Cuando Clara Winters, una exitosa diseñadora de modas con un pasado turbio, se muda a Nueva York para empezar de nuevo, no espera que su vida cambie drásticamente. Sin embargo, la llegada de Alexander Blackwood, un carismático y misterioso empresario, la arrastra a un torbellino de deseo y peligro.
Alexander, conocido por su control absoluto y su presencia imponente, se siente atraído por Clara de una manera que nunca antes había experimentado. Mientras se involucra en el mundo de Clara, descubre secretos que ella ha escondido celosamente, y una conexión intensa entre ellos desafía las barreras que ambos han construido alrededor de sus corazones.
Mientras su relación se profundiza, Clara y Alexander enfrentan no solo sus propios demonios internos, sino también amenazas externas que ponen en peligro sus vidas y su amor. Los oscuros secretos del pasado de Alexander y los miedos de clara se entrelazan en una trama de traición, pasión y redención.
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Capitulo 5: Desconfiando Del Encanto
Clara se despertó con la primera luz del amanecer filtrándose a través de las cortinas. Había pasado una noche inquieta, sus sueños perturbados por la presencia dominante de Alexander. **Había algo en él que no lograba descifrar, algo que la atraía y al mismo tiempo le suscitaba desconfianza.**
Se incorporó en la cama, pasando una mano por su cabello desordenado. **A pesar de la atracción innegable que sentía por él, Clara no podía ignorar la voz en su interior que le advertía del peligro que representaba.** Alexander Blackwood era un hombre poderoso, acostumbrado a tener el control, y había algo en su encanto que la inquietaba profundamente.
**Mientras preparaba su café, Clara no podía evitar pensar en la manera en que él había irrumpido en su vida.** Desde su primer encuentro, Alexander había desplegado un magnetismo que la había descolocado. Era como si él supiera exactamente cómo hacer que su corazón latiera más rápido, cómo romper sus defensas con una sola mirada. Pero Clara no era una mujer que se dejara llevar fácilmente por las apariencias.
*"No puedo dejarme engañar,"* murmuró para sí misma, apretando la taza de café con fuerza. **Había aprendido de la manera más dura que las personas no siempre eran lo que parecían, y que detrás de una sonrisa seductora podía esconderse un abismo de mentiras y manipulaciones.** Alexander era encantador, sí, pero Clara sospechaba que había mucho más bajo la superficie.
En la oficina, el día transcurrió de manera rutinaria, pero la tensión no había disminuido. **Cada vez que Alexander entraba en la sala, Clara sentía una mezcla de atracción y alerta.** Era como si una parte de ella se sintiera atraída por el peligro que él representaba, mientras que la otra luchaba por mantener el control.
Al final de la jornada, cuando la mayoría de sus colegas se habían ido, Clara recogió sus cosas para salir. Pero justo cuando se dirigía hacia el ascensor, escuchó la voz grave y seductora de Alexander a sus espaldas.
*"Clara, ¿puedo hablar contigo un momento?"*
Ella se detuvo, su corazón latiendo con fuerza mientras se giraba para enfrentar a su jefe. **Había algo en su tono que la puso en alerta, una suavidad que no coincidía con la imagen que él había proyectado hasta ahora.**
*"Por supuesto, Alexander,"* respondió, manteniendo su voz neutral mientras caminaba hacia él.
Alexander la guió hasta su despacho, un espacio elegante y minimalista que reflejaba su personalidad. Cerró la puerta detrás de ellos, un gesto que hizo que Clara se tensara de inmediato.
*"He notado que has estado distante últimamente,"* dijo Alexander, apoyándose en el borde de su escritorio mientras la observaba con una intensidad que hacía que su piel se erizara. *"Me pregunto si hay algo de lo que te gustaría hablar."*
Clara lo miró, intentando descifrar sus intenciones. **Había algo en su tono que la desconcertaba, una mezcla de preocupación genuina y un interés que no lograba entender.** Sabía que estaba caminando por una cuerda floja, y que cualquier error podría tener consecuencias.
*"No estoy segura de a qué te refieres,"* contestó con cautela, cruzando los brazos en un intento de protegerse de la energía que él irradiaba.
Alexander sonrió, un gesto que no alcanzó sus ojos. *"Eres una mujer inteligente, Clara. Estoy seguro de que sabes exactamente a qué me refiero."* Su voz era suave, pero había una firmeza en ella que hizo que Clara se sintiera atrapada.
**"¿Por qué desconfías de mí?"** Las palabras de Alexander la tomaron por sorpresa. Era una pregunta directa, despojada de todo el encanto superficial que él solía mostrar. Era como si, por un momento, él hubiera dejado caer la máscara.
Clara sintió su pulso acelerarse. **Sabía que este era un momento decisivo, uno en el que debía elegir si seguir jugando el juego o confrontar la realidad.** Decidió optar por lo segundo.
*"Porque no te conozco, Alexander,"* admitió, su voz firme pero baja. *"Y porque tengo la sensación de que hay mucho más en ti de lo que dejas ver."*
Por un instante, el rostro de Alexander mostró algo parecido a la sorpresa, pero se desvaneció tan rápido como había aparecido. **Sus ojos se oscurecieron, y por un breve segundo, Clara vio en ellos una sombra que la hizo estremecerse.**
*"Tienes razón,"* dijo él finalmente, con un tono que no daba lugar a dudas. *"Hay cosas que no sabes sobre mí, Clara. Cosas que no le cuento a nadie."*
**El aire en la habitación parecía haberse vuelto más pesado, cargado con las palabras no dichas y las promesas de secretos oscuros.** Clara supo en ese momento que estaba cruzando una línea de la que no podría regresar.
*"Y te aseguro, Clara,"* continuó Alexander, dando un paso hacia ella, su voz suave pero peligrosa, *"que no todo lo que descubrirás te gustará."*
**Clara tragó saliva, sintiendo que el suelo se deslizaba bajo sus pies.** Sabía que estaba atrapada en un juego peligroso, uno donde la desconfianza y el encanto eran las armas principales. Y aunque su instinto le gritaba que huyera, una parte de ella, la que no podía ignorar, anhelaba descubrir los misterios que se escondían detrás de los ojos oscuros de Alexander Blackwood.