La Venganza De Una Dama.

Pasaban de las nueve de la mañana cuando el despertador sonó, me levante con algo de pereza y me dirigí al baño para alistarme para desayunar. Baje las escaleras aun algo dormida, a pesar de haberme bañado mi cuerpo aún resentía la noche que había pasado. Sin mirar me dirigí hacia la cocina y tomando un vaso de agua se me ocurrió mirar con dirección a la ventana y al ver que había tres autos en la entrada estacionados, me desperté. El auto de Marco, Gian y el de mi abuelo, estaban estacionados en la entrada y al ver eso por un momento me congelé. Intente actual serena ante ese hecho, pero sabía lo que se avecinaba.

Sin pensar en más nada caminé con dirección a la sala y al llegar vi a todos reunidos tomando café y leyendo algunos documentos. Mire sin entender muy bien que hacían todos allí y llamando su atención dije.

— Buenos días a todos...— Veo como las cuatro personas en la sala me miran y acercándome para saludar a cada uno de ellos agregué. — ¿Qué hacen tan temprano aquí?

— Buenos días, hija.— dice mi abuelo con una sonrisa en sus labios. —Teníamos que arreglar algunos asuntos antes de partir y de pasó se nos ocurrió venir a desayunar contigo. — Veo como me mira y con picardía este agrega — Aunque cuando llegamos tu padre nos informó que habías llegado algo tarde anoche y es por eso que no quisimos despertarte. ¿Cómo estuvo tu cita?

Al mencionar aquello todos prestaron atención a lo que tenía para decir y conteste sin dar mucho detalle de mi noche con Vladímir.

— Bien.

Al ver que no iba a decir nada más Marco me miró más que intrigado y preguntó.

— ¿Qué hicieron? ¿A dónde te llevo?

Miré a mi hermano con reproche y conteste.

— ¿Qué son esas preguntas hermano? Yo a ti no te pregunto sobre tu vida personal o íntima.

Veo como Gian sonríe y agrega.

— Eso es porque él no tiene Bella. — Marco mira mal a mi primo y este solo sonríe burlón para luego decir.— Pero bueno, ya deja de hacerte la misteriosa, cuéntanos...

— Fue una cita normal, me llevó en su barco comimos, tomamos vino y hablamos de mi proyecto a futuro. ¿Quieren saber algo más?

Veo como mi padre sonríe y contesta.

— No le hagas caso hija a ellos, tú no tienes que dar explicaciones de tu vida personal. Dejen a mi niña tranquila y concéntrese en lo que estaban haciendo.

Tanto mi hermano como mi primo vuelve a lo suyo luego de mi explicación y mi abuelo indicándome tomar asiento junto a él, menciona.

— ¿Ose que le dijiste que planeabas retomar tu carrera y que te ibas?

Veo como los otros miembros de mi familia me miran y agregó.

— Sí, le dije que pronto iba a hacer un viaje y que no sabía cuando iba a volver. — Veo como tanto mi abuelo como ni hermano relajan su postura y sus expresiones faciales y agregó — Hoy saldremos de nuevo, iremos a almorzar. — Tome la jarra de café qué estaba en la mesa y sirviendo una taza vi como el rostro de mi hermano se volvió a fruncir y agregué. — Creo que ese hombre me gusta, tal vez en un futuro pueda haber algo más. Espero que esto no resulte inconveniente para sus negocios.

Todos guardaron silencio y mi abuelo fue el primero en hablar.

— Vaya, debió ser una gran primera cita si ya mencionas que podría haber algo más.

— Sí... ¿abuelo podemos hablar en el jardín? Tengo algo de que hablarte.

Veo como este asiente y saliendo de la casa junto con él, tomamos asiento en una de las bancas qué había en el jardín.

— ¿Qué sucede hija?

— Quiero ser sincera contigo, tú sabe todo lo que pase antes de mi accidente y es por eso que cuando estaba en rehabilitación te conté que iba a idear un plan para acabar con los culpables de mi sufrimiento.

— Aun los culpas... digo ya sabes que ellos no tuvieron participación en tu accidente...

— Por supuesto que lo tuvieron, ellos me dejaron en ese estado de inconsciencia que al cruzar esa maldita calle no vi lo que estaba sucediendo a mi alrededor. — Veo como el abuelo solo observa mi mirada y es cuando agregó — Además su traición es algo que jamás voy a perdonar.

— Entiendo... — Dijo aún serio, pero suavizando su expresión y agregué.

— Vladímir Salvatore es parte de mi plan. Voy a quitarle todo lo que esa mujer ama y cuando se encuentre sola y acabada sabrá lo que yo sufrí.

Veo como el abuelo me mira y con una sonrisa en su rostro dice.

— No serías una Mussicardi si no fueras algo retorcida en tus venganzas. Pero ten cuidada Bella, ese juego que quieres jugar es algo peligroso para ti. ¿Qué pasaría si él se enterara de que te acercaste solo para acabar con su hermana?

— No lo sé, pero... mi venganza hacia ella es más importante, al igual que lo va a ser hacia él... Mi amigo Max me comentó que Eric será el nuevo actor principal en una serie de televisión. Voy a dejar que escale, que suba muy alto, para que cuando por fin esté en la sima yo pueda acabar con él y todos sus sueños.—Veo como mi abuelo me mira orgulloso y es entonces cuando digo.— Dijiste que podía confiar en ti ¿verdad? por favor manten a Marco al margen de todo esto, él no lo va a entender y no quiero pelear con mi hermano por cosas sin sentido.

— Tranquila hija, de tu hermano me haré cargo yo.

Asentí al oír sus palabras y luego ambos volvimos al comedor. No quería tener que estar dando tantas explicaciones de mis actos y es por eso que prefería tener a mi abuelo de mi lado. Sabía que él me apoyará si sabía lo que estaba planeando.

La mañana había pasado volando y cuando menos lo espere Vladímir ya había llegado a buscarme. Esta vez había aprendido y antes de que él tocara él timbre me había quedado cerca de la puerta cosa de no tener que pasar por lo mismo que había pasado la noche anterior. Al oír el toque suave, salude a todos de manera general y sin esperar respuesta, salí de la casa y me acerqué a él para saludarlo con un beso en la mejilla.

Vladímir me miró algo extrañado y mencioné.

— Mi familia está adentro y no quiero que vuelvas a pasar por lo mismo de anoche.

Veo como sonríe y contesta con picardía.

— Ya veo, creí que no quería responsabilizarse de lo que me hizo anoche.

Llegamos al auto y luego de que él también ingresara colocando mi cinturón de seguridad dije.

— ¿Responsabilizarme? Estoy muy segura de que anoche tú me hiciste mucho más a mí que yo a ti...

Veo como su sonrisa crece y antes de arrancar el auto se acerca para robar un corto beso de mis labios y agrega.

— Créeme que lo de anoche solo fue el comienzo, aún no he terminado contigo.

Sonrió por sus palabras, pero apartándolo de mí, miró hacia la ventana y digo.

— Aquí no, no quiero que nos vean.

Vladímir solo sonríe y acomodándose nuevamente en su asiento, se dispuso a manejar para llevarme a almorzar.