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Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Status: Terminada
Genre:Magia / Traiciones y engaños / Apoyo mutuo / Reencarnación / Mundo de fantasía / Salvando al mundo / Completas
Popularitas:179.9k
Nilai: 4.9
nombre de autor: abbylu

En un mundo donde zombis, monstruos y poderes sobrenaturales son el pan de cada día... Martina... o Sasha como se llamaba en su anterior vida es enviada a un mundo Apocaliptico para sobrevivir...

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 18

La habitación estaba caliente, impregnada con el olor metálico de la sangre seca y el sudor. Diego, con el rostro cansado, sostenía la aguja con firmeza mientras sus manos presionaban la herida del muslo de Martina, la misma que había comenzado a hincharse con un color rojizo preocupante. Llevaba horas atendiendo a los heridos, y aunque tenía conocimientos médicos, no era un doctor profesional… pero en ese lugar olvidado por Dios, él era lo más cercano a uno.

El problema era que no tenían antibióticos. Apenas unas cuantas vendas limpias, un par de jeringas oxidadas, analgésicos vencidos y agua hervida. Diego frunció el ceño al ver cómo la fiebre de Martina aumentaba. Estaba ardiendo. Literalmente.

—Maldición… —susurró—. Esa varilla tenía más óxido que la puerta del infierno.

La muchacha sudaba a mares. Su cabello se pegaba a la frente y sus labios se movían en un murmullo apenas audible. Diego iba a levantarse para buscar a Mike y advertirle del empeoramiento, cuando de pronto la mano de Martina lo tomó del brazo con fuerza.

—¿A dónde crees que vas, niño bonito? —dijo con voz rasposa y una sonrisa traviesa en los labios.

Diego se quedó helado.

—¿Martina? —intentó girarse, pero ella, con una fuerza inesperada, le saltó encima, montándose a horcajadas sobre él.

—¿Tú quién eres? No me digas… —Ella entrecerró los ojos, escaneándolo con descaro—. ¿El nuevo chico de medicina? Te ves mejor sin camisa, ¿lo sabías?

—¡Martina, por favor! ¡Estás delirando! ¡Tienes fiebre! —balbuceó Diego, tratando de apartarla mientras ella se acercaba peligrosamente a su rostro.

—¿Fiebre? Yo lo que tengo es calor, bombón —ronroneó, y se inclinó para intentar besarlo.

Diego, rojo como un tomate, empujó el respaldo del sillón para no caer de espaldas. Estaban en el pequeño consultorio improvisado, con paredes de tela, y no podía creer lo que estaba sucediendo.

—¡Martina, esto no es lo que piensas! ¡Tú tienesuna gran infección! —gritó con nerviosismo mientras intentaba no tocar más piel de la necesaria.

—Shhhh… tranquilo, doctor sexy —susurró ella, ahora acariciando su mejilla con un dedo tembloroso—. Hoy es mi cumpleaños, ¿sabes? Y me porté tan bien estos últimos meses… Merecía una fiesta, y qué mejor que una privada con el galán de guardia…

—¿Qué fiesta? ¡Esto no es una fiesta! ¡Estás alucinando! —Diego soltó un quejido al ver que ella casi le arranca los botones del uniforme—. ¡Ayuda!

Justo entonces, la cortina fue apartada de golpe y aparecieron James y Mike. El primero con el rostro pálido, el segundo con una expresión que oscilaba entre la furia, el desconcierto y la vergüenza ajena.

—¿¡Qué mierda está pasando aquí!? —gritó Mike.

Martina giró la cabeza con una sonrisa encantadora y los ojos nublados por el delirio de la fiebre.

—¡Miren nada más! ¡Más chicos lindos se suman a la fiesta! ¿Qué es esto? ¿Quién me preparo tan hermosos regalos?

James abrió la boca, luego la cerró. Luego la volvió a abrir y no encontró palabras.

—Dios mío… —murmuró, conteniendo la risa.

—¡Diego! —bramó Mike—. ¿¡Qué le hiciste!?

—¡Nada! ¡Te juro que nada! ¡Ella me atacó! ¡Yo solo estaba cosiéndola! —dijo mientras luchaba por soltarse de Martina, que seguía abrazándolo con una sonrisa de borracha feliz.

—¡Niño bonito, no te vayas! No seas así… apenas íbamos a empezar el juego de las camisas perdidas… —musitó ella con un puchero exagerado.

—¡Eso no es un juego! ¡Eso es una infección grave! —gritó Diego.

—¿Y tú, quien eres? —dijo Martina ahora mirando a James, y alzando una ceja—. Ya sé, tú eras el capitán del equipo, ¿no? Me acuerdo de ti… uff, qué bien te quedaba ese suéter blanco en la uni…

James parpadeó. ¿Suéter blanco? ¿Universidad?

—Martina… Estás hablando incoherencias... ¿te encuentras bien?

—Claro que sí, tontito… esta es mi fiesta de graduación… y ustedes son mis regalos. Todos me amaban en el campus, hasta que me volví juiciosa y me quedé con uno solo… pero bueno, una recaída no mata a nadie, ¿cierto?

Martina soltó una carcajada ronca y se tambaleó.

—¡Eso es! ¡Vamos a jugar botella o reto! —gritó mientras alzaba los brazos… y luego cayó como un saco de papas entre los brazos de Diego, inconsciente de nuevo.

Un silencio sepulcral llenó la habitación.

Mike apretó los puños, tragando su ira.

