1ra parte de "Solo soy un detective"
Alexis Mefhisto, nombrado como el mayor criminal del planeta se encuentra en los últimos instantes de su existencia. Rodeado de la fuerza del país y parado en la alcoba de un gran edificio, su final está más que claro. Sin algún lugar a donde escapar, decide acabar su historia de la mejor manera y, a la vista de todo mundo, salta del gran edificio abrazando el vacío. Pero, para su suerte, algo raro pasa: ¡No muere, sino que es transportado a otro mundo!
En un lugar dónde él nunca existió ¿Qué podría hacer el que alguna vez fue el maestro del crimen?
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Arco 1, Cap 16 - Compañeros de trabajo.
Alex termina de revisar las peticiones ciudadanas que Chrono le había entregado en menos de una hora. Se levanta de su asiento y se los entrega. Chrono queda totalmente asombrado con la rapidez y perfección con los que los había revisado, no había ningún fallo.
—Impresionante, terminaste incluso más rápido que la agente Janneth, si tan solo otros del departamento trabajaran como ustedes —dice Chrono mencionando lo último en voz baja.
—¿Eso es todo? Puede que no sea un maldito explotado, pero por lo menos podrías darme algo más complicado ¿no crees? Esto estaba casi terminado.
—Lo siento, pero es todo lo que te puedo entregar por ahora, tendrá que esperar a que llegue un nuevo caso o de lo contrario más papeleo.
—De nuevo me quedo sin nada que hacer, *suspira* si por lo menos tuviera un celular conmigo, podría jugar ese juego infinito de mover dulcecitos, claro, si tan solo existiera en este mundo.
Gensei los escucha desde su escritorio a pocos metros, a lo que se levanta y se acerca para unirse a la conversación.
—¿Se refiere al Sweet Crusch? Claro que existe, es el juego gratuito más popular en la I-store y otras tiendas, creo haber llegado al nivel 722 creo, por el trabajo no lo he podido tocar mucho.
Gensei saca su celular y se mete al juego para después mostrarle el progreso a Alex, que queda asombrado al ver que era el mismo juego que en su mundo. Gensei le deja su celular en sus manos y aprovecha para entregarle unos documentos a Chrono para que los revise.
—Esta mierda incluso cruza mundos, es tan surrealista —dice Alex mientras aún mira el progreso de Gensei, que efectivamente era el nivel 722.
—A todo esto, señor Mefhisto ¿no lleva un teléfono celular consigo? —pregunta Chrono.
—Tenía uno viejo que solo servía para llamadas interconectadas y si acaso el juego de la serpiente, pero se rompió cuando fui arrojado a una pared por andar de entrometido —contesta Alex recordando el día que conoció a Karin, pero también recordando el impacto con disgusto.
—¿Interconectadas? —pregunta extrañado y luego suspira—
.. cómo sea, debería conseguir uno, lo necesitará en caso de una llamada de emergencia, salga a patrullar ahora y aproveche a comprarlo y también a descansar, se le tomará como sus horas de descanso, ¿está de acuerdo?
—Es eso o nada.
Alex voltea a ver un reloj que está en la pared.
—Son la 1:57pm, entonces salgo y debo estar aquí a las 3:00pm ¿no es así?
—Será a las 5:00pm, se nos da tres horas de descanso, trate de llegar puntualmente por favor —dice Chrono devolviendo los documentos que Gensei le había entregado.
—Si, me largo entonces.
Alex se da la vuelta a dirección de la puerta, y cuando está por tocar el pomo esta se abre de repente, haciendo que este se hiciera a un lado para evitar encontrarse cara a cara con aquel que abrió la puerta. Entra una persona: Un chico de cabello y ojos rojos, camisa de color tinto y pantalón de mezclilla.
—Buenos días compañeros, hoy hace un buen clima, perfecto para echarse una buena siesta —dice el chico pelirrojo mientras se estira tranquilamente.
—Querrás decir "buenas tardes", son la 1:58pm, llegas hasta medio día, maldito holgazán —exclama Chrono enojado, dejando de lado el tono sereno que siempre tiene.
—Como dice el dicho "mejor tarde que nunca" ¿No crees? Jajaja —contesta el chico con tono gracioso, pero en vez de causar gracia, aumenta las ganas de Chrono por ahorcarlo.
