soy ESCARLE ROUSS vivía solo para complacer a quienes estaban a mi alrededor, Fuy abusada a mis 5 años nunca dije nada por miedo y vergüenza, a los 17 escape de casa tube 2 hijos pero el miedo que les pasará lo mismo que a mi me llevo a una depresión.
Ahora no se si estoy muerta o es un sueño pero soy ALEXA FERRER y está vez viviré por mi y para mí.
NovelToon tiene autorización de Kerlys Yohana Rosales Morales para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
salón del trono y traición
La Emperatriz Sofía tomó la palabra, con su voz firme y autoritaria, exigió respuestas sobre lo sucedido con Alexa Ferrer. El Ministro Lear y el Archiduque Yos, bajo la presión y el miedo, confesaron haber sido cómplices del secuestro de la joven noble. Revelaron que lo habían hecho bajo las órdenes del Ministro de Finanzas Castellanos, quien había planeado el crimen pero no decían él motivo.
El silencio sepulcral invadió la sala. El Ministro de Finanzas Castellanos, acorralado por las acusaciones, negó rotundamente su participación en el secuestro. Sin embargo, las pruebas en su contra eran abrumadoras y su rostro delataba la culpa que intentaba ocultar.
El rey Felipe suspiró profundamente antes de continuar. "Hemos descubierto que el hombre de confianza del ministro de finanzas castellanos está involucrado en el secuestro de Alexa Ferrer. Fue descubierto por uno de los guardias del rey y llevado al calabozo".
El ministro de finanzas castellanos se puso pálido al escuchar las acusaciones, negando rotundamente cualquier implicación en el asunto. El duque Estéfano lo miraba con desprecio, exigiendo respuestas que el ministro no podía dar.
Después de un rato, entró al salón el joven duque Vicencio, quien traía consigo a un hombre de confianza del duque Castellanos. El hombre estaba más muerto que vivo, con heridas visibles en todo su cuerpo que indicaban que había sido brutalmente torturado.
"Su majestad, sé el motivo del secuestro de la señorita Alexa", dijo el duque Vicencio, mirando al hombre a su lado, quien temblaba de miedo solo con la mirada. "Mi amo, el ministro de finanzas, ordenó el secuestro de Alexa porque se sintió humillado cuando ella rechazó el matrimonio arreglado".
"¿Cómo pudiste hacer algo así, Castellanos?", preguntó el rey, con tono de decepción en su voz. El ministro bajó la mirada, avergonzado de sus acciones. "Fue un error, su majestad. Me dejé llevar por la ira ", se excusó, con la voz temblorosa.
El duque estéfano Ferrer padre de alexa se acercó al ministro y lo miró fijamente a los ojos. "Debes pagar por tus acciones, Castellanos. No permitiré que una injusticia como esta quede impune", dijo con determinación.
Los ministros presentes en la reunión asintieron con aprobación. Castellanos había violado las leyes del reino y debía enfrentar las consecuencias de sus actos.
El ambiente tenso se fue relajando poco a poco a medida que se tomaban decisiones y se hacían planes para castigar al culpable y proteger a los inocentes.
El ministro Castellanos fue llevado bajo custodia. pero en un momento éste saca una daga de su ropa y se degolla así mismo, ya que si lo torturaban le sería difícil mantener la información sobre la mujer misteriosa , su familia correría peligro
La emperatriz se dirigió solemnemente a todos los presentes en el salón del castillo, con el suicidio del ministro Castellanos y la sangre aún fresca.
"¡Hemos descubierto un acto de atrocidad que no puede ser tolerado en nuestro reino!", proclamó con indignación. "Cuando rescatamos a Alexa Ferrer, también encontramos a tres niñas que habían sido abusadas repetidamente. Alexa defendió a las niñas con todo su valor y fue herida gravemente en el proceso. Ahora se encuentra en el palacio recuperándose, pero su valentía no será olvidada."
La emperatriz recordó a todos los presentes que la esclavitud y las violaciones eran ilegales en su reino, y que aquellos que fueran encontrados culpables pagarían con la muerte, mientras que sus familias serían exiliadas.
