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La Reencarnación De La Hija Ignorada Del Duque

La Reencarnación De La Hija Ignorada Del Duque

Status: Terminada
Genre:Amor en la guerra / Familias enemistadas / Amantes del rey / Secretos de la alta sociedad / Batalla por el trono / Reencarnación / Completas
Popularitas:10.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Sharick Cagua

Olvidada por su familia, utilizada por el imperio y traicionada por aquellos en quienes más confiaba… así terminó la vida de Liliane, la hija ignorada del duque.
Amada en silencio por un príncipe que nunca llegó a tiempo, y asesinada por el hombre a quien había ayudado a coronar emperador junto a su amante rival, Seraphine.

Pero el destino le ofrece una segunda oportunidad.
Liliane renace en el mismo mundo que la vio caer, conservando los recuerdos de su trágica primera vida. Esta vez, no será una pieza en el tablero… será quien mueva las fichas.

Mientras el segundo príncipe intenta acercarse de nuevo y Seraphine teje sus planes desde las sombras, un inesperado aliado aparece: el primer príncipe, quien oculta un amor y un pasado que podrían cambiarlo todo.

Entre secretos, conspiraciones y promesas rotas, Liliane luchará no solo por su vida, sino por decidir si el amor merece otra oportunidad… o si la venganza es el verdadero camino hacia su libertad.

NovelToon tiene autorización de Sharick Cagua para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 17: Semillas de una nueva corona Maraton#5

El sol no salía aun cuando Liliane ya estaba vestida con ropas sencillas y botas polvorientas. A su alrededor, la vida del mercado comenzaba: carretas, frutas, obreros que saludaban con respeto, no por su título, sino por lo que había comenzado a representar.

Había pasado una semana desde el banquete que cambió el curso del Imperio. La nobleza murmuraba con miedo y admiración. La emperatriz madre, enclaustrada en su torre, se movía en silencio. Y Seraphine... había desaparecido del ojo público, pero Liliane sabía que una víbora herida no deja de morder.

Mientras el Imperio se estremecía ante la revelación de su linaje como hija legítima de Elenora, Liliane no se encerró en un castillo a planear desde la sombra. Salió. Caminó. Escuchó.

—Una corona no se reclama desde el mármol, sino desde la tierra —le había dicho Adrian la noche anterior—. Y tú la estás sembrando mejor que nadie.

Su primera parada fue en los barrios bajos de Argell, donde el hambre era parte del lenguaje cotidiano. Allí no habló como noble ni como princesa. Se arrodilló con las lavanderas, compartió pan con los huérfanos, y escuchó los problemas de los gremios.

—Necesitamos molinos, no decretos —dijo un molinero sin dientes—. Que alguien arregle el sistema de riego antes de hablar de impuestos.

Liliane tomó nota de todo. Envió cartas, no con órdenes, sino con solicitudes de ayuda a arquitectos locales, a médicos del norte, a eruditos sin nobleza que habían sido ignorados por generaciones. A todos les escribió con su nombre verdadero: Lirae de Vellmont. No como una amenaza, sino como una promesa.

El pueblo comenzó a llamarla la princesa de los sin voz.

En una villa al este, devastada por una plaga de invierno, Liliane fundó un pequeño dispensario con la ayuda de monjas y antiguos alquimistas perseguidos por la corte. Ella misma ayudaba a transportar remedios.

—¿Y tú crees que esto bastará para ganar un Imperio? —le preguntó un anciano, ex general caído en desgracia.

—No vine a ganarlo —respondió Liliane, colocando una venda en el brazo de un niño—. Vine a que no se olvide a quién pertenece.

Su nombre se volvió conversación en las plazas, en los talleres, en los campos. Los campesinos la comparaban con la emperatriz Elenora… y preferían a la hija.

Pero no todos la apoyaban. Los señores del este, temerosos de una reforma que quitara sus privilegios, comenzaron a reunirse en secreto. Algunos ya se referían a ella como la usurpadora carismática. Y entre ellos, Aiden, el segundo príncipe, comenzaba a construir su propio eje de poder.

Adrian observaba en silencio el ascenso de Liliane. No con celos, sino con esperanza. En las noches en que se reunían a solas, él la abrazaba con una mezcla de respeto y temor.

