La promesa que le hizo a su padre en la tumba, ha hecho de Agatha un gran abogada, rigiendo su vida en base a esa promesa, pero parece que este nuevo caso tendrá que desestabilizar todo su mundo y esas bases. Parece que este va a ser su peor juicio, porque ese hombre de ojos verdes la vuelve cada vez más loca.
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Peonias
Agatha entró a su oficina buscando algunos papeles que necesitaba entregarle a Nicolai morozova, Tom le había pedido el favor, no tenían nada que ver con el caso, pero aprovecharía de mandar con ella unos documentos en físico, solo le había mandado un mensaje a primera hora para informarle.
-Senorita Agatha - Agatha escuchó la voz de su secretaria desde la recepción - tiene una entrega importante aquí en la recepción, llegó esta mañana a las nueve.
Agatha tomó la carpeta y salió con ella en la mano, curiosa de que podría ser, fue cuando vio el enorme ramo de peonías que la esperaban en la recepción, Agatha miró admirada las peonías rosadas pálidas, tan delicadas y dejaban un perfume tan sutil.
-Doctora Bustamante creo que la pelea con su novio fue fuerte anoche, el nunca le había mandado flores
-Si, fue un poco fuerte - Agatha tomó el pesado ramo de flores entre sus brazos y olió el aroma floral, que deliciosos pensó agatha, en medio de todas las flores había una pequeña nota escrita a mano
...“Me gustaría devorarte, derretir el caramelo que corre sobre tu piel, ...
...para endulzar mi café cada mañana....
...Hoy me levante y observe el amargo café que me acompañaba...
...Me descubrí añorando el dulzor de tu piel”...
No había ninguna firma, pero Agatha sabía muy bien de quién eran esas palabras, sintió que su estómago se convirtió en hielo pero sus mejillas se encendieron como el sol, aquellas palabras debían de ser de Alexandre, pero y si no eran?.
-¿Las dejo un repartidor?¿ te dijo que eran de Magnum? - Agatha le pregunto rápidamente a su secretaria.
-El repartidor no dio informaciones de quien la mando, solo me entregó el ramo y dijo que eran para la doctora Bustamante.
-¿Para la doctora Bustamante?
-Si, para usted - yaneth la miraba con curiosidad.
-Si, entiendo anoche… Magnum hizo algo que …se sintió mal - Agatha sabía que Magnum nunca le diría doctora bustamante, colocó la nota nuevamente entre las flores - puedes colocarlas en mi oficina, las colocas en agua, estan muy hermosas
-claro doctora, realmente estan hermosas - Yaneth tomó las peonías y las admiro, con la mirada brillando por la belleza del regalo
-Me voy yanet, ya te pase la grabación del doctor Latzarote, coloque mis anotaciones juntas, coloca todo lo relevante en la documentación del caso de los Morozova
-¿Y la grabación de la entrevista con el señor Morozova? - Yaneth preguntó por qué era parte de su trabajo organizar todo para la facilidad de Agatha.
-hoy lo voy a volver a entrevistar, te entregare todo junto, chao Yaneth
Agatha salió rápido antes que su asistente hiciera más preguntas, realmente en la grabación se escucha la conversación subida de tono que había tenido con Alexandre, no podía entregarle eso a su asistente. la volvería a escuchar y cortaría la parte que no era necesaria para Yaneth
Entró al edificio de los Morozova y se sorprendió con lo enorme que era, la recepción era gigante en todos cremas y platas, todo lustrado y pulido, el piso en mármol y las paredes perfectamente pintadas, muebles destinados para el descanso de sus visitantes y guardias de seguridad en cada esquina. Se dirigió hasta la recepcionistas
-Bueno días, tengo una entrevista marcada con el señor Alexandre Morozova a las once en punto- Agatha entregó su cartón de presentación de abogada
La recepcionista lo miró sin tomarlo y la miró fijo por unos segundos, anotó algo en su computador.
-Puede dirigirse a los elevadores que están al fondo, a su derecha, entregue este carnet al personal de seguridad junto con su documento, cuando el la libere, solo aproxime ese carnet al lector del elevador, se liberará la puerta para su entrada, el señor Morozova la está esperando.
Al final la recepcionista le dio una rápida sonrisa y continuó anotando algunas cosas en su computador.
-Muchas gracias.
Agatha camino con seguridad en la dirección que la señorita le había dicho, llegó al lado del guardia le presentó los documentos, el hombre de casi dos metros la miró de arriba abajo y le paso un detector de metales por todo el cuerpo, llevaba un vestido color crema de manga larga, pegado en la cintura y que se abre en una falda ancha , dándole un aspecto de vestido princesa corto, que le llegaba a la mitad del muslo, revelando sus tonificadas piernas, con unas sandalias de tacón delicadas y sobre sus hombros un blazer marron claro. Su cabello completamente suelto en suaves ondas y maquillaje ligero.
Luego de la inspección pudo entra en el ascensor que subió automático para la oficina de Alexandre, con cada piso que subia el pulso de Agatha también parecía aumentar, respiro hondo intentado calmarse, se senti ligeramente nerviosa, quizás era por la forma que actuó en su anterior reunion con Alexandre. Su mente peleaba consigo misma, regañando la por la forma en que actuó, porque le habia seguido el juego? Debió de apartarlo en el primer momento… porque te gusto, le decía otra voz en su cabeza, no, no es verdad. Alexandre la estaba viendo como un juego eso le había dicho Tom, si ella se comportaba aun mas desafiante, el se veria mas atraído, quizás si se comportaba con indiferencia el cansaria y no se divertiria con ella, ayyy pero como se comportaria con indiferencia? Si cada oración de ese hombre la alteraba.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron, su corazon latio en un ritmo irregular, se sintió como una adolescente viendo al muchacho que le gustaba, eres una idiota Agatha, le dijo una voz en su cabeza, estas grande para esos sentimientos, pero allí estaba Alexandre, se encontraba sentado en su escritorio, hablando por celular, estaba relajado, Agatha miro a su alrededor aun sin salir del ascensor, había una gran sala con lo que parecia ser la mesa de la asistente pero estaba vacia, luego estaba la oficina de Alexandre, en tonos marrones y en medio de todo eso, estaba Alexandre, aun no la había visto, parecia estar concentrado en su llamada.
Este capítulo fue una montaña rusa de emociones y yo encantada gritando en primera fila.
Cada línea me tuvo atrapada como si el Wi-Fi dependiera de tu historia.
¡No sé cómo lo haces, pero lo haces genial!
Gracias por escribir con tanta magia… y por dejarme con el corazón en suspenso como siempre.
¡Espero el siguiente capítulo como quien espera pizza en plena dieta: con emoción y ansiedad!