El príncipe Lucas, con fervor en sus ojos, tomó la palabra. "Se realizará una investigación exhaustiva en todo el reino para descubrir a los responsables de estas atrocidades. No descansaremos hasta que se haga justicia y se asegure la protección de los más vulnerables."
La emperatriz Sofía intervino en la conversación, su voz calmada pero firme.
"Es evidente que hay más en juego de lo que pensábamos. Necesitamos encontrar a las personas que están detrás lo antes posible y castigar a aquellos que han cometido este acto de violencia".
Los consejeros y ministros asintieron en acuerdo, conscientes de la gravedad de la situación.
La sala del consejo real estaba llena de tensión mientras el rey Felipe miraba fijamente a cada uno de sus ministros y consejeros. Su voz resonó en la habitación cuando habló, recordándoles a todos que el duque Estéfano Ferrer era su hermano y que Alexa Ferrer, su sobrina, eran miembros de la familia real cristal. Cualquier acto en su contra sería considerado una traición a la corona.
"Deben recordar que la sangre real corre por las venas de Estéfano y Alexa. Son parte de nuestra familia y merecen nuestro respeto y protección", dijo el rey seriamente.
Hubo murmullos de asentimiento entre los presentes. Estéfano Ferrer, a pesar de su título de duque, era el segundo hombre con más autoridad en el reino después del rey. Sus palabras llevaban peso y su influencia era innegable.
Los príncipes, herederos al trono, asintieron en acuerdo con su padre. Apoyaban sus palabras y estaban dispuestos a velar por la seguridad de su tío y prima.
"Nos enfrentamos a tiempos difíciles y debemos permanecer unidos como familia. No permitiré ninguna traición a la corona, sin importar cuán cercano sea el perpetrador", continuó el rey con determinación en su voz.
Los ministros y consejeros se miraron entre sí, conscientes de la importancia de las palabras del monarca. Había un aire de misterio en la sala, como si todos fueran conscientes de algo más grande que se cernía sobre ellos.
"Estaré vigilante y cualquier intento de dañar a mi familia real será castigado con todo el peso de la ley", advirtió el rey antes de levantarse de su trono y abandonar la sala
En las sombras, los dos archiduque s y el conde que aún no habían sido descubiertos intercambiaron miradas cómplices. Sabían que sus secretos estaban en peligro de ser revelados, y estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para protegerse a sí mismos y a sus oscuros intereses.
Al final de la reunión, el rey Se comprometió a seguir trabajando para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos, y a no permitir que la corrupción y la injusticia se apoderaran del reino.
Los murmullos comenzaron a aumentar en intensidad entre los presentes, cada uno compartiendo sus sospechas y teorías sobre lo que el rey había insinuado. ¿Qué tipo de amenazas podrían enfrentar la familia real? ¿Había alguien conspirando en su contra?
Estéfano Ferrer se levantó de su asiento con una mirada sombría en su rostro. Sabía que su posición como duque y miembro de la familia real lo convertía en un objetivo potencial para aquellos que deseaban desestabilizar el reino.
El duque miró a sus sobrinos, quienes le devolvió la mirada con determinación en sus ojos. Ambos sabían que debían permanecer unidos y protegerse mutuamente en tiempos de incertidumbre.
Mientras la noche caía sobre el castillo real, una sombra se deslizaba por los pasillos oscuros. Alguien estaba acechando en las sombras, observando cada movimiento de la familia real con ojos hambrientos de poder.
El duque Estéfano Ferrer sintió la presencia acechante y se giró bruscamente, pero no vio nada más que la oscuridad que lo rodeaba. Una sensación de inquietud lo invadió mientras se apresuraba a regresar a la habitación de su hija Alexa que se estaba recuperando , consciente de que algo no estaba bien en el reino.
Al llegar a la habitación, Estéfano encontró a su hija Alexa que lo esperaba con una expresión preocupada en su rostro.
