responde con tristeza y me pide que me quede un poco más
—Lo siento, pero no puedo
—Eso fue muy de cenicienta —sonríe con burla— Quedate cinco minutitos mas. Por favor —suplica—
—Steven de seguro estará esperándome en mi camarote. ¡Lo siento!
—Oficialmente estoy sintiendo celos de ese hombre, odio que tengas que compartir una habitación con él cuando quiero que estés solo conmigo —sonríe tierno—
—Eso será por pocos días
Le digo y dejo un pequeño beso en sus labios, luego vuelvo a toda prisa a mi camarote
Al llegar un Steven muy sorprendido y enojado me espera en el interior de ese camarote, sentado en el sofá con el ceño fruncido y una mirada prepotente que me pone nerviosa en un instante
—Pensé que no te vería hasta más tarde —sonrío incómoda—
—¿Dónde estabas Mariela? No quiero mentiras
—Que dices, no tengo por qué mentir. ¿A caso te importa?
—Claro que sí, eres mi novia así que deberías decirme a donde vas, ¿No te parece? —Aprieta sus puños y me dirige una mirada gélida que me incomoda
—Estaba afuera con un amigo... En el área de la piscina, ¿Por qué?
—Lo sé. Brenda me ha dicho que te ha visto regresar con ese camarero. ¿A dónde fueron?
—Claro Brenda... De nuevo Brenda. ¿Cómo es que no me esperaba algo así?... ¿Sí sabias donde estaba para que me lo preguntaste? ¿Por qué no fuiste a buscarme? Claro, cierto que estuviste muy ocupado dejándome sola todo el día y toda la noche
—Porque quería que tú me lo dijeras. Por eso fue que pregunté
—Eso es muy manipulador de tu parte, no voy a tolerar que vengas a pagar tus rabietas conmigo
—Déjate de rodeos y escúchame bien, no quiero que vuelvas a ver a ese camarero mientras estés aquí conmigo ¿Te quedó claro?
— Lo único que me esta quedando claro es que tenemos unas reglas estipuladas que no has hecho más que romperlas desde que subiste al barco. ¿Quieres que deje de verlo? Lo haré solo con la condición de que te alejes por completo de Brenda
—Esto es diferente, carajo. Estamos aquí para hacerle ver a ella precisamente que tú eres mi novia. Me parece ridículo lo que estás pidiendo
—Entonces no veo relevante tu imposición
—Escucha... No quiero que des la impresión equivocada mientras estemos juntos. Eso es todo
Me dice Steven mientras va calmando su ira
—Eso es...
—Estás aquí gracias a mi, te estoy pagando para que estés aquí y nunca había tenido que pagar para estar con una mujer, y bastante costosa que me estás saliendo
Me suelta en medio de su enojo y le doy una bofetada al sentirme tan ofendida
—Lo siento... No me refería a nada personal —me dice luego de recapacitar
—Sabes una cosa, Steven... El que estés pagándome para que esté aquí y que estés cubriendo todos mis gastos no significa que seas mi dueño.
—Eso lo hablaremos más tarde...
Juro que después de esto se me ha caído aquella imagen tan bonita que tenía de ese hombre
Salgo a la pequeña terraza, ver la tranquilidad del océano me relaja un poco
De pronto ese hombre se me acerca por la espalda, sin decirme una sola palabra, asumo que vio mi piel erizada debido al frío y se quita su abrigo y lo coloca por encima de mis hombros.
Yo seco mis lágrimas sin que el lo note, me quito su abrigo y se lo pego en el pecho
—No lo necesito ni lo quiero, lo único que necesito es estar sola ahora mismo. Vete
—Ok, pero juro que no quise ofenderte. Solamente estaba enojado
—Eso no te da derecho a tratar al resto del mundo como una mierda. Yo no soy ninguna sumisa Steven
—Ya te he dicho que no fue mi intención, lo único que quiero es que no haya rumores acerca de ti con otro hombre
—Vete Steven. Si quieres hacerme un favor déjame sola, ya he soportado bastante tus malditas humillaciones
Este hombre me deja sola y se recuesta a dormir en su sofá. Ahora mismo lo que quiero es salir corriendo de aquí y arrojarme a los brazos de Axel
Amanecí recostada en la tumbona de esa terraza con dolor de espalda y de cuello, paso a la habitación y afortunadamente Steven ya no está así que aprovecho para asearme y luego me meto en la cama a descansar
Me sentí ofendida por sus palabras pero lo que más me molesta es que me prohíba algo a lo que el no esté dispuesto a renunciar