Margaret O'Brien y su familia abandonan la ciudad y se mudan a un pequeño pueblo donde nacieron sus padres, pero nada funciona como debe ser. Desde que llegan Margaret se siente constantemente vigilada. ¿Quien es? y ¿Que quiere?
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En busca de respuestas
Capitulo 17
En busca de Respuestas
El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte cuando Margaret abrió los ojos. La cena con los Scott la noche anterior había sido un evento más entretenido de lo que pensaba, lleno de risas y conversaciones intrigantes. Sin embargo, había algo que no podía quitarse de la mente: la situación con el fantasma de Henry Walsh.
Se levantó de la cama y se dirigió al comedor, donde sus padres ya estaban sentados disfrutando del desayuno. El aroma del café recién hecho y el pan tostado llenaba el aire.
—Buenos días, mamá, papá —saludó Margaret con una sonrisa mientras se sentaba a la mesa.
—Buenos días, querida —respondió su madre, sirviéndole una taza de café —¿Dormiste bien?—
—Sí, gracias. La cena de anoche fue maravillosa, ¿no creen?—
—Definitivamente —asintió su padre —Sabia que te gustaría, nosotros cuatro compartimos nuestra adolescencia juntos, pero ellos después de que se casaron se fueron a vivir a Toronto por un tiempo—
—No sabía que los vecinos eran tus amigos—
—Yo tampoco, me enteré cuando venía para las reparaciones de la casa—
Margaret asintio y se comenzó a desayunar pero su cabeza no podía dejar de pensar en la historia de su tatarabuela y Henry Walsh. Decidida a descubrir más, terminó rápidamente su desayuno y se dirigió a su habitación, donde había guardado las pertenencias antiguas de su tatarabuela.
Con el corazón latiendo con fuerza, abrió el diario y comenzó a leer. Las páginas estaban llenas de relatos sobre la vida de su tatarabuela, y sus encuentros con Henry Walsh. Cada palabra la sumergía más en el pasado, revelando secretos que habían estado ocultos durante décadas.
"Mi boda se celebro el 22 de agosto de 1907 con Michael Anderson, era un hombre 17 años mayor que yo, y aunque aprendí a quererlo con el tiempo, nunca volví a sentir esa emoción del primer amor. El Sr Anderson fue un hombre que era víctima de los tres grandes vicios, mujeres, alcohol y apuestas llevándolo a perder todo su dinero y despues la casa en la que vivíamos en los siguientes años, terminamos vivíamos alquilados en una pequeña casa en ciudad y se me había prohibido ver a mi familia. Después de la muerte de mi padre su herencia se dividió de la siguiente forma, los terrenos de cultivo quedaron a mi hermano y para mí la casa ya que me quedaría acompañando a mi madre. El Sr Anderson no aprendió la lección y siguió con el alcohol y las apuestas, además cuando le recorde como lo habíamos perdido todo me abofetio fuertemente y luego de eso sus abusos luego se eso se volvieron seguidos, yo no podia seguir así el estaba poniendo en riesgo nuevamente nuestra estabilidad, yo no quería que volviéramos a esa sucia casa así que no lo pensé dos veces y agregue estricnina a su bebida, era mi casa, la casa dónde crecí y no permitiría más sus abusos quedando viuda a los 30 años y con tres bocas pequeñas que alimentar. Es ironico como mi padre me alejo de Henry para que yo tuviera un mejor futuro casandome con su amigo y terminé viviendo un infierno"
Margaret no podía creer lo que terminaba de leer, se quedó mirando por la ventana mientras prosesaba todo cuidadosamente, era algo demaciado grande como para cayarlo, tenía que hablar con alguien y mostrarle ese diario asi que decidió visitar a su abuela, convencida de que ella podría tener más información sobre la tatarabuela Margaret y tambien de sobre Henry Walsh aunque no le mencionaría su encuentro sobrenatural, esperaba que su abuela pudiera arrojar algo de luz sobre el misterioso pasado de su tatarabuela y Henry.
