LA EMPERATRIZ RENCARNO

Al entrar al gran castillo, el diseño de época antigua era evidente, sus arreglos modernos no podían sacar su estilo, tenía un delicado color de blanco y oro. El ambiente era frío, como si nadie viviera ahí.

- No te acomodes mucho, te quedarás hasta mañana y volverás- Dijo Cedric mirándola, noto como miraba al rededor del castillo

- Aja- Contestó Amira, estaba en un sueño, el castillo era hermoso ante sus ojos " Si así es su castillo, como será de los otros Reyes" pensó mirando el diseño del techo

" Porque mira tanto, es como si nunca vio un techo" pensó Cedric con una ceja levantada

- ¿Lista? - Preguntó Gley, Amira asintió, siguiéndole el paso.

- Come algo- Dijo dándole una manzana.

- Gracias- Contestó Amira- ¿A dónde vamos ahora? - Preguntó, mirando al rededor del escaso bosque.

- Conocerás a nuestros Dragones primero - Contestó Gley- Mi dragón es el Rey de los Dragones - Terminó diciendo

- Genial- Contestó Amira, Gley sonrió- ¿Y tú Dragón? - Preguntó a Cedric

- El mío también, es su gemelo - Contestó, Amira asintió

- ¿Ellos también tienen reglas Reales? - Preguntó Amira. Cedric asintió dudoso.

- Ellos pelean por su poder, al ser hermanos los dos mandan como Reyes, solo si uno se le enfrenta es ahí donde entra la pelea a muerte por su poder - Contestó Gley.

Detuvieron su paso, Gley detuvo a Amira, una gran bestia frente a él se presentó, la neblina y el vapor lo rodeaba. Gley se acercó lentamente, los ojos rojos de la gran bestia lo miraron atentamente.

- Hola amigo, tengo que presentarte a alguien- Decía Gley suavemente

Amira miró al gran Dragón negro, era majestuoso, no sintió miedo al verlo, estaba eufórica de su gran presencia.

- Acércate- Dijo Gley, Quien acariciaba la cabeza de su Dragón como si fuera un perro.

Amira Camino a paso lento, Cedric estaba atrás de ella por cualquier imprevisto.

Amira lo miro a los ojos, esos ojos penetrantes que la hacía sentir que le veían hasta su alma.

 ** Diosa Emperatriz *****

Dijo una voz en su cabeza, Amira sonrió, El Dragón arrimo su rostro cerca de ella, Amira levantó su mano para acariciarlo, Gley no podía creerlo, Cedric estaba con la boca en el suelo al ver eso.

- Hola Racnor- Dijo Amira en voz alta.

- ¿Cómo sabes su nombre? Dijo Gley en shock

- Él me lo dijo - Contestó Amira, acariciando sus escamas, y su barbilla " Es como si fuera un lindo cachorito " pensó Amira sonriendo " Un cachorrote con alas " pensaba feliz.

Una golpe detrás de ellos se escuchó. El Dragón blanco que vio cuando al principio estaba mirándola fijo desde un alto tronco.

se acercó a Amira con paso rápido, Cedric sé asustó pensó que la atacaría, quedó congelado al ver que la estaba llenando de caricias, como si fuera un juego, un perro con su dueño.

- Basta Rick- Decía entre Risas Amira, los dos grandes Dragones la lamían.

Dejándolos con los ojos como huevos a sus dueños.

- Tú entiendes que pasa - Preguntó desconcertado Cedric a Gley

- Estoy igual que tú- Contestó

Amira se limpió, los Dragones se recortaron a su alrededor

- ¿Tienes que decirnos algo?- Preguntó Gley ansioso

Amira se rascó el cuello nervioso- Es que...- balbuceo

- Es mi poder de Diosa - Dijo mordiéndose los labios

- Explícate mejor - Contestó Gley, estaba que le comía la ansiedad - ¿Ya sabias de ellos verdad?- Continuó elevando su voz - ¿Estabas planeando algo? - dijo acercándose con enojo.

Racnor Gruñó defendiendo a Amira, Rick la envolvió en su cola cubriéndola, mostrándole los dientes a sus dueños.

- Woo, Amigo soy yo ... - Dijo Gely mirándo su enojo.

Amira se puso delante de los Reyes,- tranquilos no me harán nada- Dijo suave haciendo que se calmaran. - Tengo que hablar con ellos - Dijo a Racnor y Rick en su mente, se fueron mirando de reojo a sus dueños, sin antes mostrar los dientes como advertencia.

- Es verdad ...- Balbuceo Cedric- El poder de las Diosas de las Bestias y de los mundos - Continuó.

Amira suspiró, asintió.

Gley Chisto los dientes - Es por eso que te defendieron- Dijo sin creerlo.

- Sí... Perdón por eso, son sus Dragones- Dijo haciendo una reverencia- Sí no pueden seguir entrenándome, me retiraré - Dijo, sabía que esto fue mucho, sus Dragones se pusieron en contra de ellos, no podía imaginar el enojo en ellos.

Cedric y Gley se miraron, Amira se retiró hasta el Castillo, tendría que volver, después de esto, seguro tendría que ver como conseguir quien la ayudara a controlar el poder de fuego.