—No da ni pizca de gracia, maldito perezoso. Tienes suerte que tu parte del trabajo ya está hecha, pero dentro de poco me aseguraré que trabajes hasta que tú ojos no puedan ni abrirse —dice Chrono molesto mientras se acomoda el monóculo.
—¿Enserio? Genial, entonces tengo tiempo libre ahora, ¿Quién fue el ángel que me ayudó? —dice el pelirrojo con entusiasmo.
—Cómo llegaste hasta ahora le dejé tu parte y la del enano albino a nuestro nuevo compañero, el señor Alexis Mefhisto aquí presente —responde Chrono, recuperando la compostura.
—¿Un nuevo compañero?
El pelirrojo voltea a ver a Alex, que lo estaba observando sin hacer ruido.
—Mucho gusto, me llamo Donnaiolo, soy un reencarnado de Italia de las épocas de 1500.
—Alex, Alexis Mefhisto, llámame como te dé la gana, la verdad no me importa.
—Ok, entonces te llamaré Alex, gracias por hacer mi trabajo, debió de ser duro encargarse de la parte de dos personas y a parte la tuya.
—No me costó nada hacerlo, es más, deberías incluso pedir algo más complicado, o por lo menos haz algo de lo que te dejan, no es como si te fueras a morir si lo haces.
Inevitablemente, Alex lo mira ligeramente con desprecio.
—Oh vamos, no te conviertas en Chrono, por tu apariencia sé que eres una persona divertida, ¿Que te parece si salimos a comer algo y hablamos?
El pelirrojo su mano en el hombro del ex-criminal y lo mira con una sonrisa amigable, pero Alex se la quita de encima pero de manera discreta.
—Está bien, vayamos por algo de comer, aquí no hay más que pan duro o agua con sabor a cloro.
—Aunque no debería dejarte salir, te dejaré que acompañes al Agente Mefhisto y lo lleves a una tienda de teléfonos, pero aclaro que mañana no saldrás de la agencia ni para comer —dice Chrono seriamente.
Donnaiolo pas saliva en señal de preocupación, pero aun así sale junto con Alex de la oficina. Mientras van camino a la entrada, se encuentran a Fimbulvetr, que caminaba por el pasillo sin ningún destino aparente.
—Vaya, pero si es Don y Ale, ¿Que hacen juntos? No sabía que se conocían —dice el peliblanco con un tono alegre.
—Estoy acompañando a Alex en su hora de almuerzo, Chrono me encargó que lo llevara a una tienda de tecnología para que comprara un celular —responde Donnaiolo.
—¡Suena divertido, vayamos los tres para que sea mejor!
Donnaiolo lo mira detenidamente.
—Eeehhh... Pero ni siquiera haz puesto un pie en la oficina, si no llegas ahora, Chrono te destrozará apenas te vea.
—Llevas conociéndome dos años, ¿Y aún crees que me importa lo que me haga Chrono? —dice Fimbulvetr con una sonrisa, pero a la vez con los ojos muertos y temblando.
—Veo que te afecta, y bastante... pero como tú quieras, como dices, será más divertido —contesta Donnaiolo levantando el pulgar en signo de aprobación.
—Entonces partamos rumbo a la diversión ¡Yey! —exclama Fimbulvetr dando un pequeño salto con la mano en alto.
Alex, Fimbulvetr y Donnaiolo salen de la agencia rumbo al mercado central. Desde las ventanas del Departamento de Agentes Especiales, Chrono, que estaba tomando un pequeña pausa para tomar un café, los observa alejarse. Mientras los ve, a su mente llega una conversación que tuvo con el comandante en su despacho momentos después de que Alex llegara a pedir hacer las pruebas para entrar al Departamento:
«—¿Es en serio lo que me está diciendo?
—Tal como oíste, Chrono, El jóven Mefhisto fue un criminal muy peligroso antes de llegar a Serenia, el peor que jamás haya existido.
—Aunque me imaginaba que no era alguien bueno, no me esperaba tal cosa... ¿Qué piensa hacer con él, comandante?
—Lo aceptaré como miembro del departamento.
—Es probable que tenerlo como compañero sea todo un reto, comandante.
