Estoy a punto de casarme con un hombre cruel y sin sentimientos y todo por pagar una deuda familiar, mi nombre es Sofía Gómez y el hombre que me compro se llama Adrik Ivanov, su nombre lo define a la perfección, ya que el es un hombre cuya oscuridad y frialdad te abraza con solo una mirada.
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Capitulo XVIII El accidente
— Hola querida!. — dijo Alina a su hermana.
— Veo que estás de vuelta, ya te cansaste de venderte al mejor postor, querida!. — respondió Sofía.
— Sabemos que es a otra a la que le gusta venderse. — respondió Alina mirando a Adrik.
— Tus palabras no me afectan, sé quién soy y lo que soy, no necesito estar probándole nada a nadie. — contesto Sofia con una sonrisa.
— Por lo que veo, ahora eres una creída, pero te recuerdo que si Adrik te deja, te quedarías sin nada.
— Si Adrik llegará a dejarme, al menos me quedan mis estudios, pero a ti que te puede quedar?.
— Vamos amor, no vale la pena discutir con gente sin cerebro. — continuo, Sofía alejando a su esposo de aquella mujer.
Sofía no le dio importancia a la llegada de su hermana, así que siguió disfrutando de su fiesta de graduación junto a su esposo y amiga, pasadas las once de la noche, Adrik pidió a su esposa salir de aquel lugar y es que él tenía más planes para ella.
— Voy a despedirme de Cecilia, te alcanzaré en el auto. — dijo Sofía dejando a Adrik parado sin opción a negarse.
Adrik salió del salón de fiesta y se dirigió a su auto, mientras Sofía fue a despedirse de su amiga.
— Amiga me voy, espero que sigas divirtiéndote.
— Por qué te vas?, esto apenas se pone bueno. — respondió Cecilia.
— Adrik me pidió que lo acompañará a un lugar, al parecer me tiene una sorpresa. — contesto Sofía emocionada.
— Bueno, amiga, entonces no hagas esperar a ese bombón que tienes como esposo, ve con él. —
Sofía salió del salón de fiesta feliz, ella había logrado tanto, la joven nunca pensó que sus sueños se harían realidad y que además tuviera el amor de su esposo.
Al llegar al estacionamiento vio a su esposo recostado en el auto, leyendo algo en su teléfono, se veía tan atractivo, pensó Sofía.
— Hola guapo!, por qué tan solo!. — dijo Sofía coqueteando con Adrik.
— Estoy esperando al amor de mi vida, pero al parecer ella está muy entretenida en su fiesta. — respondió Adrik siguiendo el juego de Sofía.
— Ella es una afortunada al tener un hombre tan guapo a su lado. — respondió Sofía, acariciando el pecho de Adrik por encima de la camisa.
— Sofía no sigas con este juego o te haré mía aquí mismo. — la excitación de Adrik era evidente, para el, Sofía era encantadora y despertaba la pasión en él de manera inmediata.
Adrik abrió la puerta del auto, para su esposa y luego subió él, puso en marcha el motor y salieron rumbo a la sorpresa que le había preparado, Sofía miraba atentamente a su esposo, ella no podía creer que se había ganado el corazón de Adrik Ivanov, el hombre más codiciado del país.
— Qué tanto me miras?. — pregunto Adrik.
— Lo guapo que es mi esposo!. — respondió Sofía segura de sí misma.
— Aquí la única que es hermosa eres tu princesa, no sabes la suerte que tengo de tenerte a mi lado, te amo Sofía Gómez.
— También te amo!, Adrik Ivanov.
De repente sintieron como el auto empezó a dar vueltas, ellos no sabían lo que estaba pasando simplemente se tomaron de la mano y se miraron a los ojos, Adrik golpeó su cabeza contra la ventana del conductor y perdió el conocimiento, Sofía aún despierta empezó a pedir ayuda, hasta que quedó sin fuerzas.
Al despertar Sofía se encontraba en la habitación de un hospital, Cecilia estaba a su lado como la buena amiga que era.
— Sofí, al fin despiertas!. — exclamó Cecilia preocupada.
— Qué me pasó?, donde estoy?. — respondió Sofía.
— Tuviste un accidente. — dijo Cecilia.
— Adrik!, dónde está mi esposo?. — pregunto Sofía desesperada.
— Tranquila amiga, Adrik está bien, solo que está en otra habitación. — respondió Cecilia.
— Quiero verlo. — dijo Sofía preocupada.
Cuando Cecilia le iba a contestar entro el doctor que estaba atendiendo a Sofía, el doctor era un hombre muy atractivo.de unos treinta y tanto, sus ojos eran claros y su piel morena resaltaba su belleza, Cecilia estaba como hipnotizada con el hombre, pero él simplemente la veía como el familiar de su paciente.
— Buenos días, señora Ivanov, me alegra mucho verla despierta. — dijo el doctor.
— Buenos días, doctor, cuando podré ver a mi esposo?. — Sofía solo pensaba en Adrik.
— Antes de que vaya a ver a su esposo, debo revisar que todo esté bien con usted y su embarazo. — el doctor soltó la noticia de sopetón.
— Qué está diciendo?. — la sorpresa de Sofía fue enorme, ella no sabía que estaba embarazada.
— Lo siento!, pensé que sabía de su embarazo. — el doctor hizo una pausa.
— Bien señora Ivanov, usted está embarazada, ha sido una suerte que no perdiera en embarazo en ese accidente, su bebé es muy valiente.
Sofía no salía de su asombro, ella no pensó estar embarazada, se suponía que esperarían un año más para intentar quedar embarazados, pero ahora las cosas cambiaron.
— Es increíble, Sofía!, seré tía. — la felicidad en Cecilia era evidente, en este momento el doctor Fernando Aguirre vio por primera vez a Cecilia.
— Bueno empezaré con el chequeo.
Sofía se quedó tranquila mientras el doctor revisaba sus signos vitales, en el accidente Sofía no recibió el mayor impacto, ya que el auto que los choco impacto contra en lado del conductor, la muchacha solo tenía unos cuantos golpes y un hombro dislocado, además de eso no había nada más grave, al contrario que Adrik, él se encontraba en cuidados intensivos y aún no reaccionaba, el golpe en la cabeza fue bastante fuerte y los doctores lo mantenían dormido mientras disminuía la inflamación en el cerebro y es que un golpe de esa magnitud podía dejar secuelas irreparables.
— Como está mi hijo?. — pregunto Lucrecia la mamá de Adrik.
— Vamos a esperar una semana para poder despertarlo, por el momento solo nos queda esperar. — contesto el doctor.
— Y esa mujer, cómo está?. — pregunto de nuevo Lucrecia.
— La señora está bien, ya despertó y en este momento un obstetra la está examinando. — dijo el doctor.
— Un obstetra?, y eso por qué?.
— La señora está embarazada.
Lucrecia quedó en shock, ahora le resultaría imposible poder separar a su hijo de esa mujer, las cosas no podían ponerse peor, pensó la mujer.