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AFABLE

AFABLE

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Mafia / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Diferencia de edad / Jefe en problemas / Secuestro y encarcelamiento / Enfermizo
Popularitas:27.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Irwin Saudade

Janet tiene un futuro prometedor, pero su padre la fastidia a que ya debe casarse. Como ella se niega rotundamente, la obliga a aceptar un trabajo en la ciudad. Así es como termina cuidando de un hombre ciego llamado Nicolás. Este hombre es hijo de un mafioso.

Será que, el haber ido en contra de los deseos de su familia, ¿Podría significar el inicio de su felicidad?

NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

PORQUE NECESITO SABER

A la mañana siguiente todo parecía seguir normal.

—¿Cómo te sientes hija? —Mi abuelita estaba sentada frente a mí.

Ambas estábamos terminando de desayunar.

—Creo que ya estoy bien. Pude descansar y el desayuno estuvo muy rico.

Asintió con una sonrisa amplia.

—Me da gusto escuchar eso. ¿Qué te gustaría comer hoy?

Su pregunta no fue tan importante para mí, porque en realidad había otra cosa que daba vueltas en mi cabeza.

—Abuelita.

—¿Qué pasó?

—Usted me dijo que hay alguien que conoce mi origen. ¿Podría decirme quién es ese hombre?

Asintió.

—Ese hombre es el tío del muchacho que estás cuidando en la ciudad. Gabriel es su nombre.

¡Quede más pasmada que antes! ¿Eso era verdad? ¿Él podría darme información? ¡Qué barbaridad!

—¿Sabe si él está en la casa de los padres de Nicolás?

—Creo que sí. Tu papá ha estado ayudándole en algo.

¿Mi padre? Ahora me resultaba muy extraña esa palabra. Pronunciarla o escucharla. ¡Debía obligarme a tener quietud!

—¡Tengo que ir a verlo! Necesito hablar con él.

No me dijo que no debía ir, solo, toco el dorso de mi mano y apretó tantito mi carne. ¿Qué sentía ella al verme descubrir la verdad? ¿Quería que yo fuera feliz al descubrir con certeza cual era mi origen? ¿Cuánto valor debió requerirle haberme confesado la realidad oculta? Y, sobre todo, ¿por qué razón se sentía comprometida por contarme ese secreto?

—¡Eres muy fuerte hija! Quiero que cumplas tus sueños. Te has esforzado muchísimo y quiero verte triunfar. Por eso decidí hacer esto. ¡Mereces una buena vida!

Sus palabras me conmovieron.

—¡Gracias abuelita! Mis padres aún no saben qué yo estoy aquí —quise que supiera.

Asintió.

—¿Iras a verlos?

—Sí. Pero primero, debo hablar con el tío de Nicolás.

Me tomo quince minutos poder llegar a la casona, a ese rancho. No me dio miedo entrar y tocar la puerta principal. ¡Aquella puerta por la que salí hace poco más de un mes!

Una señora me abrió. ¿Quién era?

—¿Qué se le ofrece señorita?

—Buen día. Busco al señor Gabriel. Necesito hablar con él.

—No estamos contratando ahora —fue grosera conmigo.

—¿Tengo cara de que estoy buscando trabajo? Por favor, necesito hablar con don Gabriel.

—Disculpe, pero…

—¡Es urgente! ¡Por favor! Dígale que estoy aquí. Janet vino a verlo —hice contacto visual con ella y supe que debía convencerla con el siguiente argumento—. Se trata de Nicolás, del hijo de don Gabriel.

Al instante, me dejó pasar y me condujo a la sala principal. Me senté en el sofá de piel negro y la comodidad era increíble.

Espere algunos minutos.

—¿Qué ha pasado con Nicolás? —La voz de Gabriel captura mi atención.

—¡Hola! ¿Cómo está señor? —Saludé, quise mostrar interés en él.

—Estoy bien. ¿Cómo está mi hijo?

Sonreí.

