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ELEGIR AL INDICADO

ELEGIR AL INDICADO

Status: Terminada
Genre:Completas / Aventura de una noche / Madre soltera / Romance de oficina / Atracción entre enemigos / Ascenso de clase social
Popularitas:2.9M
Nilai: 4.7
nombre de autor: Regina Cruz C.

Maite es una chica de quince años que se enfrenta a una dura decisión, dejar a su sobrino en un orfanato, o cuidarlo como si fuera su hijo.

Un incidente con una cartera haría que su vida cambie de un día para otro, provocando no solo una nueva oportunidad de trabajo para que mejorar su condición de vida, al igual que el niño que la llama mamá, sino que también hará que cruce caminos con un hombre que tiene mucho que ver con él.

No obstante, sus personalidades y formas de ser son tan opuestas que el llevarse bien será algo difícil.

¿Podrá surgir al más allá que solo la conexión que los une con respecto a su hijo?

NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 19

Maite se da cuenta de que Ezequiel no tiene el mismo ánimo de momentos atrás.

— ¿Pasó algo mientras me fui?

— No.

— Te noto diferente.

— Creó que debería irme. Esté lugar no es para mí.

— Si quieres podemos ir a cenar en otro restaurante.

— No. Yo cometí un error al salir contigo. Sigamos cómo amigos. Me iré ahora. — Maite piensa que perdió el interés, por qué ahora sí confirmo que ella es madre soltera.

— Está bien. Cuídate.

— Gracias. Adiós.

...

Patricia y Leandro regresan, ella le pregunta a Maite dónde está su cita. Ella responde que el se tuvo que ir. Patricia sonríe satisfecha y Maite se despide de ellos.

— Yo cenaré en casa. Con su permiso.

— Maite quédate. Yo te invito. — Dice Patricia.

— No muchas gracias. Daniel se tiene que acostar temprano y debo ayudarlo con su tarea aún.

— Ya hice mi tarea mami.

— ¿La hiciste bien?

— El tío Leandro me ayudó. ¿Verdad tío?

— Si.

— Gracias señor.

— De nada. — Contesta el, Maite se da cuenta de que su voz suena indiferente. No tiene el sonido habitual..

— ¿Podemos quedarnos mami?

— Está bien.

Todos piden algo de cenar. Leandro observa la puerta del restaurante y ve entrar a su cuñado. Patricia se muestra celosa al notar que está viendo a alguien, sin embargo al ver de quién se trata sonríe.

— Mi hermano está aquí. ¿Amor debería invitarlo a cenar?

— No creó que sea adecuado, viene con alguien.— Maite no muestra interés por ver de quién se trata, ella está ocupada ayudando a su hijo. Patricia se da cuenta de eso y se molesta un poco.

— Le diré que venga. — Ella se levanta de su asiento y camina hacia su hermano. — Hola hermanito. No pensé encontrarte aquí. Y tan bien acompañado.

— ¿Qué quieres?

— Pensé que sería una buena idea invitarte a mi mesa. ¿Quieres?

— No gracias.

— No me hagas un desaire. — Le dice al oído. — Ven. — Ella le toma el brazo y lo lleva a su mesa. Pide al mesero dos asientos más y estos son rápidamente colocados.

— Leandro. ¿Cómo estás? — Pregunta David.

— Bien. — Contesta el.

— Maite. Te ves muy linda. — Ese comentario parece molestar a la compañía de David.

— Gracias señor.

— ¿No me vas a presentar? — Pregunta Thalia, la que se cre su novia.

— Todos en está mesa te conocen.

— No todos. — Dice ella observando a Maite.

— Ella es Thalia, mi amiga. — Patricia se ríe de la forma en que presentó a su compañía, algo que molesta todavía más a Thalía.

— ¿Y ella quien es? ¿Hermana de Leandro tal vez?

— No. — Contesta Maite. — Yo soy...

