PRISIONERA DEL DOLOR.

La mañana llegó y con ella los recuerdos de Luisa de la noche anterior no sabía como mirar ahora a Thomas que dormía con una sonrisa en su rostro, intento separarse de los brazos de él pero no podía porque la tenía agarrada con fuerza.

- Buenos días, preciosa.-. Le hablo con su voz adormilada.

- Buenos días me podrías soltar.-. Le dijo Luisa sin verlo.

- Porque.

- Necesito ir al baño.

- Está bien.-. Resignado la soltó.

Luisa agarró las sábanas y se levantó, en el camino iba recogiendo sus prendas.

- No sé por qué te cubres si ya he visto todo.-. Le dijo Thomas seductor.

Ante el comentario Luisa se puso roja y Thomas se echó a reír adoraba cuando su esposa era tímida.

Luisa no le dijo nada y se adentró al baño después de unos veinte minutos salió y Thomas ya no estaba agradeció por eso así que salió de esa habitación antes de que apareciera su esposo.

Una vez ya en su habitación se dio una ducha se cambió y bajo a desayunar.

- Buenos días, Lucía como amaneciste.-. Le pregunto dulcemente.

- No tan bien como tú pero hay vamos.-. Respondió sonriéndole con picardía.

La cara de Luisa se tornó un tomate de seguro la nana de Thomas habría escuchado todo moría de vergüenza.

- Ya nana deja a mi salvaje esposa en paz.-. Dijo Thomas abrazándola por detrás.

- Y yo qué dije.-. Se desentendió Lucía.-. Solo me pareció ver a Luisa que hoy amaneció más hermosa que nunca y con un brillo inexplicable en sus ojos.-. Explicó la nana.

Luisa en vez de sentirse cómoda fue todo lo contrario quería salir corriendo de allí y encerrarse en su habitación hasta que todos olvidarán lo que había sucedido aunque tratándose de Thomas lo dudaba.

Thomas le beso la cabeza y la guio al comedor para desayunar juntos, se sentía feliz porque hasta el momento Luisa no se había arrepentido de lo que pasó anoche y esperaba que así fuera de no ser así no sabría como sentirse si él amaba a esa mujer con toda su alma.

En cambio, Luisa se sentía extraña pensó que se arrepentiría en la mañana, pero la realidad fue diferente y adoraba como la trataba Thomas con tanto amor aunque no creía que fuera amor de seguro para él solo fue sexo pero deseaba que él hubiera sentido más que es eso porque ella así lo sintió.

Sentados en la mesa cada uno estaba sumergido en sus pensamientos hasta que la voz de Marlon los sacó de allí.

- Señor el joven Héctor lo espera para ir juntos a Hablar con Óscar Román.

Al escuchar eso Thomas se puso tenso sabía que ese hombre le traería problemas de seguro su hija Pilar ya lo había puesto al día con lo de su matrimonio.

- En un momento estoy con él.-. Marlon se retiró.

- Hoy llegaré tarde no me esperes despierta.-. Le hablo con dulzura a Luisa.

- Quieres que yo, que tú y yo.-. Thomas asintió.

- Luisa quizás anoche estabas un poco pasada de copas pero lo que pasó no fue solo sexo yo lo sentí real.-. Le agarro las manos.

- Yo, yo la verdad no sé qué decir.-. Aunque era mentira su corazón se emocionó al oírlo decir aquellas palabras.

- Dame la oportunidad de conocerte mejor y vivamos esto que estamos sintiendo sin arrepentimientos sin excusas solo intentémoslos.-. Le acaricio la mejilla.

Luisa pestañeó varias veces no podía creer lo que Thomas le estaba pidiendo acaso pedía que fueran una pareja real.

- Que dices.-. Volvió a preguntar Thomas.

Estaba nervioso no sabía cuál era la respuesta de Luisa pero anhelaba que le dijera que si aunque si no se le lo decía no la presionaría al contrario la enamoraría más para que le diera una respuesta positiva cuando se lo volviera a preguntar.

- Está bien Thomas nos daremos la oportunidad.-. Sonrió y él la beso.

- Me tengo que ir.-. Le dijo entre besos.-. Pero trataré de no llegar tan tarde.-. Volvió a besarla.

Se separaron y Thomas se fue,.Luisa dio un suspiro viendo por donde su esposo se había marchado.

- Ese suspiro es de puro amor.-. Hablo Lucía.

- Será?.-. Se giró para verla.

- Si mi niña además no dudo que Thomas sienta amor por ti.

- No crees que estamos yendo muy rápido.-. Se sentó en una silla.-. Y si estamos confundidos y no es amor si no gusto o placer.

- La verdad que jamás vi a Thomas expresar sus sentimientos de esa manera así que por él no pienso que sea un gusto.-. Le aclaro.-. Ahora te pregunto a ti es un gusto o es algo más.

Esa pregunta puso a pensar a Luisa conoció a Thomas hace menos de tres meses y no podía decir que lo amaba pero si sentía algo por él cada vez que le dice cosas bonitas o tenía detalles con ella su corazón palpitaba emocionado.

- Sabes Lucía no te podré decir que es lo que siento por Thomas realmente porque no lo conozco muy bien pero te digo algo es fácil enamorarse de él.-. Sonrió tímidamente.

Thomas llegó a las instalaciones donde procesan su droga y hacen las embarcaciones allí, lo esperaba Óscar Román con sus hombres.

- Valla hasta que te dignas a venir.

- Te recuerdo Óscar que este es mi negocio, por lo tanto, el jefe soy yo y puedo llegar a la hora que quiera y si me da la gana no lo hago.-. Le dijo Thomas sonriendo de lado.

- Claro de eso no tengo duda pero estás descuidando el negocio y eso es perdida no solo para ti sino para mí también.

- En eso te equivocas no estoy descuidando nada lo que pasa es que aún te duele que mi padre me haya dejado a mí el liderazgo y no a ti o me equivoco.

- Jamás entenderé por qué Raúl puso a cargo a un niño mimado que únicamente juega a la casita con su nueva esposa.

Thomas de un puñetazo lo callo.-. No metas a mi esposa en esto o te arrepentirás Román.

- Así que era verdad, pensé que jamás llegaría ese día.-. Me dijo sobándose el labio donde salía sangre.

- De que hablas.

- Que mi hija tenía razón el gran Thomas Moretti se enamoró.

- Ja, ja, ja hay Román yo no estoy enamorado lo que pasa es que tu hija es igual a ti.

- Porque dices que mi hija es igual a mi.

- Dolidos eso es lo que están porque tu hija moría por ser mi esposa pero nunca ocupo ni ocupará ese lugar ni nada de mi familia y mucho menos tú.-. Se le burló.

- Algún día caerás y yo estaré allí para verte destruido.

- Antes de que pase eso primero te veo destruido a ti.

Óscar subió a su camioneta y se fue allí.-. Quiero que averigüen toda la información acerca de la esposa de Thomas Moretti.-. Le dijo a uno de sus hombres que lo consideraba su mano derecha.

- En un par de días tendrá toda la información Señor.

- Te voy a enseñar quien realmente soy yo Thomas Moretti.-. Pensó y una sonrisa siniestra dibujo en su cara.