Rosa La Pasión Hecha Mujer

Rosa se quedó muy quieta en la estera meditando comía algo de fruta, había quedado muy hermosa, muy olorosa con las esencias que le habían colocado, estaba algo nerviosa y pensativa por lo que las hadas del río le habían dicho...

¿- Cómo será eso de sangrar?

- Qué sentiré? Qué dirá Karay cuando me vea así vestida y arreglada, creo que me deje llevar por las mujeres, que tonta soy, estoy olvidando lo que en realidad he venido a este mundo... Deja de pensar en Karay pero que tonta me he vuelto...

Las dudas de niña mujer invaden la mente de Rosa, ella aún no sabe bien sobre sentimientos, a pesar de lo que las hadas le dijeron...

- Debo descansar no me siento bien, me duele la cabeza...

Rosa se tiende en la estera y se queda dormida...

La tarde la sorprende y Karay llega, la ve acostada un olor invade sus sentidos... La observa, la detalla, se acerca y la quiere acariciar pero no la toca, se ve como una princesa hermosa, como un cuento de nunca acabar...

- Rosa que bella estás... Susurra

- Te ves tan hermosa, que bella has quedado, pero aún no puedo tocarte, me da miedo por lo que vi en el río... Hablabas con una luz... Eres mágica y no sé que pueda pasar conmigo...

Rosa abre sus ojos y lo mira, ella se sienta no le quita la mirada, su mirada profunda lo presiona, Karay se intimida, siente como un fuego en su interior, su corazón late tan rápido, su respiración se acorta...

Él piensa que ella le puede hacer algo... Pero no entiende esas sensaciones que están muy adentro de su pecho... El silencio los invade... Hasta que Rosa abre sus labios y dice:

- Te vas a quedar ahí toda la noche, mirándome con un bobo...

Este reacciona, y se levanta de su lado.

- No solo estaba viendo tus adornos, te quedaron muy lindos... Está fruta es para mí?

- Si Karay come, yo voy a casa de mis papás, debo buscar una manta que deje y ya vuelvo.

Karay la mira y le dice:

- Como que vas a salir así, yo debo acompañarte, la noche está cayendo porque me desafías...

- No, Karay no te preocupes aquí todos me conocen...

O acaso estás celoso que me vean así...

Ella se da una vuelta y su cabellera larga y negra la arropa como una capa, esto vuelve loco a Karay.

- Rosa, eres muy vanidosa, pensé que eras distinta, no estoy celoso, solo me preocupo por ti...

- Está bien iré contigo, te espero afuera...

Rosa dio unos pasos y sintió un calor entre sus piernas, una punzada en su vientre y unas gotas salen bajando por sus muslos, ella mira el líquido espeso que sale, se sorprende es rojo... lleva sus manos hasta este y queda sorprendida y muy quieta, solo recuerda lo que el hada le dijo... "Está noche bajará tu sangre"

- Soy una mujer, Karay se va a dar cuenta de esto...

- Me voy a dar cuenta de que?

- De nada, esconde sus manos detrás, y le sonríe...

Pero su cara la delata.

- A ver qué tienes ahí, niña traviesa.

Este le agarra el brazo y ve su mano llena de sangre...

¿- Rosa, que es esto? Acaso ya eres mujer...

Ella baja el rostro y Karay se da cuenta que entre sus piernas hay de ese líquido también... Él la lleva adentro, ella se deja llevar por él...

- Sabes lo que va a pasar hoy, estás preparada para esto... quieres en este momento, o dejo unas horas más para que te acostumbres a esto que es nuevo para ti...

Rosa queda muda, no dice absolutamente nada, no sabe que decir, dentro de ella hay una mujer que quiere, pero se reprime, tiene miedo, se asusta...

- Rosa dime algo, sabes que debo hacerlo, te dije que al sangrar ibas a hacer mía, ya eso está pasando, pero no quiero que me hagas daño... Solo quiero ser tu hombre y protegerte toda la vida...

Rosa lo escucha, siente amor por él, ella se limpia la mano y lo abraza... Su voz está entre la garganta muy adentro, trancada...

- Tengo miedo Karay...

- No temas, yo te trataré delicadamente... Veo que también quieres... Voy por agua, quédate tranquila aquí...

- Rosa se recuesta sobre la estera... Y se coloca en posición fetal, abrazando sus piernas y esperando el momento... Ella se concentra, siente su emoción dentro de ella, sabe que Karay la va a tratar bien... Se siente enamorada.

- Ven aquí Rosa, te voy a limpiar es mi deber quitar esa sangre para poder estar contigo, es una tradición de mi tribu... Vas a aprender todo sobre mi tribu.

- Está bien, te voy hacer caso, pero no creas que me voy a volver una mujer dócil, aún debes enseñarme el arte de la guerra...

Rosa... !!! Haz silencio en todo este momento desde que te limpio hasta hacerte mía...

- Está bien, comprendo tus cosas, haré silencio.

Karay inicia la limpieza y va despojando a Rosa de todas sus indumentarias, hasta dejarla completamente desnuda... Él va tocando cada parte de su cuerpo, su cara, su cuello, sus pechos redondos, su cintura, su vientre, entre sus muslos, sus piernas... Él la unta con un aceite y ella se deja llevar, cierra sus ojos... él la toma entre sus brazos y la lleva a la estera, la coloca ahí, sus caricias hacen que Rosa se excite y se le salga un gemido muy profundo...

- Estás lista mi Rosa, ahora debes estar atenta a lo que voy a hacer.

Este se despoja de sus ropas y entre sus piernas una intensa intimidad se levanta, poco a poco se acerca a las piernas de su amada, está se deja llevar por el deseo, el placer, el dolor y su virilidad abre paso, poco a poco, hasta estremecerse en un solo vaiven de deseos incomparables e incontrolables... La lujuria se apodera de los dos... gimen de placer y la noche los escucha como la mejor canción entonada...

El climax se apodera de sus sentidos hasta llegar al éxtasis profundo y penetrante de la pasión... Un suspiro los hace descender...

Los dos descansan uno sobre el otro, sobre la estera yacen felices y contentos, el amanecer les espera... Su vida comienza desde este preciso instante.