— Mi amiga. — Responde Patricia. — Y su hijo. Daniel.

— Mucho gusto.

— El gusto es mío. — Dice Maite a Thalía.

— Mami. Ya terminé. ¿Nos vamos ya? — Pregunta Daniel.

— Claro que sí amor. — Ella dirige su mirada a Patricia. — Señora yo me retiro. Mi hijo debe dormir.

— Está bien. — Contesta ella. Maite se pone de pie y se va junto a su hijo.

— ¿Señora? ¿Así te trata una amiga? — Pregunta Thalia.

— Cómo mis amigas me traten no es de tu incumbencia.

— Mejor cambiemos de mesa. — Dice David, y se van, pues ya ha perdido el interés de estar ahí.

— De verdad que no entiendo por qué los invitaste.

— Para molestar a Thalía, para acercar a mi hermano con Maite, y para ver si algo en ellos está cambiando.

— ¿Y?

— A David parece gustarle. Maite se muestra indiferente.

— No creó que tú plan funcione. Ellos dos no son el uno para el otro.

— ¿Por qué?

— Por qué tú hermano es un demonio, sin corazón, y Maite es todo lo contrario a el.

— Tal vez Maite consiga que mi hermano cambie. El amor todo lo puede.

— Adoro lo positiva que eres. Pero no creó que pasé. — Patricia acerca su rostro al de Leandro.

— Y yo adoro cuando me haces el amor. — Patricia le muerde el labio. — ¿Y si vamos a un hotel antes de ir a casa?

— No tengo ganas de eso. Mírame.

— Estás mal de la pierna. No de otros lugares. — Ella le toca el abdomen y baja su mano.

— Amor controlate. Estamos en público.

— Vamos a un hotel. ¿Si?

— ¿Me hiciste brujería o algo por el estilo?

— ¿Ya no estás enojado?

— Después de ir al hotel tal vez se me quite.

— No perdamos el tiempo. Te quiero poner de buenas cuánto antes.

...

Maite regresa a la villa y sube a la habitación con su hijo, le pone la pijama y lo acuesta a dormir. Por la madrugada ella empieza a soñar con su hermana, mejor dicho a recordar lo sucedido el día que la vió por última vez. Deprimida, enojada, con odió en la mirada. Ella se despierta al recordar los gritos que daba. Se despierta, ve a su pequeño Daniel y se tranquiliza. Le acaricia la cabeza y da un pequeño beso a su frente.

— No quiero amar a otro hombre más que a ti.

...

Al día siguiente Maite y Daniel de nuevo se van al orfanato, Leandro y Patricia siguen en el hotel, desnudos, disfrutando de su amor.

— No hacía falta un viaje. Aquí podemos disfrutar. — Dice ella mientras le besa el pecho.

— Apoyo tu idea. Hoy no vamos a salir de aquí. — Leandro la besa de nuevo. — Te amo.

— Yo también te amo.

...

Horas después, Maite regresa a la Villa. Trae a Daniel en brazos por qué se canso de tanto jugar. Ella lo lleva arriba y lo acuesta en la cama.

...

Al día siguiente por la mañana, ella ve a Patricia y Leandro llegando de muy buen humor. Todo es risas entré ellos. Maite se alegra de que arreglaran sus problemas. Cómo no quiere interrumpir se sube a su habitación sin hacer ruido.

...

El lunes siguiente, todo parece ir muy bien, aunque David todavía no ha firmado el contrato que Patricia le pidió. Hugo va a visitarlo y le pregunta si ya tomó una decisión.

— Todavía no lo he pensado.

— Piénsalo rápido, el tiempo se acaba. ¿O ya se te olvidó lo que apostamos?

Flashback.

Después de la reunión con Patricia, David se sube a su auto y Hugo lo sigue desde el suyo, llega a un bar y a pensar de la larga fila que hay lo dejan pasar rápidamente, Hugo también pasa.