—Esto es tu culpa, James.

—¿Mi culpa? ¡Si la delirio la está haciendo viajar en el tiempo! ¡Yo solo vine a ver si estaba bien!

—Y yo solo quiero pedirle que no se muriera en mis piernas, ¿qué tal si alguien me ayuda de una vez? —dijo Diego con ironía mientras trataba de levantar el cuerpo sudado de Martina.

James se agachó y tomó a Martina con cuidado, ayudando a colocarla en una camilla improvisada. El rostro de la joven seguía encendido, sus labios murmurando frases inconexas sobre fiestas, chicos y una discoteca con luces de neón. Parecía feliz, dentro de su fiebre. Completamente desconectada del mundo real.

—Necesitamos antibióticos —dijo Diego, esta vez serio—. Si no conseguimos algo fuerte para contrarrestar la infección, no pasará de esta semana. El óxido entró muy profundo, y su fiebre está subiendo sin control.

James asintió, ya más calmado.

—Revisaré los suministros. Tal vez en la zona de los refugiados haya algo útil.

—Yo voy contigo —agregó Mike, aunque su rostro todavía mostraba el conflicto interno que lo atravesaba. Su hermana era todo lo que tenía… y verla tan vulnerable, tan rota y delirante, le partía el alma.

—Vamos —dijo James, abriendo la cortina mientras ambos salían del consultorio.

Diego suspiró, mirando a Martina con una sonrisa cansada.

—Tienes una forma peculiar de poner a prueba la moral de un médico, chica.

Martina, como si pudiera oírlo, se removió ligeramente en la camilla y murmuró:

—Chico sexy, tráeme otro trago…

Diego se rió en voz baja, y le colocó un paño húmedo en la frente.

—De momento solo tengo agua hervida. Lo siento, reina de la fiesta. Pero si cuando esté consciente me sigues llamando así... no podre contenerme.

Martina en ese tiempo que llevaba allí se había concentrado tanto en salvar y proteger a las personas del refugio, que se le habían pasado por alto todas las miradas que los chicos del refugio le daban. Diego, Steven, Nelson, Dilan e incluso James la veían de forma tierna y admiradora. Ella no solo era fuerte, también tenía ese toque de chica sexy y ruda que a más de uno lo tenia botando baba. Mike no era idiota, ya había visto a varios con miradas tontas hacia ella y es por eso que a quien pudo intimidar así lo hizo y a otros esperaría a que dieran el primer paso para ponerlos en su lugar...

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Lisha (O-P)༒︎
jaja ese dios siempre haciendo de las suyas
Obdulia N. Basaldua C.
es la primera vez que dejo comentarios, he leído libros o novelas hermosas y excelentes pero está historia sobre el apocalipstico fueron muy impresionante, aunque en la historia te perdiste por los tantos personajes que algunos tomaban como líderes juntos a Martina se fueron perdiendo hasta los dones los cambiaste en algunos pero no importa fue bonito saber que alguien piensa de esta manera ya que justamente está historia podríamos vivir en un futuro muy cerca... se que es una historia o una novela como lo llamen...pero el mensaje fue claro reflexivo incluso y un total prevelgio de poder leer con gran emoción cada capítulo... gracias autora por una gran historia.. ojalá está se transmita en algún canal filmado para hacer ver al mundo de que en un futuro podría pasar justamente eso en la vida real no será exacto porque la salvación Dios lo hará....
Rosa Garcia
muy buena historia,me gustó 👍
Amunet 🖤
los muertos vivientes y estación zombi es lo único q he visto d éste estilo, y eso me ayudo a disfrutar d esta novela fue muy emocionante esperar cada vuelta situación q atravesaban los personajes y aunq x ahí d algunos solo se mencionaban d pasada, no molesto .... estuvo genial ♥︎
Amunet 🖤
pobres tuvieron más problemas en el trayecto q en el destino ♥︎
Maria Kupke Probst
Muy buena la historia. Las otras 2 que nombras ya las leí y me encantaron. Voy por más. Felicitaciones
Amunet 🖤
si es una coqueta aléjate, x ahi encontrarás alguna mutancita jiji♥︎
Amunet 🖤
jajajajjajaja los celos le ganan a la supervivencia jajajajja♥︎
Amunet 🖤
pues chapín su mochila y salgan x ellos pues estos♥︎
Amunet 🖤
mientras no aparezca a dar lata todo bien, hay sufiente lío sin revoltosos ♥︎
Amunet 🖤
obviamente, si ella tomo el mando líder es uno solo, en sus novelas estuvieron cada uno en grupos distintos aquí ella se torno la cabeza♥︎
Amunet 🖤
humm, viene el lobo, viene el lobo...... no ... ojalá te atrape un zombi♥︎
Amunet 🖤
una d las q llego con Karl♥︎
Amunet 🖤
ahhhhh en ese lugar es donde después se tenia q armar la resistencia antizombisy q luego pelearan entre ellos♥︎
Amunet 🖤
wow con Karl doblaron la cantidad d supervivientes ♥︎
Amunet 🖤
tengo hambre jijiji♥︎
Amunet 🖤
pues claro la alimento y la fortaleció ♥︎
Amunet 🖤
ohhhhhh el amor noble permitió matarla al principio ♥︎
Amunet 🖤
ohhhhh q lokura ♥︎
Amunet 🖤
pues igual se supone el lidera al grupo más adelante o en la historia original ♥︎
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