VUELVE A MI

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(Narra Fernando) .

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— No se de qué hablas, solo se tu misma, no hacen nada extraño, solo son señoras que presumen a sus hijos — La intención de mi madre es presumirla sin duda ante todas sus amigas, ya que ella es la única que no tiene nuera.

— No lo sé, que tal si esas señoras quieren humillarme ya que no pertenezco a su clase social, no creo que todas sean como tú mamá — Eso es cierto, mi madre es única.

— Bueno… lleva un vestido, pero que no sea el mismo de nuestra primera cita y tam… — Oh no que es lo que he dicho, ¿cita?.

— Solo ponte algo con lo que estés cómoda, te ves hermosa con todo — Ella sonríe ampliamente, debe ser divertido ver cómo me convierto en un tonto frente a ella.

— Q… quiero decir que, eres muy bonita y no importa lo que lleves puesto, solo importa que estés ahí con ella y si quieres podemos salir un rato más tarde así te salvaré de la cena, bueno si quieres pasar un rato conmigo, quiero decir que te llevo a mi casa, digo tu casa — Me avergüenzo de mi mismo y me aferro al volante, quizá así deje de decir babosadas.

— Está bien ya entendí cálmate, iré pero dile a tu mamá que no me dejo de ninguna persona, no me importa quien sea, mientras no se aprovechen no tendré problemas — Solo afirmo y entramos a la oficina.

Mi pequeña Dan esta muy concentrada en su trabajo, este día la vi muy poco, en la comida estuvimos separados y tuve que salir a una reunión así que no la vi ni la lleve a casa. Pero al día siguiente paso por ella a la casa y tenemos un día increíble, se ve muy feliz.

Y al fin llega el viernes, y el día comienza a terminar; Yo tengo una reunión a la que no puedo faltar, pero no dejaría que se vaya sola al encuentro con mi madre, así que le pido a Víctor que la lleve.

— Amigo la casa que compraste para ella es muy linda — El asombro de Víctor al estar esperando por ella frente a su casa me calma. Además así debe ser, no dejaría que ella sufriera en ese cuarto pequeño si puedo poner el mundo a sus pies, dediqué todo el día a buscar la mejor opción y cerré el trato antes de perder la oferta de esa casa.

— ¿Entraste ya a la casa?, ¿ella comió algo?, puedes ofrecerte para acompañarla a casa de mi madre no solo para llevarla, no la dejes sola, te pagaré extra, es más triple, solo no la dejes sola — Se que se llevan bien así que no debo preocuparme.

— Tranquilo, está en el baño ya la llamé, haré lo que quieres una vez que salga, no tardes mucho, sabes que las señoras se pueden poner intensas en esas reuniones y… ¿sabes si ella irá? — Su curiosidad como siempre.

— No lo sé, creo que no, lo siento — Respondo a Víctor que suspira.

— Pues ya que, será después, me voy que ya viene nuestra Dani —.

— ¡Oye! — Cuelga antes de que le reclame.

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La reunión esta por concluir y tomamos un trago celebrando… hasta que Sara llega y toma asiento a mi lado, sujeta mi mano para que el hombre frente a nosotros crea que tenemos alguna clase de relación, pero muevo la mano y me alejo un poco.

El hombre menciona que mi novia es muy bonita, y Sara ríe muy feliz.

— Ella no es mi novia, solo es una amiga, pero eso no significa que pueda sobrepasarse porque no está sola — Soy claro ya que conozco a esta clase de hombres; Y por fin terminamos de cenar y salimos del restaurante.

— Vámonos — Hablo sin mirar más que al frente, desactivando la alarma del auto y Sara sube a mi auto, manejo directo a su casa para que no vaya sola y se exponga.

— ¿Por qué no me invitas a tu casa?, se que tu mamá está teniendo una cena importante, invitó a todas sus amigas y conocidas, dijo que solo era una cena para socializar y nadie me llamo — Mi madre, sin duda tonta no es, no invitó a Sara ni por error, bien sabe cómo es ella.

— Lo siento pero si no fuiste invitada no deberías llegar — La dejo frente a su casa y baja de mi auto.

— ¿Puedo ir a salvarte si quieres?, como en los viejos tiempos — Cuando mi mamá hacía sus reuniones, Sara y Víctor me sacaban de la casa con pretextos de trabajo y no tenía que soportar a las señoras y sus preguntas de por qué sigo soltero.

