Sinopsis: En un mundo donde el amor se intercambia por fortuna, Isabella, una mujer atrapada en un matrimonio por conveniencia con un poderoso empresario, se enfrenta a un juego de intrigas y traiciones. Tras un escandaloso divorcio, decide tomar las riendas de su vida, descubriendo no solo su verdadera fortaleza, sino también el amor inesperado en la figura de Alejandro, el carismático rival de su exesposo.
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Capítulo 2: Encuentro con el Pasado
Isabella no podía dejar de pensar en el mensaje que había recibido esa mañana. A pesar de que Alejandro le había asegurado que no debía preocuparse, algo en su interior seguía inquieto, como si una sombra se hubiera instalado en su vida, esperando el momento adecuado para aparecer. Decidió ignorarlo por un rato, centrarse en su trabajo y en la causa que la había motivado a encontrar su voz. Sin embargo, el mensaje seguía dando vueltas en su cabeza, como un eco constante.
En los días que siguieron, Isabella intentó retomar su rutina, pero la ansiedad nunca la abandonó. Se sentía vigilada, como si alguien estuviera observando cada uno de sus pasos, esperando el momento preciso para asestar el golpe. Lo que no sabía era que Mariana y Clara, las dos mujeres que habían sido parte del pasado de Alejandro, ya habían comenzado a tramar su venganza.
Mariana había sido una mujer intensa, apasionada, y había amado a Alejandro de una manera que rozaba la obsesión. Aunque su relación había terminado de manera abrupta, ella nunca había logrado superarlo completamente. Cuando escuchó que Alejandro estaba feliz con Isabella, una chispa de celos y resentimiento encendió su corazón. Decidió que, si no podía tenerlo, nadie más lo tendría.
Por su parte, Clara había sido su amiga en el pasado, y aunque su relación con Alejandro no había sido tan profunda, la enemistad que sentía hacia él por haberla dejado había crecido con los años. Juntas, Mariana y Clara compartían un único propósito: destruir la felicidad de Alejandro y separar a Isabella de él. Sabían que el camino hacia la venganza no era sencillo, pero estaban dispuestas a hacer lo que fuera necesario.
Una tarde, mientras Isabella se encontraba en una reunión para su causa, Mariana decidió hacer su jugada. Se acercó a Isabella con una actitud amigable, como si quisiera ofrecerle apoyo y consejos sobre su relación con Alejandro.
— No sé cómo lo haces, Isabella — comenzó Mariana, con una sonrisa fingida. — Alejandro es un hombre maravilloso, pero a veces puede ser un poco… controlador. ¿No sientes que te protege demasiado? A veces, eso puede ser un indicio de algo más.
Isabella, sorprendida por la conversación, frunció el ceño. ¿Qué pretendía con esas palabras? Mariana había sido parte del pasado de Alejandro, pero su relación había terminado hacía mucho tiempo. Sin embargo, algo en sus ojos mostraba una intensidad que no podía ignorarse.
— Alejandro es muy cariñoso, pero nunca me ha hecho sentir controlada — respondió Isabella con calma, aunque en el fondo sentía una ligera incomodidad. — Al contrario, me apoya en todo lo que hago.
Mariana la miró fijamente, como si quisiera ver si Isabella era realmente tan segura de lo que decía. Pero no dijo nada más en ese momento. Sabía que la duda era una semilla pequeña, pero peligrosa. En su mente, esa conversación acababa de comenzar, y en su corazón, una sonrisa maliciosa se dibujaba, sabiendo que había plantado una pequeña semilla de inseguridad.
Isabella se retiró de la conversación sintiéndose extraña, como si algo no estuviera bien, pero no sabía qué era. La tensión