—Él está bien. El día de ayer le hicieron su última operación y está en casa recuperándose.

—Que gusto escuchar eso.

Se sentó en el sofá de enfrente.

—Sí. Ya pronto podrá valerse por el mismo.

Este era el momento para ser directa.

—¿Y a que debo tu visita? ¿Ya no quieres cuidar de mi hijo?

Sonreí.

—Vine porque quiero pedirle que me cuente la verdad.

Se sacó de onda.

—¿Contarte la verdad?

—Bueno, Nicolás me contó que usted en realidad es su tío y cómo familiar directo que usted es, necesito que me diga la verdad sobre algo importante.

Pareció un poco intrigado y hasta pasmado, diría yo.

—¿Qué verdad necesitas que yo te diga?

Y aunque mi impulso por querer saber era muy grande, el simple hecho de tener que pronunciar mi realidad, eso me dolía. ¡Me daba miedo aceptar que mis lazos sanguíneos eran desconocidos a mí!

—Se trata de mí.

—¿Qué puedo hacer por ti?

Tragué saliva, apreté mis puños. ¡Debía controlar este nervio de pronunciar mi realidad!

—Quiero que sea sincero con lo que le voy a pedir.

Su mirada tenía un toque de atención y meditación.

—Claro.

Deje escapar un suspiro, me mordí el labio inferior y junte todo mi valor.

—¿Es cierto que usted sabe quiénes son mis verdaderos padres?

Mi pregunta lo impacto muchísimo. Arrugó su entrecejo por la sorpresa de mis palabras.

—¿Tus verdaderos padres?

—Sí.

Se quedó callado. Parecía estar nervioso.

—Tus padres son mis alfiles, ellos…

—Le pedí que fuera sincero conmigo —pronuncie con mucha seguridad—. No tiene idea de todo el valor que tuve que juntar para poder venir a verlo.

Hicimos contacto visual y en mis ojos, toda la inquietud que existía, seguro que eso lo convencería a que debía contarme la verdad.

—¿Cómo te enteraste?

—Eso no importa ahora. Solo, por favor, dígame la verdad.

Hice contacto visual agudo con él, mi corazón latía aceleradamente por los nervios.

—Pero yo...

—Solo quiero saber qué es lo que usted sabe sobre mí. ¡Por favor!

Se puso de pie. Se acercó a la cantina y se sirvió de una botella grande. Tequila reposado. Bebió un poco. Volvió a sentarse. Inhalo. Me miro a los ojos y suspiro.

—Yo me encargué de robarte a tus padres. Es verdad, yo sé quiénes son —hizo una pausa, en sus ojos se notaba el arrepentimiento y la vergüenza que seguramente sentía por lo que me hizo. Bebió más, supongo que para darse valor—. Tu padre se llama Julio de y tu madre, su nombre es Elsa.

Esos nombres retumbaron en mi interior. ¡Así que todo era verdad!

—¿Y por qué me rapto? Digo, ¿qué fue lo que lo motivó a usted para alejarme de mis padres?

Se quedó callado. Meditaba en su respuesta.

—Lo hice por mi hermano, el padre de Nicolás. Quería ayudarlo a que se sintiera mejor, pero me equivoqué.

—¿Usted...?