David va a una sala VIP, se sienta y ordena algo de beber.

— ¿Por qué estás tan molesto?

— Esa estúpida asistente arruinó mis planes.

— De estúpida no tiene nada.

— Mejor cállate. — Una mesera llega con bebidas y las pone sobre la mesa. Luego se retira rápidamente.

— Yo creó que te da coraje el que ella te ganará.

— No he dado mi permiso. Nadie ha ganado.

— Vas a terminar aceptando.

— Eso está por verse.

— ¿Qué harás? ¿Vas a seducir a la asistente para que cambié el contrato? — Una sonrisa malvada se forma en los labios de David. Hugo parece entender sus pensamientos y advierte. — No creó que te haga caso. Además tiene un hijo, y a ti no te gustan las madres solteras.

— Sólo necesito que cambié el contrato. No necesito estar en una relación con ella. ¿O si?

— No te hará caso.

— ¿Quieres apostar?

— ¿No recuerdas cómo terminaste la última vez que apostamos?

— Yo gane. Es lo único que recuerdo.

— Bien. Hagámoslo, yo haré lo propio, veremos quién gana está vez. ¿Qué quieres apostar?

— Esté bar, seré el dueño absoluto si gano.

— Está bien. Pero si yo gano me quedó con todo.

— Perfecto. Igual yo voy a ganar.

Fin del flashback.

— No lo he olvidado. — Contesta David.

— ¿No he visto que hagas algo para ganar?

— Ya no quiero jugar.

— ¿Por qué? ¿Tan difícil es ganarte a una madre soltera?

— Dímelo tu. ¿Ya la metiste a tu cama?

— Todavía no, pero estoy en eso.

— No vas a poder. Yo firmaré el contrato hoy o mañana.

— No me importa. Maite me gusta, su juventud y su belleza me provocan muchas cosas. Así que seguiré con el juego. Es tu decisión si continúas. Nos vemos. — Hugo abre la puerta y lo primero que ve es el rostro de Maite. Hugo y David entran en pánico.

1
Elis Peralta
Excelente
Leomaides Davila
Leandro se merece a Maite y q salgan de esa familia manipuladora
Leomaides Davila
no me gustaría otro hombre para Maite.
siempre dije q Patricia se traía algo.
creo mentiras para q su hermano dejara a Carolina no le importaron los sentimientos de el. Ella es una manipuladora y todo lo hace a su conveniencia. tal como sus padres
Leomaides Davila
creo q Patricia le oculta algo a Leandro ya q siempre dice q su relación con sus padres mejorará cuando Maite este con David . no sé siento algo extraño ai
Duque
Excelente
Duque
pienso que a Leandro le gusta Maite y aún noo se. da cuenta
Carmi Graziano
Excelente
Carmi Graziano
Que chupe se la, están poniendo de color de hormiga
Mirtha Jarsun
Excelente
Ariana Cavallaro
De verdad que esos padres son de lo último. No piensan en felicidad de sus hijos
Ariana Cavallaro
la Patricia es muy malcriada. Que fuera Leandro el que no aparecía mientras ella está en el hospital, a ver qué va a pasar 😡
Ariana Cavallaro
Osea que la hermana está viva. Y ese supuesto amigo de ella la tiene?
Rosa Escalona
vamos a ver que pasa
Karen Sosa
no entiendo , cada capitulo son nuevos personjes e historias inconclusas...que es eso....
Patricia Godoy
Malo
Soledad Chavolla
Excelente
Margarita Abundis
que se quede con leandro
Margarita Abundis
leandro
Marlene Caballero
si la verdad no m gusta mucho que ste con Leandro,no m parece que amaba tanto a Patricia y d pronto ama a Maite🙄prefiero a David.
Carmen Palencia
desde Venezuela le escribo para felicitarte por ésta excelente novela gracias por deleitarnos con estos capítulos hermosos
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