— Te lo agradezco pero esta vez estaré bien, realmente quiero ir, cuídate Sara — Salgo a toda prisa de vuelta a casa de mis padres; Y en el patio delantero mi papá charla con algunos hombres que acompañaron a las damas hoy.

Papá de Nando)

— Buenas noches — Me siento con ellos un momento, junto a mi padre, y como siempre hablamos de negocios; Nos traen un trago y mi padre comienza a cambiar el tema.

— Y Nando, ¿Qué te trae está noche a casa? jamás vienes cuando hay una reunión de tu madre — No quería decirle nada, pero mi tonta sonrisa me delata.

— Ya veo, es una chica eh, ¿quién será?, vi a un par de muchachas lindas venir hoy, solteras que acompañan a sus madres, ¿cómo se llama? —.

— Dan, Daniela — Mi pequeña y hermosa Dan de sonrisa bella.

— Mmm… ¿la hija de los Johnson?, creí que tenía novio — Tan linda de ojos azules, con cabello suave, me encanta recordar su rostro a cada momento.

— ¿Nando?, ¿Fernando? — La voz de mi padre suena como un eco lejano, solo puedo pensar en la piel suave de mi pequeña Dan, sonrío como un completo idiota, sin importar que los otros me vean, solo de pensar en ella mi corazón salta de prisa, no puedo evitarlo no importa cuánto lo intente.

— Lo hemos perdido señores, es oficial — Dice mi papá; Pero no me interesa y solo me pongo de pie, no quiero pasar más tiempo lejos de ella.

— Lo siento pero me retiro, espero verlos de nuevo señores, pasen, buena noche — Me acerco para abrazar a mi papá.

— Buena suerte — Me dice al oído y entro a la casa, dónde el bullicio de las señoras llena la gran casa.

Mi madre tiene del brazo a Daniela, llevándola de un lado a otro presentándola a cada una de sus amigas.

— Ella es Daniela, ya la había mencionado antes ¿verdad que es hermosa? — En eso estoy de acuerdo con mi madre, ella es hermosa.

Mi pequeña Dan solo sonríe y saluda, hasta que nota mi presencia; Solo sonríe a las señoras hipócritas que intentan disimular la envidia, y me acerco hasta ellas para intervenir.

— Mamá, ¿ya has terminado? —.

— No, aún me faltan unas personas — Voy dispuesto a quitarle a Dani, pero ella niega con la cabeza, y dejo que mi madre termine las presentaciones con sus “amigas”, después de varios minutos de espera no puedo soportar más y voy por ella, es hora de que este a mi lado. La alejo del bullicio, hacia la barra para poder hablar.

— Lo lamento, mi madre tiene mucha energía, no te asustes, solo le agradas demasiado —.

— Estoy cansada, ¿podríamos salir? — Caminamos por el jardín, la noche es fresca como casi todo el año y el cielo abierto nos deja ver algunas estrellas.

— ¿Alguna señora quiso sobrepasarse? — Pregunto para iniciar la plática. Ella se detiene mirando el cielo.

— Si, una mujer pero… tu mamá me defendió, ella es increíble — Parece triste, como si estuviera recordando algo muy hiriente.

— ¿En qué piensas? — Me coloco frente a ella, sus ojos están cristalinos, mi pequeña Dan esta a punto de llorar .

— Ojalá que mi madre fuera como la tuya, a veces no se quien es en realidad, es como si no la conociera, ¿no entiendo por qué me desprecia?, siempre he sido una buena hija — Se toca el codo, demostrando su falta de consuelo, así que la abrazo en silencio, dejando su rostro escondido en mi pecho durante unos momentos. Se aferra a mí dejando salir un poco su pena.

— Todo estará bien, no te preocupes, ahora estamos juntos — Si se lo que dije, juntos para apoyarnos. Sus ojos me miran con una luz de esperanza, este es el momento, nuestro momento de nuevo, y nadie lo arruinaría.

Me acerco lento, bajo la mirada a sus labios rojos, al fin podré sentir de nuevo su calor, estoy a milímetros de ella, siento su respiración y tomo una de sus mejillas en mi mano, mi pequeña Dan pone las manos en mi pecho, esperaba tanto poder darle solo un beso desde aquella noche y al fin puedo… Besarla.

— ¡Fernando! — Sara grita mi nombre y se acerca corriendo, nos sobresalta y Dani se aleja dejando mis brazos vacíos y llenos de deseo.

— Fernando ¿dónde estabas?, te busque por toda la casa, incluso en tu habitación pero no te encontré y pensé que estarías afuera — ¡Maldita sea!...

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