—Tu papá y mi hermano eran muy amigos. No sé cómo fue que se conocieron, pero terminaron siendo muy cercanos. Nunca pensaron que su amistad se vería afectada por los negocios familiares y cuando eso pasó, todo explotó entre ellos. Mi hermano le pidió apoyo para lavar dinero en el negocio de tu abuelo, pero Julio se negó. Mi hermano insistió por ayuda, pero su amigo le negó ese apoyo y entonces lo denunció ante la policía. Hubo un encuentro entre los policías y nuestra gente. En ese tiroteo murió la madre de Nicolás y a causa de la pérdida, mi hermano se hundió en la depresión. ¿Lo puedes imaginar? —Hizo una pausa, dio un par de tragos a su tequila—. A mí no me daba gusto ver cómo mi querido hermano se hundía en la tristeza y el duelo, así que ideé un plan para vengar la traición de Julio. Supe que la esposa de él había dado a luz y entonces no lo dude ni un segundo. ¡Te arrebate de sus brazos! No fue difícil hacer todo. Cuando mi hermano supo que yo te había traído, me regaño como no tienes idea. No aprobó mi acción. ¡Me dio mucha vergüenza! Sobre todo, ahora debía encargarme de ti porque me dio pena ir a devolverte. Por eso no te entregue. Un matrimonio de alfiles que estaba a mi cargo también había tenido un bebé, pero este nació muerto. Así fue que te entregue a ellos para que te criaran como si fueras su hija. Esa es la verdad. Eso es lo que hice. ¡Lo siento mucho!

Tantas cosas que debieron suceder para que yo estuviera sentada frente a Gabriel, hablando sobre mi pasado. Y todo esto, a causa de la decisión de un solo hombre. Estas eran las aparentes consecuencias de lo que parecía una buena acción para un corazón y en realidad, termino siendo un sufrir para mí.

—Gracias por ser sincero conmigo.

Solo asintió. En ese momento, no tenía rencor u odio por lo que Gabriel había hecho. ¡Por algo suceden las cosas!

—¡Perdóname! Yo soy el culpable de todo esto. Mi orgullo me cegó.

¿Tenía algún caso que le gritara o le reprochara por algo que ya había pasado? ¡Tantos años y yo estaba bien de salud! Como dijo mi hermano, estar con vida es lo más importante, lo demás sale sobrando.

—¡Esta bien! Yo no estoy molesta con usted.

Mi respuesta pareció tranquilizarlo, dio un trago más de bebida.

—¿Qué piensas hacer ahora que sabes toda la verdad? —Preguntó él.

—Me gustaría quedarme unos días en el pueblo, pensar en lo que quiero hacer después de este verano y sí, ¿por qué no? También quiero conocer a mi familia de sangre.

Asintió.

—¿Hablaste con Nicolás sobre esto?

—Él aún no sabe sobre esto, pero si planeo decirle lo que quiero hacer. ¿Usted podría ayudarme a saber información sobre mis padres de sangre?

Se quedó pensativo.

—Lo último que supe es que tus padres no viven en Puebla. Subieron a San Luis Potosí. Pero déjame investigar y lo que logré descubrir, con gusto te lo haré saber.

—¡Perfecto! Muchas gracias.

Al salir de la casa, sentí un gran alivio por saber todos esos detalles. ¿Por qué no enojarme? ¿Resentirme con la vida? ¡No tenía ningún caso hacer algo así! Debía aprender a ser sensata y apacible.

Quise ir a ver a mis padres, así que conduje mis pasos a nuestro hogar. Aquella casa vieja de adobe que parecía estar deshaciéndose por el paso y la tristeza del tiempo.

Antes de atravesar el portón, me detuve a pensar en las posibles reacciones que ellos podrían tener de verme aquí. ¡Me arme de valor una vez más!

El aroma a fritangas me hizo saber que mi madre estaba cocinando para la comida.

—¡¿Qué haces aquí?! —La voz de papá me hace voltear.

No esperaba que él me viera la espalda, yo quería encontrarlo de frente.

—¿No te da gusto verme? —Contraataque su pregunta.

—Está bien que estás de vuelta. ¿Por qué regresaste? Sabes perfectamente que te envié con ellos para que ya no tuvieras que regresar. El jefe me dijo que era muy poco probable que regresaras ¿Hiciste algo mal?

Y una vez más, viéndonos cara a cara, mi padre estaba oponiéndose a lo que yo quería.

—Te querías deshacer de mí.

—Pues es que no te quieres casar y mantenerte económicamente no es tan sencillo.

