Louis Warren é um solteiro convicto, não está em seus planos casar e muito menos ter filhos, com o que ele vê diariamente em sua profissão de delegado de polícia, ele acredita que o mundo está muito perigoso para criar crianças
Mas a sua vó não pensa assim, tudo o que ela quer é que o neto lhe dê bisnetos e que ele assuma o comando da empresa da família.
Diana Taylor é uma jovem doce e carismática, mora com o pai e o irmão, ela é faxineira em uma escola de crianças ricas, no mesmo dia em que é demitida conhece o delegado, que é obrigado pela sobrinha a lhe oferecer uma carona, mas os dois acabam indo parar no hospital por conta de um acidente da avó de Warren.
A senhora muito esperta se encanta com a doce Diana e decide bolar um plano para realizar o seu desejo em ter bisnetos, o problema é que o seu plano é um segredo, e eles só vão descobrir quando uma gravidez inesperada surgir.
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Capítulo 20
Diana
Aún con las piernas temblorosas, voy directo al baño del cuarto de huéspedes en el piso de arriba. ¡Ay, Dios, en qué estaba pensando! Agarrarme de esa manera con el nieto de mi jefa, aunque fue él quien me agarró. Pero debería haber negado cuando tuve la oportunidad, estaba segura de que una vez que probara sus labios sería imposible no desear más, estaba a punto de suplicar por más.
Ver cómo sus labios se pusieron aún más rojos con nuestros besos me dejó mucho más húmeda, claro que él debe haber notado mi falta de experiencia, pero ya había besado antes, no tanto, solo fueron dos chicos, uno cuando tenía quince y el otro cuando tenía diecisiete años.
Y ninguno fue tan intenso, delicioso, nunca había deseado más, si él quisiera más, si quisiera hundirse en mí, seguramente no me opondría, porque sí, yo quería más.
Toco mis labios aún intentando sentir un poco más de su sabor, sería una locura entregarme a él sabiendo que después correría hacia los brazos de otra, otra con las mismas condiciones que él, o otra más experimentada.
Él parece un dios griego, seguramente sería el más guapo de todos, ¿cómo podría darle placer? ¿Cómo yo, una simple mujer, podría ser capaz de conquistar a un hombre como él? Seguramente solo me quiere para jugar, y no estoy dispuesta a ser solo otra en la vida de quien sea.
A diferencia de mi madre, no soy aventurera, soy romántica y sí, quiero un hombre para toda la vida, ¿me puedo frustrar con esta decisión? Sí, pero es lo que soy, no voy a cambiar eso en mí por un deseo arrollador.
- ¿Querida, estás bien? - oigo a doña Abby preguntando desde la entrada de la habitación, me miro en el espejo del baño y abro los ojos de par en par, misericordia, estoy hecha un desastre, mi pelo está revuelto, solo de pensar en su agarre fuerte y poderoso todo mi cuerpo se estremece y mis piernas vuelven a temblar.
- E..e..estoy bien - grito desde el baño, dándome cuenta de que ella está preocupada, probablemente pensando que me volví a sentir mal, aún no entiendo la razón de lo que sucedió más temprano, pero por suerte pasó.
Me sentía bastante mareada y con el estómago revuelto, pero después del baño en los brazos de Louis, mejoré y sobre todo, al no tener perfume cerca, ya no sentí nada más, la verdad es que me preocupó un poco y nunca aceptaría que pagaran a un médico por nada.
Miré en el dr.google y vi que puedo estar ansiosa por la situación de mi padre, y algunos casos de ansiedad pueden provocar vómito, al menos esa es la explicación que encontré, y también encontré embarazo, pero ¿cómo puedo estar embarazada siendo virgen? ¿La ciencia podría explicarlo? ¿O los libros clichés que leo podrían explicarlo?
- Nuestra hija, qué alivio - dice doña Abby en cuanto salgo del baño después de mojar un poco mi nuca para ver si el ardor que me había causado Warren se detenía, aún me siento ardiendo, especialmente sabiendo que la blusa que llevo es suya.
Soy torpe por naturaleza y la camisa que había traído el viernes la había dejado en mi casa, pero por suerte aún tenía un pantalón, cuando me quedé con los ojos muy abiertos, Savanah del servicio de cocina dijo que el "señor Warren" no se molestaría si tomaba una de sus camisas.
- Disculpa por esto, no quise asustarte de nuevo - aunque no la encontré asustada, incluso pensé que estaba feliz, tal vez sea cosa de mi cabeza.
- ¿Vamos a la biblioteca a tomar té y leer? - pregunta y no puedo negarme, son dos cosas que amo hacer.
- Claro, su Warren no le importará quedarse solo, ¿verdad? - pregunto mientras salimos de la habitación y ella niega bufando descontenta.
- Ese ingrato se fue corriendo - dice acariciando mi mano mientras nos apoyamos para bajar las escaleras.
Claro que se fue corriendo "ironizo".
Sabía que sería así, y aunque haya salido corriendo primero no dejo de sentir un apretón en mi pecho. ¿Qué querría él hablar conmigo? Ahora tal vez sea él quien no quiera conversar conmigo, especialmente después de que huyera como una ladrona del baño.
Cierro los ojos tratando de contener la vergüenza, debo haber corrido muy torpemente porque sentía mis piernas temblorosas, otra vergüenza por la que debo haber pasado. ¿Habrá buscado a alguna mujer que realmente supiera qué hacer y suprimiera su enorme deseo, y cuando hablo de enorme no estoy exagerando, porque llevaba puesto unos pantalones de chándal y no pude ver y deleitarme con la vista que debe ser.
– ¿Estás bien de verdad?, estás tan roja – pregunta Abby cuando llegamos al último escalón de la escalera – estás roja, ¿no tendrás fiebre?
Niego más discretamente, río y me reprendo, aquí estoy pensando en cosas obscenas con su nieto y ella preocupándose por mí, por Dios, soy una serpiente de la peor clase.