RECUERDOS DE UN AMOR (Yo Fui Tu Primer Amor II)

Marcus pensó dos veces en dejar sonar el celular, ya que no quería separarse del cuerpo desnudo de su mujer, su mujer era una palabra tan sencilla pero con tanto valor él no quería que aquel sonido interrumpiera el sueño de Cloe, ella había terminado muerta despues de aquella noche tan maravillosa que habían pasado juntos.

Al verla ahí a su lado era la hermosa confirmación de que no estaba soñando de que aquellos sueños que había tenido hasta ese día se había vuelto realidad superando por mucho todo lo que él había imaginado al tener su primera vez con la hermosa Cloe, la cual lucía hermosa con aquella cara de ángel con sus mejillas aún sonrojadas por tan fogosa noche ella era perfecta, su compañía le daba una paz y tranquilidad a su alma que hacía que se olvidara de todo lo que él era y representaba en el mundo de la mafia, a su lado todo desaparecía haciéndolo centrarse únicamente en la mujer que ama y que lo hacía tan feliz.

A su lado desaparecian todos los miedos de poder formar una familia y de poder ser feliz, por primera vez despues de mucho tiempo vuelve acreer que el amor lo puede todo y que aunque el fuera la persona que es había en el mundo una mujer que en verdad lo amaba.

Cloé se aferraba al cuerpo desnudo de Marcus y eso le generaba una hermosa sensación de felicidad eso era el amor verdadero, el poder observar a la persona que amas y disfrutar de su compañía aun cuando ella está profundamente dormida su simple presencia lo hacía sentir tan feliz y se sabía amado y el saber que ya nunca más estaría solo y que después de muchos años tenía un lugar especial para él de ahora en adelante había un hogar al cual regresar y ese era entre los brazos de aquella hermosa jovencita que se entregó a sin reservas, sin siquiera pensar en lo difícil que va a ser su vida al formar parte de la mía, el ser el jefe de la mafia italiana no es nada sencillo, pero por ella no me importa regresar a ser aquel hombre despiadado que he estado conteniendo en mi interior al venir a este país tratando de dejar atrás ese mundo miserable, pero ahora se que mis enemigos harán hasta lo imposible por dañarme pues ahora tengo una debilidad y esa es Cloé.

Sin pensarlo más separó el cuerpo de Cloe del suyo con delicadeza tratando de no despertarla para poder levantarse de la cama, cubrió su cuerpo con las sábanas de seda y tomo el celular para atender la llamada que era bastante insistente no entendía quién podía ser a esa hora pues eran las cinco de la mañana incluso para sus hombres era muy temprano para estar trabajando.

Al ver la pantalla de su celular se dio cuenta de que se trataba de Lucio uno de sus hombres de confianza el cual se encargaba de su seguridad.

¿Bueno, Lucio?

Señor, ha llegado el transporte con las armas.

—Y acaso tú no puedes recibirlas o qué Lució?

Si señor ese no es el problema, el problema es que junto con el embarque ha llegado un anciano que dice conocerlo y que tiene algo muy importante que decirle personalmente y que no piensa ir a ningún lado sin antes hablar con usted.

¿Es italiano?

Preguntó Marcus sorprendido pues él no conocía a nadie mayor los únicos a los que había conocido en el pasado estaban muertos o en su contra, se puso unos boxers para cubrir su desnudes seguido saco un cigarrillo de su abrigo y salió a la terraza para fumarlo no quería que el humo despertara a Cloe, se sentó en la pequeña salita de estar que ese encontraba en la terraza mientras pedía que le pusieran al hombre al teléfono para poder hablar con él.

Si señor, es italiano dice conocerlo a usted desde que era un adolescente.

Ponlo al teléfono, volvió a repetir Marcus con una voz sería que lo distinguía ante el mundo.

—¿Bueno, Marcus?

Marcus sintió que le caía un balde de agua helada en el cuerpo, esa voz la reconocería al instante, pero a qué se debe qué, y cómo es que sabe que estoy aquí?

—¡No, puede ser!

Exclamó levantándose de golpe del pequeño sofá en el cual se había sentado para fumar su cigarrillo.

¡¿Leandro es usted?!

Preguntó sorprendido al escuchar aquella cansada voz, mientras se revolvía sus cabellos por la sorpresa incredula.

—Si, Marcus te he estado buscando por todas partes hasta que seguí a los hombres de Alessandro y ellos me llevaron hasta ti.

—¡¿Qué?¡

¿Qué es lo que está diciendo?.

Pregunto Marcus al escuchar la voz de aquel anciano que hacia mucho no veia y fue en alguna ocasión el hombre que le tendio la mano a Marcus despues de la muerte de su madre al ser el jardinero de aquella mansión, el fue testigo de las atrocidades que se cometieron con su madre y con él cuando era pequeño.

—Lo que escuchaste Marcus, Alessandro tiene hombres vigilándote muy de cerca desde hace mucho, pero no es esa la razón por lo que he venido hasta ti necesito que me ayudes por favor es algo muy importante, tal vez es de vida o muerte.