"Algo no está bien, padre. Siento que estamos siendo observados, desde hace 6 años después del accidente con el caballo es como si alguien estuviera planeando algo en nuestra contra", dijo Alexa en voz baja.
El duque asintió en acuerdo, compartiendo las mismas sensaciones de paranoia. Sabían que debían estar alerta y unidos en medio de la creciente amenaza que se cernía sobre ellos.
fueron pasando los días y las investigaciones seguían su curso , ya 6 semanas después.
Entran los príncipes al despacho de su majestad el rey Felipe para presentar informes de la investigación.
La tensión en el palacio real era palpable cuando el príncipe Diego informó a su padre, el rey Felipe, sobre el hallazgo de diez niños vendidos como esclavos en el condado Kim. El rey se sorprendió y preguntó cómo era posible que no se supiera de esta atrocidad. El príncipe Lucas agregó que en el pueblo Lagunita las jovencitas habían desaparecido hacía meses y el archiduque Ríos no había informado nada al respecto.
El rey Felipe, furioso por la falta de información, ordenó que trajeran al archiduque Ríos y al conde Kim para que dieran explicaciones sobre lo sucedido. Al día siguiente, en el salón del trono, se encontraban los ministros y consejeros reales listos para escuchar las explicaciones de los acusados.
El conde Kim intentó excusarse diciendo que solo cumplía órdenes del archiduque Ríos, mientras que este último negaba cualquier responsabilidad. El príncipe Diego entregó las pruebas incriminatorias a sus majestades y detalló las acusaciones en su contra.
Después de un juicio rápido, el archiduque Ríos y el conde Kim fueron declarados culpables y sentenciados a muerte. Sus familiares, por su parte, serían exiliados del reino en dos días. La justicia real había sido rápida y contundente, pero algo en el ambiente seguía sintiéndose oscuro y misterioso.
Mientras tanto, en el jardín del palacio, la joven Alexa Ferrer disfrutaba de un momento de tranquilidad cuando fue abordada por el joven duque Vicencio. Entre risas y conversaciones, compartieron unas galletas y disfrutaron de la tarde soleada. Aunque parecía un encuentro casual, había algo en la mirada del duque que denotaba un interés más profundo en la joven.
Finalmente, el día del exilio de los familiares del archiduque Ríos y el conde Kim llegó. Mientras observaban cómo abandonaban el reino, el rey Felipe reflexionaba sobre los eventos recientes y se preguntaba si realmente había cortado de raíz el mal que acechaba a su reino. su hermano el duque Ferrer le informo de la llegada de varios extranjeros al reino sin tener razón, aparentemente de su llegada.
Mientras tanto, en la oscuridad de la noche, la figura misteriosa continuaba su acecho silencioso. Había algo en juego más grande de lo que la familia real podía imaginar y aquellos que tramaban en las sombras estarían dispuestos a todo para lograr sus objetivos.
La traición se tejió en los pasillos del castillo real, mientras cada paso en falso acercaba más a la amenaza desconocida que se cernía sobre la familia real cristal.
El rey Felipe, ajeno a las conspiraciones que se gestaban a su alrededor, se encontraba reunido con su círculo de confianza, discutiendo los asuntos de estado. Sin embargo, su mente no podía apartarse de la sensación de peligro que lo rodeaba.
De repente, un grito resonó en el castillo, rompiendo el silencio de la noche. El rey y su círculo se apresuraron a investigar la fuente del grito, temiendo lo peor.
Al llegar al lugar del suceso, se encontraron con Estéfano Ferrer tendido en el suelo, sangrando de una herida en su pecho. Alexa estaba a su lado, en estado de shock por lo que acababa de presenciar. tratando de detener el sangrado.
"¡Traición! ¡Hemos sido traicionados!", gritó el rey Felipe, con el corazón lleno de angustia al ver a su hermano herido.
La familia real cristal había sido atacada en su propio hogar, la traición se había infiltrado en sus filas y ahora enfrentaban una amenaza desconocida que ponía en peligro la estabilidad del reino.