—Si lo dices por la relación que tiene con Jany, lo tengo muy en cuenta, sé perfectamente que la persona del jóven Mefhisto personalidad es propensa a generar el disgusto de los que lo rodean, pero comparado con los beneficios que traerá el tenerlo entre nosotros, es un precio bastante bajo.
—No lo digo por ese detalle, comandante...
—Si te preocupa lo que puede llegar a hacer, no te alarmes, Chrono, investigué absolutamente todo sobre él para llegar a esta decisión.
—Espero y todo salga como planee, comandante, no sería agradable tener que vivir otra catástrofe como la aquél día.
—No te preocupes, puedo decir con total seguridad que sé incluso más de lo que él sabe de si mismo»
—... Deberé prepararme para cualquier imprevisto.
Mientras van caminando hacia la plaza, el trío planea su recorrido.
—¿Qué haremos primero? ¿Compramos el celular o comemos cerca de aquí? —pregunta Donnaiolo.
—Primero compraré el teléfono. Odio que me apresuren mientras hago una decisión, así que me tomaré mi tiempo para elegirlo. Una vez comprado nos vamos a comer algo por allí —contesta Alex.
—¿Qué tipo de celular comprarás, Ale? —pregunta Fimbulvetr con curiosidad.
—Solo uno con el que pueda jugar algo divertido y con el que pueda comunicarme, no pido nada más —contesta Alex
El trío da vuelta por una calle para llegar al mercado. Después de una pequeña caminata, por fin llegan a la tienda de teléfonos. Hay una gran variedad: viejos, nuevos, usados, de todos colores y funciones.
—Bien, ya estamos aquí, es mejor que los veamos ahora mismo o si no nos quedamos sin comer —dice Alex.
El ex-criminal camina hacia una estantería dónde hay varios celulares para ver si hay alguno que le guste.
—Yo los espero afuera, no tarden tanto que me aburro estando solo —dice Donnaiolo saliendo del establecimiento y recargándose en una pared.
Alex se pone a mirarlos detenidamente, sin otra cosa que hacer, Fimbulvetr lo acompaña a mirarlos.
—Este está bastante bueno, buen almacenamiento interno, y una memoria RAM decente, sin duda te puedo correr hasta el Astral Impact —dice Fimbulvetr apuntando el teléfono del que hablaba.
Alex voltea a ver el celular, lo mira por unos instantes, pero no le interesa y vuelve la mirada a los que estaba mirando.
—Hhhmmmm... Hay bastante variedad, es la primera vez que pienso bastante para comprar un celular.
—¿Tuviste una mala experiencia con alguno que te hizo fijarte mejor desde entonces?
—No, antes solo me bastaba con que pudiera contactar a algunas personas, pero ahora sabiendo que la mayoría del tiempo me quedaré sin nada que hacer, necesitaré uno agradable y que me sirva para divertirme, pero hay tantos...
—Esta es una de las tiendas más grandes, normal que haya demasiados.
—Bueno, hablando no encontraré nada, más vale que siga mirando, Vetr, avísame de cualquiera que se vea bueno.
—Está bien, te aviso si veo uno interesante.
Le tomó 30 minutos decidirse, pero por fin llegaron a una decisión: un celular negro, con buena RAM y memoria interna. Alex y Fimbulvetr salen del establecimiento para reencontrarse con Donnaiolo, pero no lo ven por ningún lado.
—¿Y el pelirrojo? ¿No se supone que iba estar esperando fuera? Quizás ya esté comiendo en algún lugar.
—No... no creo que sea eso... —contesta Fimbulvetr con una sonrisa nerviosa.
—¿Eh? ¿Entonces que está haciendo?
De repente, el grito de una mujer resuena y llega a oídos de los Agentes. De donde se escuchó el grito hay algunas personas en círculo. Picados por la curiosidad e incertidumbre, Alex y Fimbulvetr se acercan para ver qué estaba pasando.
Espero la segunda parte💗
Vivió una vida horrible... y a pesar de eso... decidió quedarse por y para sus hijos...
Me acabo de dar cuenta de algo
¡¿Ella no se llama igual que-?!
¡¡No me digas esooo!!
Es horrible la cruedad de ese hombre para agredir a su familia de esa manera... y sin remordimiento alguno...