Al llegar a la casa de su abuela, Margaret fue recibida con un cálido abrazo y el aroma familiar de galletas recién horneadas.
—¡Margaret, querida! Qué alegría verte —dijo su abuela con una sonrisa radiante — Pasa, pasa. Justo estaba preparando el té—
Margaret siguió a su abuela hasta la acogedora cocina, donde se sentaron a la mesa. Mientras disfrutaban del té y las galletas, Margaret decidió abordar el tema que la había llevado allí.
—Abuela, he estado investigando sobre nuestra familia y encontré algunas cosas interesantes en el diario de Margaret—comenzó Margaret, tratando de sonar casual
—¿De verdad?, ¿Encontraste algo que te ayude en tu investigación?—
—La tatarabuela Margaret envenenó a al abuelo Michael— Soltó Margaret sin poner contenerlo por más tiempo.
La abuela se ahogo con té y comenzó a toser.
— Lo leí en el diario de la abuela Margaret—
—¿Estas segura de lo que dices, no será que liste mal?—
—No abuela mira— Margaret saco el diario y busco la página donde se había quedado, la abuela Janeth lo leyó con atención y su rostro fue caminando de color de un blanco rosado a un pálido papel rápidamente, luego sus ojos azules intensos se fijaron en ella.
—¿Dónde encontraste esto?—
—Lo encontré en el ático, oculto en un baúl antiguo—
—Esto es muy delicado hija, será mejor que no lo muestres a nadie por ahora.—
La abuela de Margaret se quedó pensativa por un momento, sus ojos brillando con una mezcla de horror, nostalgia y curiosidad.
—Abuela. ¿Alguna ves escuchaste el nombre de Henry Walsh?—
—Henry Walsh... Sí, recuerdo haber oído ese nombre, mi madre me contó que ese fue el primer amor de mi abuela, ¿también dice algo de el allí?, ¿No me digas que mi abuela también le hizo algo?—
—¿Sabes qué pasó con él? —preguntó Margaret, tratando de ocultar su ansiedad.
—Bueno, según lo que sé, Henry desapareció misteriosamente. Fue un golpe muy duro para mí abuela. Ella nunca dejó de buscar respuestas sobre su paradero. Aunque ahora con todo lo que has descubierto no se ni que pensar— Janeth se puso la mano en la frente y tallo tratando de calmar sus nervios y siguió hablando. — ¿Que se supone que hay que hacer en estos caso?, ¿Hacer una denuncia?, ambos fallecieron hace tantos años.— Sus ojos se tornaron enrojecidos, y su voz comenzó a temblar — Que bueno que mi madre nunca se enteró se eso, ella recordaba al abuelo Michel con tanto amor—
—Te entiendo abuela, yo me sentí igual, por eso vine a hablar contigo—
De pronto Margaret sintió un escalofrío recorrer su espalda, sabía que había algun espiritu serca y ese era Henry así que decidida a seguir investigando, preguntó:
—¿Tienes alguna idea de dónde podría encontrar más información sobre Henry Walsh? Tal vez cartas, documentos, cualquier cosa que pueda ayudarme a entender mejor su historia.—
La abuela de Margaret asintió lentamente.
—Puedes ir a la biblioteca pública, tienen registros desde hace unos 200 años, puedes decir que estás haciendo alguna tarea de verano, seguramente te dejarán entrar—
—Gracias abuela—
—Tambien deberías seguir revisando en tu casa, si hay cosas ocultas tienen que estás allí—
Esa tarde Margaret y su abuela compartieron por más tiempo, eso ese día Margaret había descubierto cosas increíbles que jamás imagino. ¿Qué otros secretos ocultaba su familia? Y sobre todo, ¿Por qué el fantasma de Henry Walsh aún vaga en esta tierra, y específicamente en la casa Moloney?