Muy bien Leandro en unas horas estoy con usted por ahora descansa y te veo en un rato comunícame con Lucio por favor, respondió Marcus dando una calada profunda a su cigarrillo para poder controlar la inquietud que le generó el saber que era eso tan importante que Leandro tiene que decirle y como es que Alessandro sabe dónde estoy con exactitud, si he matado a todos cuantos ha mandado a perseguirme, pensaba en su interior mientras esperaba la respuesta de Lucio.

¿Si señor?

Te encargo que atiendan muy bien a ese hombre y llévalo a mi viejo departamento ahí hablaré con él en unas horas en cuanto a lo que dice dobla la seguridad de mi prometida no quiero ser tomado por sorpresa.

¿Su prometida, señor?

Si Lucio, me he comprometido con la señorita Cloe, así que quiero que la mantengas a salvo tú te harás responsable de ella en todo momento me respondes con tu vida si algo le llegará a pasar, me escuchaste bien?.

Si señor, respondió Lucio al escuchar las órdenes de su jefe.

No quiero fallas dijo Marcus al pensar que durante todo ese tiempo Alessandro le ha estado pisando los talones y él no se había dado cuenta de que tan al pendiente estaba de sus movimientos, no entendía cómo era que había logrado infiltrarse en ese país y que su gente no se haya dado cuenta de la presencia de sus hombres. Y eso solo significaba una cosa y era que tenía un traidor en su equipo.

Nadie que haya navegado con la vandera contraria se habia podido hacercar a él sin que se dieran cuenta y lo hubieran hecho pagar por su atrevimiento.

Marcus estaba sorprendido, pero a la vez preocupado pues no sabía que tanta información tenía de él su tío Alessandro y si sabía o no de Cloe, esos pensamientos hicieron que sintiera una rabia al pensar que ella había estado en un peligro constante y él no lo sabía.

No quería despertarla pero no pensaba dejarla sola, de ahora en adelante él sería como su sombra, pues no estab dispuesto a poner su vida en riesgo as que no se despegaría de ella ni un solo momento, así que muy a su pesar tenía que despertarla.

Apago su cigarrillo y entro nuevamente a la habitación camino hacia la cama y comenzó a darle unos pequeños besos en sus labios para obligarla a abrir los ojos.

Mmmm que sabor tan delicioso pensó Marcus mientras se adueñaba de los labios de su mujer eran tan calidos.

Cloe correspondió inmediatamente a los besos de Marcus iniciando asi nuevamente con el calor de la excitación parecía una niña con juguete nuevo pues al haber probado del sexo tan maravilloso que le proporcionó Marcus queria mas de es, jamás se imaginó que el sexo fuera tan exquisito, pero lo era aún más cuando lo haces con la persona que amas. Ella no quería parar de disfrutar de aquellas nuevas sensaciones que la hacían tocar el cielo y asi fue, una vez más dieron rienda suelta a su pasión en fuertes y rítmicas embestidas y probaron la dulce miel del amor explotando al éxtasis de un placer desbordado lleno de amor, pasión y deseo.

Marcus trato de controlar su respiración antes de hablar y de levantarse de la cama.

Hermosa tenemos que ir a mi departamento tengo un asunto muy importante que resolver, ¿quieres venir conmigo o prefieres que pasemos a hablar primero con tus padres?.

Quiero quedarme a dormir unos minutos más, y más tarde iré a hablar con mis padres aún es muy temprano guapo, le dijo aferrándose al pecho desnudo de Marcus pues no quería soltarlo, era suyo y quería estar a su lado por siempre. Su cuerpo era tan cálido y fuerte que se sentía segura entre sus brazos se habían convertido en su lugar favorito.

Marcus no quería adelantarse a los hechos, pero sabía que no podía dejarla sola en ningún lado ella ya no estaba segura lejos de el o de sus padres.

Cloe notó algo raro en la expresión de Marcus y esa era una mueca en su rostro que no había visto nunca.

—¿Está todo bien?

Pregunto Cloe sentándose rápidamente en la cama para observar detenidamente a Marcus pues tal vez no le había prestado mucha atención antes pero esa mueca no paso desapercibida para ella.

—No

Respondió Marcus en voz baja, pues no quería armarla antes de tiempo, pero sabía que al ser su mujer esa sería su vida de ahora en adelante y no se podían dar el lujo de omitir ni un solo comentario o duda por su seguridad.

—¿A qué te refieres con ese no Marcus ?.

Dijo Cloe poniéndose de pie para ir directamente hacia la ducha.

Estoy seguro de que tenemos un soplón en el equipo y ha estado pasando información a mi tío, lo que no sé es que tanto sabe Alessanadro de nosotros hermosa y como podrás darte cuenta tu vida corre peligro y no puedo dejarte sola en ningún sitio.

Respondió Marcus mientras entraban juntos a la ducha, después de tanto sexo candente necesitaban refrescar sus cuerpos para poder recuperarse de lo acalorado del momento.

Cloe guardó silencio por unos segundos mientras el agua fría se deslizaba por su cuerpo pues su mente estaba tratando de asimilar tanta información, ya que hasta ese momento no se había puesto a pensar en la magnitud del problema que sería si el tío de Marcus sabía de su existencia.