—Estás cambiando el lenguaje de la política —le dijo una noche bajo el sauce de los jardines—. Ya no es fuerza, es voz.

—Entonces, espero que escuchen bien —respondió Liliane—. Porque mi voz no se apagará.

Una semana más tarde, en la plaza central de Voltaire, se realizó el primer Consejo de Ciudadanos en más de cien años, una asamblea abierta donde los representantes del pueblo podían hablar directamente con los nobles. Fue idea de Liliane. Y ella misma presidió la mesa.

—Hoy no hablo como heredera, ni como noble —dijo—. Hablo como una hija de este suelo, que ha visto demasiado silencio y exige que comencemos a escucharnos.

Las propuestas fueron leídas, las quejas escuchadas. Algunos nobles se retiraron ofendidos. Otros se quedaron... conmovidos.

Uno de ellos fue el marqués de Rothwen, conocido por su neutralidad. Al día siguiente, envió una carta a Liliane:

“No siempre creí en la sangre como prueba del derecho. Pero hoy, he visto que la justicia también puede portar una corona. Cuenten conmigo.”

Así comenzó a formarse la Alianza del Alba, un grupo de nobles moderados, académicos, burgueses y representantes de gremios que veían en Liliane no solo una rebelión, sino una oportunidad de reconstrucción.

Ella no los lideraba como reina, sino como igual. Y eso los unía más que cualquier decreto.

Pero la emperatriz no estaba ciega.

Desde la torre del halcón, Elenora observaba los informes con creciente ira. Sus espías reportaban que el nombre de “Lirae” era ahora un estandarte en al menos cuatro regiones.

—¿Y qué hace Aiden? —preguntó, apretando la copa de cristal.

—Se prepara, Su Majestad. Dice que espera el momento correcto —respondió uno de sus hombres.

Elenora (fría):

—Díganle que el momento es ahora. O que busque un ataúd.

En la penumbra, Liliane escribía sus ideas en un nuevo manifiesto político. No hablaba de venganza. Hablaba de reforma, de justicia, de unidad.

Y mientras las sombras de la guerra se acercaban lentamente, en las calles, los susurros crecían.

—Ella no solo es hija del Imperio. Ella es el futuro del Imperio.

1
Liliana Rivero
Excelente historia felicitaciones escritora éxito en todas las demás que escribas bendiciones
Martha Patricia Henry Anaya
aveces me confundo
Liliana Barros
Excelente trabajo. Una historia que trajo más de una sorpresa. Me quedó una duda autora, Adrian era hijo de la concubina del Emperador? Porque si Liliane era hija del Emperador también, entonces eran medio hermanos 🤔🤔
Liliana Barros
Aiden fue un traidor en sus dos vidas 😡
Martha Patricia Henry Anaya
creo que me perdí .entonces son hermanos
Liliana Barros
Es excelente esta historia. Apasionada y con la emoción a flor de piel
Liliana Barros
Un comienzo emocionante. Liliane no puede quedar sin venganza. Y ese infeliz del príncipe y su zorra, deben pagar 😡😡😡😡
Rosario Hernandez Ortiz
MUY BUENA HISTORIA CORTA PERO LO MEJOR CON UN FINAL FELIZ
Rosario Hernandez Ortiz
FELICIDADES MUY BUENA HISTORIA SIGUE A SI CORTAS PERO CON FINAL FELIZ DIOS TE BENDIGA UN ABRAZO 👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻🫶🫶🫶🫶🫶🫶🫶🫶🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰🥰
Miroslava Soto Vigil
autora ten cuidado con los nombres confundes poniendo Aiden en ves de Adrián
Ceci Bertone
gracias me gusto la novela 😊
ZodiacKiller
Escribe más, te pido😘
Angel Loor Guerrero
La originalidad de tus ideas y personajes es impresionante; siempre sorprendes y deleitas. Cada palabra que escribes refleja tu pasión y dedicación; es y sera un placer seguir tu viaje creativo. 💫
nalxyt
Sigue escribiendo con pasión y emoción, ¡estoy segura de que emocionarás a muchas más personas! 💕
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