Eso era verdad. Hablando de la vida y de las cosas importantes, nadie lo tenía sencillo cuando de problemas se trataba. ¡La vida a veces es muy dura! Pero eso no era lo complicado de este momento. Ver al hombre que aparentemente es mi padre y saber que no es mi verdadero padre, ¿eso era algo intenso? ¡Un verdadero problema en realidad!

—Janet, ¿eres tú? —Mamá se asomó a mirar.

—Hola mamá. ¿Cómo estás?

Le quise dar un abrazo. Ella correspondió a mi gesto.

—¿Entonces ya no volverás a la ciudad? ¿Hiciste algo mal y por eso te regresaron? —Papá persistió en querer deshacerse de mí.

Ahora que sabía la verdad, la forma de ver a mi padre era totalmente diferente. De cierto modo, entendía su dureza e indiferencia hacia mí. Era evidente que su cariño por mí no fuese completo, pues yo no era su hija legitima.

—¿Puedes decirme cómo se llama el bebé que murió antes de que me adoptaran? —Fui directa con mi pregunta y mis palabras se las dirigí a él.

—¿Qué estás diciendo? —Preguntó muy sacado de onda.

—Descubrí que no soy tu hija de sangre.

—¿Quién te dijo eso? Esto es una chingadera —y entonces, se acercó a mí con la intención de cachetearme.

Pero no me dio miedo. Cuando su mano se iba a impactar con mi rostro, detuve su movimiento. No me dio miedo tomarle la mano y mirarle a los ojos. ¡Esta vez todo era diferente!

—¿Por qué me vas a pegar? No he hecho nada malo, solo quiero que me confirmes esta verdad.

En sus ojos, en la mirada de aquellos a los que yo solía llamar padres, percibí muchos sentimientos encontrados. ¿Cómo se sentirían al saber que yo estaba enterada de eso? ¿Qué cosas querrían explicarme?

—Se llamaba Mateo —pronunció mi madre.

—¿Mateo? ¿Era un niño? —Yo tenía mucha curiosidad por saber.

—¡Cállate mujer! —Ordenó él.

—Sí. Fue un niño —ella no le hizo caso.

—¿Quién te contó la verdad? —Papá quería saber.

—¿Por qué te enojas? ¿Tiene algo de malo que ahora lo descubrí? Supongo que algún día me tendría que enterar. ¿No crees?

Vi que mamá estaba llorando. ¿Qué sentía ella al verme así?

—¿Y qué si es verdad? ¿Estas enojada con nosotros? ¿Nos piensas despreciar? —Mi papá era muy orgulloso.

Mi intención no era que ellos se sintieran tristes, pero a lo mejor, era inevitable.

—Nada de eso. No tengo razón para reprocharles, solo quiero que sepan que ya estoy enterada de todo, Sé que ustedes no son mis verdaderos padres —esta vez no me costó tanto trabajo pronunciar mi realidad.

Mamá corrió a mí y me abrazo con todas sus fuerzas. ¡Ella lloraba! Le dolía muchísimo todo esto y no la culpe por sentirse así. ¡Yo también cedí al llanto! Después de todo, ellos me habían criado y les toco verme desde niña hasta el punto de convertirme en una señorita adulta.

—Cada vez que te veo siento que he fracasado como madre.

—Pero mamá, tú…

—Mi niño se nos murió. ¡Un hijo se me fue! Y trate de hacerme la idea de que tú lo reemplazarías sin problemas, pero nunca he podido aceptarlo. ¡Y sé que no tienes la culpa! Tú no pediste nada de esto. Mi tristeza es muy grande, yo no he podido superar aquel dolor y me daba mucho miedo que mis amistades supieran que perdí lo que más anhelaba. Por eso te aceptamos. Queríamos tratar de ocultar nuestra situación y me obligué a darte el cariño que le pertenecía a mi pequeño Mateo. ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Hija! ¡Perdónanos! Fuimos egoístas al hacerte eso que tampoco merecías. ¡Por favor! ¡Perdónanos! ¡Tú siempre has sido buena con nosotros! —Mi madre estaba revelándome su sentir.

