Sebastián Spencer, exitoso arquitecto y empresario de la construcción, encuentra su vida entrelazada con el carismático empresario de juegos, Luciano Reyes. La trama se complica aún más cuando Sebastián descubre que Melisa, la esposa de Luciano, despierta en él sentimientos inesperados. Entre el diseño de estructuras y el riesgoso mundo de las apuestas, los protagonistas se ven atrapados en un triángulo amoroso que desafía las fronteras entre la arquitectura de sus vidas y los juegos de la pasión, desencadenando una historia llena de secretos, decisiones difíciles y una búsqueda inesperada de la verdadera construcción del amor.
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capítulo 18
Luego de almorzar, Luciano le dió un beso en la frente a su esposa, ella se ocupó de poner cada cosa en su sitio y limpiar cara utensilio que había utilizado, el hombre se dio un reconfortante baño y despues de eso se metió en su despacho.
Mientras Luciano se encontraba en su despacho, revisando los planos del hotel que Sebastián le había enviado. Junto a él, su asistente repasaba los detalles con atención, señalando los cambios y mejoras que habían sido implementados, incluyendo algunos de los bocetos que Olivia había compartido con ellos.
-Mira esto- dijo Luciano, señalando un diseño en particular.- Es uno de los bocetos de Olivia. Creo que realmente captura la esencia que estábamos buscando para el lobby.
El asistente asintió con aprobación, examinando los detalles del diseño con interés.
-Tiene razón, señor. Es impresionante cómo ella logra combinar la elegancia con la modernidad. Definitivamente será un punto destacado del hotel.
La conversación entre los dos hombres continuó, llenando el despacho con el murmullo animado de ideas y planes, no solamente para el primer hotel si no también para la cadena hotelera completa. Hablaron del talento del joven arquitecto que habían contratado, elogiendo su creatividad y visión única. Ambos coincidieron en que la cadena hotelera estaba destinada a ser un éxito rotundo, gracias en gran parte al trabajo en equipo y la colaboración entre todos los involucrados.
En cuanto a los detalles del hotel, imaginaron un lugar moderno y lujoso, con una arquitectura impresionante que combinaba a la perfección con el entorno natural que lo rodeaba. El lobby sería espacioso y luminoso, con detalles elegantes y una atmósfera acogedora que invitaría a los huéspedes a relajarse y disfrutar de su estadía desde el momento en que cruzaran la puerta.
Las habitaciones estarían decoradas con un estilo sofisticado y contemporáneo, ofreciendo comodidades de primera clase y vistas impresionantes de los alrededores. Además, el hotel contaría con diversas instalaciones y servicios, desde un spa de lujo hasta restaurantes gourmet y áreas de recreación individuales y para toda la familia.
Mientras discutían los detalles, Luciano no pudo evitar sentirse orgulloso del trabajo que estaban realizando juntos. Sabía que el hotel no solo sería un éxito comercial, sino también un legado de su dedicación y pasión por crear experiencias inolvidables para sus huéspedes. Y con cada plano y diseño que revisaban, el sueño del hotel comenzaba a tomar forma, prometiendo un futuro brillante lleno de posibilidades.
Mientras tanto Olivia se sumergía en la atmósfera tranquila del invernadero, escuchando su playlist favorita que siempre la acompañaba en esos momentos de serenidad, la melodía de su móvil la sacó de su momento de concentración. Al ver un número desconocido en la pantalla, dudó por un momento antes de decidirse a contestar.
-¿Hola?- dijo con cautela, preguntándose quién podría ser el desconocido al otro lado de la línea.
Una voz grave y cálida respondió del otro lado, diciendo
-Hola, ¿es esta Olivia?- preguntó la voz que se oía fuerte y suave a la vez.
Olivia frunció el ceño ligeramente, intentando reconocer la voz que no le resultaba para nada familiar.
-Sí, soy yo. ¿Quién habla?.
-Ah, disculpa si te sorprendí- dijo el hombre del otro lado de la línea con amabilidad- Soy Sebastián.- respondió el joven arquitecto.
La sorpresa se reflejó en el rostro de Olivia al escuchar el nombre.
- ¿Sebastián? - preguntó ¿Por qué estaría llamándola el joven arquitecto? Una mezcla de curiosidad y intriga se apoderó de ella mientras esperaba escuchar qué tenía que decirle- ¿Cómo conseguiste mi número?
Olivia aún sorprendida por el llamado de Sebastián, decidió preguntar directamente cuál era el motivo de su llamada, aunque intuía de qué se trataba.
-Sebastián, ¿a qué debo el honor de tu llamada?- inquirió Olivia con curiosidad, aunque creía saber si estaba en lo cierto.
El joven arquitecto no tardó en responder, su voz transmitía un tono de entusiasmo contagioso: -Quería darte una muy buena noticia- dijo él con la satisfacción impresa en su tono de voz- Tu oficina ya está lista. Puedes presentarte a trabajar aquí cuando tú quieras.
Los ojos de Olivia se iluminaron con emoción y alegría ante la noticia.
-¡Oh, Dios mío! ¡En serio?- exclamó la muchacha emocionada.-¡Eso es maravilloso!.
Sebastián rió suavemente con satisfacción al otro lado de la línea, contagiado por la emoción de Olivia.
-Sí, es cierto. Estoy seguro de que te encantará el espacio- agregó el joven- Esperamos con ansias que comiences a trabajar aquí.
La emoción de Olivia era palpable mientras agradecía efusivamente a Sebastián por la noticia. Ya podía imaginar cómo sería trabajar en su propia oficina, lejos de la soledad de la mansión y rodeada de la energía creativa del nuevo proyecto hotelero.
Después de despedirse de Sebastián con una sonrisa radiante en el rostro, Olivia dejó escapar un suspiro de felicidad. Por fin, parecía que las cosas estaban empezando a tomar forma según lo planeado, y ella estaba lista para abrazar este nuevo capítulo en su vida con entusiasmo y determinación. Se apresuró en terminar sus tareas, para luego correr hasta el despacho de su esposo, dispuesta a darle las buenas noticias.
Al llegar, entró a la mansión, se aseó y caminó con paso presuroso hasta donde se encontraba a su esposo. En la puerta se encontró con Antonio que iba de salida.
-¿Luciano, está muy ocupado?- le preguntó.
-No- respondió él- de hecho ya terminamos nuestros asuntos.
-¡Genial! Gracias- replicó ella y tras dar dos pequeños toques en la puerta, entró sin esperar a que su esposo le diera paso. Lo contempló unos minutos, él se hallaba revisando unos papeles que tenía en las manos, mientras que un aura misteriosa y sería lo envolvía.
Luciano alzó la mirada...
-Hola- le dijo él.
-Hola- replicó ella, acercándose más
-¿Está todo bien?- indagó con curiosidad al notar en su rostro una expresión que nunca antes había visto.
-¡Sí, está todo bien!- exclamó ella sonriendo- ¡Tengo una muy buena noticia!
-¿Me compartes las buenas noticias?- dijo él sonriendo.
-¡Me acaba de llamar Sebastián!- exclamó ella- ¡Mi oficina ya está lista!- agregó con mucho entusiasmo, Luciano se puso de pie, se acercó a ella y la abrazó.
-¡Eso sí que es una muy buena noticia, cielo!- le dijo- ¿cuándo empiezas?
-Cuando yo quiera- respondió ella.
-Muy bien, esto amerita un festejo- dijo él- ¿cenamos fuera de casa?
-Ok, acepto- respondió ella, y tras darse un suave beso, la pareja se alistó y salieron juntos a festejar que la muchacha ya tenía su propio lugar para trabajar.