Lo que parecía solo un accidente, resulto ser un caso de asesinato y el oficial Santos Benavides es quien está a cargo, un oficial muy eficiente, que no está dispuesto a rendirse hasta dar con el culpable, conectando así la vida de distintas personas cuyas vidas giran en torno al misterioso crimen…
Un escrito sin género definido, ya que tiene de todo un poco, aunque si especifique, y si incluye esto (género seleccionado), no quiere decir que de esto se tratara en su totalidad.
Les invito a que le den una oportunidad a leerla para que conozcan de que trata esta historia y les sea de su agrado.
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CAPITULO 19
Dentro del departamento vemos el bolso, llaves, suéter y zapatos tirados por el alrededor del piso de entrada...
En la cocina por el comedor estaban las bolsas con todas las compras que habia hecho...
Por la sala las fotografías y portaretratos totalmente quebrados por el pasillo...
Con la puerta abierta de la recamara y por alrededor de este estaban unas cuantas más; siendo Cassandra, encontrándose sentada en una de las esquinas abrazando sus piernas con la cabeza acurrucada en sus rodillas y con el cabello suelto que cubria su rostro.
Soltando sollozos. Con una mezcla de emociones dentro de su corazón y sentir; desilusión, decepción, coraje, impotencia...
Al día siguiente...
Muy temprano por la mañana...
En la entrada de fiscalia general se encontraban muchos policías y oficiales murmurando por lo que estaban viendo, en eso se acerca el capitán al escuchar tanto escándalo, hace a varios policías a un lado y al ver lo que pasaba queda impactado.
Se trataba del cuerpo inerte del secretario de economía Juan Ignacio García Zuluaga envuelto en bolsas negras con una estaca clavada en el pecho y en el, un letrero con el que decia:
—"El comienzo del plan"—hecho con letras recortadas de periódicos y revistas.
—Co-como paso esto?!—Menciona el capitán.
—no lo sabemos señor, uno de nuestros compañeros venia saliendo de fiscalía y se encontró con esto.—responde uno de los oficiales.
—¡Quien lo encontró?!—Dice el capitán volteando por todos lados.—eh?, ¿Quién fue quien lo encontró?!.—recalca con un poco de desesperación
—fui yo!—responde uno de los policias levantando la mano algo temeroso.
El capitán voltea hacia este para preguntarle:
—Que viste?, había alguien cerca del cuerpo?!
—cuando venia saliendo vi un bulto en el piso, me pareció extraño así que me apure para llegar, cerrando la puerta voltie y pues fue ahí cuando me llevé la sorpresa al ver de quien se trataba.—responde el policía con nerviosismo.
El capitán se calma un poco, voltea nuevamente hacia el cuerpo para mencionar:
—Llamen al fiscal!
Todos rodeaban el cuerpo, el capitán quien se tocaba por detrás de su cabeza tratando de guardar calma ante esto mientras los demás solo observaban.
Mientras que, dando vuelta a la derecha de fiscalía se encontraba recargado en la pared Samuel con una gorra y lentes asomándose con cuidado para observar lo que pasaba ,para después voltearse, recargar su cabeza en la pared, exalar y terminar por irse del lugar.
Viendose por enfrente de donde se encontraba este, el auto estacionado perteneciente al secretario.
Momentos después...
Centro de la capital del país, Hotel "Palomas"
Se encontraba en recepción Santos Benavides esperando a la recepcionista cuando se escucha en el telévisor:
—Acaban de confirmar lo que sería el posible asesinato de Juan Ignacio García Zuluaga de 38 años de edad, quien era el secretario de economía del país. Este sería encontrado en las afueras de fiscalia general muy temprano por la mañana"
—Benavides se acerca hacia el televisor situado en una de las esquinas de recepción junto a un señor quien sentado cruzado de piernas en uno de los sofás leia el periódico.
—El capitán, Humberto Diaz fue quien nos dio la exclusiva. "Envuelto en bolsas negras y con una estaca clavada en el pecho con un letrero que decía: El comienzo del plan.", fueron sus declaraciones. Acaso el secretario Diaz tenía algún lazo con el narcotrafico, ajuste de cuentas, a una jugada chueca.Con esto, con esto se amanece el día de hoy señores. Les estaremos informando.—decía la conductora del noticiero.
—¡Esos cabrones, solo porque tienen poder se creen intocables!—interviene el señor mientras leía el periódico.
Benavides voltea hacia este quien no creia la noticia.
Momento después...
—pregunte a la que realizo la limpieza en esa recamara y me dijo que en uno de los cajones del buro había encontrado esto.—decía la recepcionista quien le entrega un sobre con una carta dentro a Santos.
Este observa para luego para tomarla.—Ella lo puso en el área de objetos perdidos, no costó trabajo ya que están clasificados por fechas.—menciona la recepcionista.
—le agradezco por su amabilidad y apoyo con esto.—dice Benavides aguardando la carta en la bolsa de su pantalón cuando suena su waki toky.
sacándolo de la otra bolsa del pantalón menciona:
—disculpe...—no se preocupe.—responde esta con una sonrisa para retirarse.
—dime Zacarias.—contesta Benavides.
—buenos días Santos.—responde con algo de nerviosismo y este lo nota.—paso algo?—pregunta confundido.
—estoy en la casa de Jesús el empleado de limpieza y...hay algo que tienes que ver en persona.
Este confundido por lo que habia dicho le responde:
—puedes esperar ahí una hora, me encuentro fuera de la ciudad.
—Si. Aquí te espero...
