Natalia es obligada a casarse con el amante de su hermana gemela. Si no lo hace verá a sus padres morir delante de ella.
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Eres Natalia
Natalia intentó evadirme, sin embargo, agarré su brazo e impedí, que ella se pudiera escapar de mi lado.
_ Puede soltarme... Necesito terminar con mis deberes de sirvienta.
Mis ojos se clavaron en su cabello corto, y casi de inmediato, recordé las últimas palabras de Lore, cuando hablo de su cabello.
_ No sabes como detestó el cabello corto... _ Esas palabras las dijo un día antes de encontrarla en la cama con uno de mis mejores socios.
_ Podemos hablar... _ Mi voz sonó un poco más suave.
Natalia levantó su cabeza, se quedó mirando a mis ojos por mucho tiempo. Mordió con fuerza su labio inferior, y con un movimiento de cabeza, me contestó que sí.
Agarré con más suavidad su brazo y la llevé al interior de mi habitación, podía darme cuenta de lo tensa que estaba.
Su cuerpo se movía con mucha dificultad, su respiración se volvió lenta, y en algunos momentos se volvió acelerada.
Al cerrar la puerta de mi habitación detrás de nosotros, Natalia inmediatamente volteó a ver la cerradura de la puerta. Como tratando de verificar que no la haya cerrado con llave.
_ Relájate, no voy a hacerte nada... _ Le expliqué. No obstante, ella continuaba demasiada nerviosa.
_ ¿Para qué me has traído a tu habitación?... A caso deseas que terminemos de hacer lo que hace rato, comencemos... _ Me preguntó Natalia.
No contesté la pregunta de Natalia, continúe llevándola hasta el único lugar donde ella y yo podíamos terminar.
Natalia fue llevada por mí hasta la cama. Creo que fue muy mala idea llevarla allí, pero era el lugar más cómodo, que mi habitación tenía.
También el más conveniente, para terminar lo que comenzamos hace un tiempo.
_ ¿De qué deseas hablar?... _ Natalia me pregunta con miedo.
_ Quiero que hablemos sobre ti, y sobre tu hermana gemela Lorett. _ Contesté, echando un mechón de su cabello detrás de su oreja.
Los ojos de Natalia se abrieron, al igual que sus labios. Una leve sonrisa apareció entre sus labios.
_ ¡Por Dios!...
_ ¡En verdad, ya te diste cuenta de que no soy esa mujer!... _ Natalia elevó la voz con fuerza...
Natalia se arrojó entre mis brazos y me abrazó con fuerza, su abrazo me ha hecho sentir tantas cosas, en especial un inmenso deseo por ella...
El aroma de su cabello, me ha hecho recordar a una mujer con la que me acosté hace mucho tiempo...
Esa chica era la más hermosa, vestía un hermoso vestido negro, su largo cabello del mismo color, la hacían aparentar como un demonio muy sensual.
Lamentablemente, esa noche no pude ver su rostro. Era una fiesta de disfraces, y su cara se escondía detrás de un antifaz.
Ella y yo pudimos tentar el cielo, ella era una chica inocente, pero, con una sensualidad a la hora de entregarse a mí, que me dejó marcado de por vida...
Lamentable, no he podido encontrarla, para repetir aquella noche. Esa mujer es la única que me ha dado acceso a sentir el cielo...
Miré a Natalia delante de mí, coloqué mi dedo entre sus labios. Me fui acercando lentamente a su cuello, y cuando estuve lo suficiente cerca de su oído, le pedí una disculpa.
_ Lo siento, ... _ Fue lo único que salió de mis labios, me estaba excitando demasiado al solo tenerla cerca de mí.
Un segundo después, se separó de mí, y su mano cayó con fuerza en mi mejilla derecha. La chica se levantó de inmediato de la cama, se quedó de pie delante de mí, y su mano se volvió a levantar, para dejarla caer de nuevo en mi rostro.
Una bofetada era más que suficiente, espero que Natalia la haya disfrutado como nunca, ya que no volverá a suceder nunca más.
_ ¡Eres un hijo de Puta!...
Agarré la mano de Natalia, antes de que cayera de nuevo en mi rostro. Ninguna mujer se había atrevido a ponerme una mano encima.
_ Ten cuidado de la manera en la que estás actuando. No me hagas enojar, o lo vas a lamentar..._ Me rostro había cambiado completamente.
Natalia se sacudió mi mano de sus manos, puedo darme cuenta de que ella es una mujer de armas tomar, y que no le tiene miedo a casi nada. Eso es lo que más me está llamando la atención de ella.
_ Si ya sabes quién soy, déjame ir. Y busca a esa mujer, para que ella sea la que pague por tu maldita venganza. _ Me grita Natalia.
Me puse de pie delante de Natalia, mi mano se colocó en su mejilla, con un simple rozón de mis dedos, acaricie su cara.
_ Puedes irte, no voy a impedirlo. _ Antes que terminara de hablar, Natalia se dio la vuelta, con toda la intención de irse.
Estaba por perderla, y no pienso hacerlo. Hasta que descubra toda la verdad.. Así que al darme cuanta de que no se iba a detener, no me quedo de otra, que amenazarla de nuevo.
_ Por lo que Veo, no te importa el hombre que está encerrado en la Celda... Es mucho más importante para ti, salir corriendo de esta habitación.
Al terminar de escuchar mis palabras, Natalia se detuvo de golpe. De nuevo tenía su atención absoluta.
_ ¿Por qué te quedas parada?...
_ No estabas por salir corriendo de esta habitación...
Natalia se regresó corriendo hacia mí, la chica estaba furiosa, se dejó ir a los golpes, contra de mí.
Si no fuera porque, soy demasiado ágil, esa chica me hubiera dado más de dos golpes. Agarré las manos de Natalia, y la sometí.
Mi segundo movimiento, vasto para arrojar a Natalia debajo de mí, y así lograr someterla por completo.
__ ¡Suéltame!...
__ ¡Suéltame!...
Natalia se encontraba histérica, no dejaba de gritar y de insultarme. Estoy siendo demasiado amable con ella, si hubiera sido otra mujer, desde hace mucho, la hubiera sacado de mi habitación.
Sin embargo, para mi maldita desgracia, esta mujer ha despertado, un sentimiento que hace mucho tiempo no sentía por ninguna mujer.
Fue subiendo sus manos, hasta agarrarlas con una sola mano. Al tener mi mano derecha libre, la coloqué en el mentón de Natalia.
No logré vencer el deseo que me provocaban sus labios. Bajé mi cabeza y comencé a besar los labios de la mujer debajo de mí.