Luego de una decepción amorosa Lila viaja a Londres buscando la contención de su padre pero en el camino encuentra algo más que solo amor y contención familia. Una nueva historia da comienzo en medio de toda su crisis sentimental.
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capítulo 17
Lila aún estaba terminando de retocarse el delineado de ojos cuando su celular vibró. Al ver el nombre en pantalla, sonrió.
—Dimitri, justo estaba por escribirte —dijo al contestar.
—No hace falta que lo hagas, ya estoy abajo esperándote —respondió él con su voz cálida y ese tono que siempre la tranquilizaba—. Elena organizó un almuerzo para celebrar que Leo volvió de su viaje. Y, por supuesto, estás invitada.
—¿Almuerzo? —Lila se giró hacia Carla, que la observaba curiosa—. Estoy con Carla… ¿Puedo llevarla?
Del otro lado del teléfono, Dimitri soltó una breve carcajada.
—¿Carla? Perfecto. Dile que venga. Elena adora recibir gente, y Vladímir también está conmigo. Será divertido.
Cuando cortó la llamada, Lila se volvió hacia su amiga con una sonrisa.
—¿Lista para un almuerzo con mi no-madrastra y sus hijos?
—¿Dimitri y Vladímir? ¿Esos dos modelos salidos de revista? —Carla alzó una ceja, divertida—. Estoy lista desde que nací, querida.
Las dos bajaron en el ascensor con un aire de elegancia que ni la ropa casual ni las zapatillas deportivas podían opacar. Ambas destacaban como diosas caminando entre los simples mortales del hotel. Sus pasos resonaban acompasados mientras se acercaban al lobby donde Dimitri, de pie junto a Vladímir, las esperaba con un par de cafés en la mano.
Los ojos de Dimitri se posaron en Carla de inmediato. Aunque trató de mantenerse firme y neutral, no pudo evitar que sus labios se curvaran en una suave sonrisa. Había pasado tiempo desde aquella noche, desde que despertó junto a ella. Pero ahora, al verla otra vez, su pecho se llenó de un calor inexplicable.
Carla, por su parte, también sintió un ligero revoloteo en el estómago al verlo. No era solo su apariencia —aunque ese saco ajustado y ese peinado ligeramente desprolijo ayudaban mucho—, sino la forma en que la miraba… como si hubiera estado esperando este momento.
Lila notó el intercambio de miradas y sonrió con picardía. Pero aquella sonrisa se desvaneció en cuanto sintió una mano firme sujetando su brazo.
—Lila, hasta que por fin te encuentro… —la voz grave y cargada de tensión la hizo girarse en seco. Erick la miraba con una mezcla de rabia y necesidad—. Te estuve llamando. Necesitamos hablar.
Lila abrió la boca para responder, pero un cuerpo se interpuso bruscamente entre ambos. Dimitri lo empujó con fuerza, separándolo de su hermana.
—¿Quién carajos eres? —espetó Dimitri con los ojos encendidos—. ¿Y por qué agarras así a mi hermana?
—¡Dimitri, por favor! —Lila sujetó el brazo de su hermano—. No hagas una escena aquí, te lo pido.
—¿Hermano? —Erick los miró confundido—. Lila, ¿quién es este tipo? Tenemos muchas cosas pendientes tú y yo.
Dimitri dio un paso al frente, pero fue Lila quien lo frenó con un gesto. Aun así, él volvió la mirada hacia ella, esperando una explicación.
—Es Erick —dijo finalmente con un suspiro exasperado—. Por favor, vamos…
—¿Qué carajos hace este tipo aquí? —rugió Dimitri.
—No lo sé, y tampoco quiero saberlo. Vámonos.
Pero entonces, Erick, ajeno a toda contención, dijo con tono desafiante:
—Vine a buscar a mi mujer.
Eso fue suficiente. Dimitri no necesitó más para descargar un puñetazo directo al rostro de Erick, que lo hizo tambalear hacia atrás.
—No vuelvas a llamarla así. Mi hermana ya no está contigo, idiota. Ahora será mejor que vuelvas por donde viniste, o juro que te haré regresar a patadas.
Erick se reincorporó con dificultad, limpiándose la sangre del labio. Sin pensarlo, devolvió el golpe, alcanzando a Dimitri en la mejilla.
—A mí no me amenazás, imbécil. ¿Quién te creés que eres? ¿Un matón de cuarta?
Vladímir, que hasta ese momento se había mantenido al margen, intervino rápidamente, sujetando el brazo de Dimitri con firmeza.
—Hermano, tranquilo. No vale la pena armar un escándalo.
Pero Erick no iba a soltar la última palabra. Lo miró fijamente, frunciendo el ceño.
—Tú… tú eres el de la foto.
Lila, que hasta entonces se había quedado a un costado con Carla, lo miró con los ojos abiertos por la sorpresa. Erick se dirigió directamente a ella:
—Por eso no contestabas mis llamadas. Estabas con tu amante.
La tensión en el aire se volvió insoportable. Lila avanzó entre los hombres, el rostro encendido por la rabia y le cruzó una bofetada a Erick que resonó en todo el lobby.
—¡Sí! —espetó con fuerza—. Estaba con mi amante, ¿y qué? ¿Acaso tú no tienes a la tuya?
Sin esperar respuesta, se volvió hacia Vladímir, lo tomó del cuello y lo besó sin previo aviso. Fue un beso desafiante, explosivo, con la furia y el orgullo hechos piel. Vladímir, sorprendido, respondió al contacto, dejándose llevar.
—Vamos, cariño —dijo Lila en voz alta—. Ya quiero irme.
Y sin más, lo arrastró hacia la puerta principal del hotel.
Carla, todavía paralizada por la escena, se volvió hacia Dimitri, que parecía no saber si perseguir a su hermana o seguir golpeando a Erick.
—Vamos, bombón, tú vienes conmigo —le dijo mientras lo tomaba del brazo.
Dimitri asintió, pero antes de irse se volvió hacia Erick y, con una mirada cargada de advertencia, dijo:
—Aléjate de mi hermana… o te vas a arrepentir.
La multitud en el lobby seguía observando. El caos había dejado un silencio incómodo, apenas interrumpido por el sonido de la puerta giratoria cerrándose detrás de Lila y Vladímir.
Y así, entre miradas cruzadas, puños enrojecidos y besos inesperados, comenzó un día que prometía mucho más que un simple almuerzo familiar.
dañó a su familia por un desliz que ni siquiera fue seguro.
Su madre se merecía eso por dañar todo.
Pero Lila no
Básicamente ellos dañaron la relación de sus hijos.
TODO.
Ella traicionó a su familia, y luego hizo escoger a sus hijos, más que nada el hecho de que el otro se enteró de la peor forma, no fue capaz de nada.
le segunda el padre al no ser fuerte y dejarla a tiempo, que dañó a sus hijos.
y para colmo ella se descarga con su hermano que no tiene culpa, no es obligación querer hablar con su madre
Que fastidio cuando dices algo y no cumplen, yo me largaba de ahí 🙄🙄
dos hermanos y ahora con quién. dioooooos que dilema