El llanto ahogado, el sentimiento escondido, todo esto que estaba saliendo a la luz, en realidad no era algo que me afectaba solo a mí. ¡Tantas personas sufríamos las consecuencias que la decisión de un hombre nos ocasionó! Ese hombre, era Gabriel. ¿Tenía algún caso vivir con rencor a causa de algo que sucedió hace muchos años?

Al menos, en ese momento, yo ya había aceptado que mi vida iba a cambiar.

—Yo siempre te he exigido más de lo que puedes hacer y siempre lo has hecho. ¡He sido muy estricto y severo contigo! —La voz de papá me hace sentir más frágil que antes—. Si quieres odiarme por tratarte de esa forma, lo voy a entender. Después de todo, soy un borracho egoísta.

¿De verdad solo era eso? ¿Esclavo de su deseo? ¿El placer de una adicción? ¡Él era mi padre! Y por algo pasan las cosas.

Quise abrazarlo. Rodee su espalda con mis brazos. Hundí mi rostro en su cuello y me sentí tan bien. ¡Era la primera vez que nos abrazábamos! Y no imaginas el sentimiento que experimente aquella vez.

—No te odio. Trato de entenderte y te agradezco por sacar lo mejor de mí. En la ciudad dicen que soy una chica buena, muy educada y que me expreso con propiedad. ¡Y todo eso se lo debo a ustedes! ¡Gracias por cuidar de mí estos años!

A pesar de todos los defectos y problemas que habíamos vivido hasta ese momento, estar con vida era una bendición. ¿Y qué caso tenía estar pensando en todo lo que ya sucedió? Sentía que era momento de pensar en las posibilidades que el futuro tenía para mí.

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Nancy Hernandez
es bueno, pero se que puede ser mucho mejor
Irma Ordonez
muy hermoso me encanto y espero los demas gracias y muchas felicidades
Irma Ordonez
Excelente
Vero Gomez
Léanla vale mucho la pena se enamoraran.
Vero Gomez
Me encantó llore mucho, fue algo adictivo y fácil de leer pero me quede con querer más felicidades 💐👏👍
Anonymous
hermosa novela 💖 donde estan las otras dos partes que dijiste que tenías el libro
Maria Teresa Ledesma
Me encantó, 👏👏👏
Rosa María Fernandez
muy linda historia me encantó te felicito 😍
Anita Maria Fernandez Campos
/Facepalm/ me he reído como nunca con tu novela, aunque no conozco muchas palabras que aquí en Chile no se usan la disfruto en cada capítulo😉
Lucia Feliciano Falcao
Hay un lapso de tres años en la novela, que pasó con el mafioso y el hijo,?🤔🤔🤔
Lucia Feliciano Falcao
Espero Janet que no estés cavando tu tumba, y dé prioridad a tus estudios 🤔🤔🤔.
Lucia Feliciano Falcao
Las coincidencias de un pueblo pequeño, creo que el cuando sepa que Janet no quiere casarse, los padres harán un complot y el fingirá que es ciego para así tenerla cerca y conquistarla ☺️😊☺️.
Bella Maldonado Beltran
que diablo paso aqui, el padre es mafioso ademas es un maldito sin sentimientos. que no mueran ,merecen estar juntos y ser felices
Bella Maldonado Beltran
yanet si aceptas a nicolas que sea por amor no por su dinero ,no lo hagas sufrir .y tenga una mala imagen de ti .
Bella Maldonado Beltran
por fin yanet te distes cuenta quien es nicolas.
Bella Maldonado Beltran
no me equivoque en mi comentario anterior sí es nicolas el de los claveles
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
es muy bonita la novela, ya se quien es nicolas es el chico de los claveles de la graduación el que usaba lentes poto de botella .por eso los padres llevaron a que ella lo cuudará .
Bella Maldonado Beltran
yo igual creo que el recupero la vista ,pero le gusta estar con ella ,y srguro se van a enamorar .
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