Volver Para Sobrevivir

Llagaron a la ciudad, un guardia se adelantó para avisara que el segundo príncipe León había llegado, y que con él estaba el príncipe heredero de Golden, él rey por supuesto se puso contento al saber que su hijo se hizo amigo del heredero es una señal de que tendrán una prospera alianza entre países, también mando a un para de sirvientes a arreglar una habitación para el joven heredero.

Uno de los guardias anunció a los recién llegados, ambos se inclinaron en forma de respeto por el rey

-Bienvenido hijo mío, y también usted príncipe heredero, ¿a qué se debe su visita?

-pues me he hecho buen amigo de su hijo y yo mismo quise asegurarme de que llegara a salvo le he tomado aprecio

-Muchas gracias, ya he mandado a preparar una habitación en el palacio de invitados para que la ocupe durante su estadía aquí en Astria

-Padre, no es necesario yo lo he invitado a quedarse en mi casa creo que estaría más como y no se sentiría fuera de su hogar ya que en Golden pasamos mucho tiempo juntos por el entrenamiento

-Bueno ya que esta solucionado eso, vallan a descansar y nos vemos en la cena quiero que se unan a la cena esta noche estarán tu hermano mayor y la reína madre

-Claro que si alteza será un placer acompañarlo

Ambos se fueron León lo llevó a su casa no era tan grande ni tan pequeña, pero era cómoda y sencilla así como él, este le mostró a Martín su recamara estaba a lado de la de él,

-¿Qué no compartiremos habitación?

-por sunpuesto que no los empleados podrían inventar rumores sobre nosotros

-Pero si no son rumores, tú y yo si tenemos una relación

-Príncipe que cosas dice

León estaba total mente rojo, lo solo voltio la cara para que este no lo notará, Martín solo dio una carcajada y lo metió en la habitación ahi lo beso tiernamente

-príncipe, se que a usted no le importa el que diran porque su padre lo apoya pero yo no se si mi padre acepte esto

-Si no lo hace te irás conmigo de regreso a Golden

León solo ríe pues este habla como si fuera cualquier cosa pero le gusta su seguridad y la confianza que tiene, Martín lo jala y lo acuesta en la cama y este lo abraza poniendo su cabeza en el pecho de Martín y así se quedaron dormidos por horas hasta que una sirvienta tocó la puerta porque un sirviente del palacio real había mando por ellos para ir a cenar con él rey, Martín le agradeció y le dijo que él iría a hablarle al príncipe León ella solo asintió con la cabeza, Martín le dijo eso para que no se fuera a la habitación del otro y se diera cuenta que no estaba ahí, él no quería poner en riesgo la reputación del albino pues a este le importa mucho y él no hará nada para que este salga dañado.

Ambos se cambiaron y se fueron a donde sería la cena con el rey ahí estaban los hermanos del príncipe entre ellos estaba una bella joven que desde que entró no dejó de verle a Martín ella tenía cabello oscuros y ojos color miel, ninguno de los hermanos de León eran igual que él, era el único de cabellera blanca y de ojos púrpura, eso le gustaba resulta que es una rareza y sin duda la más bella que ha visto, su albino lo era todo para él.

-Lamento la tardanza,

Había llegado la reína madre, la abuela partera de León, ella no quería al muchacho porque era diferente ni siquiera se parece a su madre y ella, siempre ha dicho que tal vez no es hijo del rey, y al ver que este estaba, sólo hizo una cara de desagrado, que no pasó desapercibida por la pareja de enamorados

-Madre por un momento pensé que no vendrías,

-De haber sabido que ese chico estaría aquí no habría venido

Martín agachó la cabeza, le dolía lo que la reína madre le decía, Martín le tomó la mano por enzima de la mesa no le importo que lo vieran, sólo quería hacerle saber no estaba solo la reína madre por supuesto noto esto y le pareció desagradable

-Te he dicho que no trates mal a mi hijo es lo único que tengo de mi difunta reina

-Esta bien sólo porque eres mi hijo no diré nada más

La cena era tranquila Martín platicaba muy alegre con todos en la mesa y hablaba de lo bueno que era León en combate que incluso era su maestro personal,

-Me alegro él siempre tuvo talento para eso

-Gracias padre

La joven por fin se decidió a hablar pues tenía rato queriendo hacerlo

-Príncipe, perdone que me entrometa pero quería preguntarle si usted ya tenía una prometida

-No, no tengo prometida pero ya tengo a alguien en mi corazón

La joven se puso un poco seria después de esa respuesta, pues él se le hacía muy atractivo, pero aún no estaba comprometido así que si le pedía a su padre el rey, tal vez tendría la oportunidad de casarse con él.