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Entre Siglos Y Maldiciones

Entre Siglos Y Maldiciones

Status: En proceso
Genre:Romance / Época / Pareja destinada / Brujas / Reencarnación / Fantasía épica
Popularitas:2.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Lya RB

Desde que tiene memoria, Catalyn Spencer ha tenido poderes que la han llevado a ser discriminada incluso por su propia familia, pero solo su mejor amigo, Derek, la ha aceptado tal y cómo es. Sin embargo, cuando se encuentra con la bruja Victoria, su futura mentora, y la invita a unirse al aquelarre Eclipsis, descubrirá que Derek guarda más secretos de los que esperaba y podrían estar relacionados a una maldición mucho más oscura y peligrosa.
Los caminos de las personas están conectados por algo mas que el destino. Las mejores historias de amor a veces no tienen un final, a veces, ni siquiera tienen un comienzo y el hilo rojo podría romperse más de una vez.

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Capítulo 16: Culpa y Resentimiento

Catalyn salió de clases tan cansada que no se molestó en disimularlo. No había tenido unos buenos días y no tenia la paciencia para lidiar con Alice y su nueva novia que resultó siendo una peligrosa bruja de muerte. La única persona que podía entenderla en ese momento no había asistido a clases y Catalyn comenzaba a extrañarlo, pero se dijo a si misma que Derek también estaría exhausto y decidió no darle vueltas al asunto. Lo único que quería era dormir, no despertar por tres días al menos.

Pero se encontró de frente con Vanessa.

- Hola - la saludó ella con emoción -, eres Catalyn, ¿cierto?

- Si, hola Vanessa - le contestó, intentando evadirla.

- ¿Tienes prisa? No es mi intención hacerte sentir incómoda.

Vanessa se interpuso entre ella y la salida y se cruzó de brazos.

Catalyn la miró de arriba a abajo y sintió algo de repulsión hacia ella. No tenía la culpa de haber participado en la ruptura de Alice y Derek, pero la chica era una alarma andante. Hasta ahora se había percatado de la esencia lúgubre que desprendía. Tenía poder, lo sentía, el suficiente para darle una buena pelea a Catalyn, pero no para derribarla. Catalyn evaluó sus opciones y, si en verdad era una bruja de muerte que podía causarle problemas, entonces tendría que tratarla con extremo cuidado.

- Si hay algo que quieras decirme entonces puedo quedarme un poco más - le sonrió y evitó tocarla.

Si Catalyn podía descubrir su poder con tan solo verla, tocarla seria una puerta abierta a sus hechizos. Así que Vanessa podía hacer lo mismo con ella. Y mucho peor, porque esa bruja de muerte tenía experiencia.

- De hecho, quería comprarle a Alice un regalo. Tú la conoces mejor que nadie, ¿me acompañarias?

- Claro, ¿adónde quieres ir? - le preguntó sonriendo, esperando que no se notara lo muy desesperada que estaba de poder irse.

- Estaba pensando ir al centro comercial cerca a la preparatoria WhiteRaven.

Eso estaba demasiado lejos de su casa.

- Por supuesto, pero... ¿me dejarías avisarle a mi mamá?

- ¿Tienes que pedirle permiso a tu mamá?

Catalyn se mordió la lengua para no decirle algo sarcástico.

- Claro - se limitó a responder, pero no le escribió a su mamá, sino a Derek.

Le envió su direccion y le indicó tan rápido como pudo que iba a estar con Vanessa. Él empezó a escribirle con desesperación y a llamarla, pero Catalyn lo ignoró y continuó hablando con ella.

Salieron de la universidad en silencio y, aunque Vanessa intentaba lucir amable y desinteresada, Catalyn sentía que en cualquier momento podía asaltarla. Derek tenía razón, ser una bruja era peligroso, pero una de muerte era alarmante. Notaba náuseas de solo imaginarse la clase de magia que Vanessa podía hacer con cadáveres. ¿Para qué querría hacer algo así? Sus intenciones no eran buenas, Catalyn lo notaba en la opresión que sentía en su pecho.

- ¿Hace cuánto conoces a Alice? - le preguntó Vanessa.

- Desde que somos niñas - respondió Catalyn, asegurándose de no tocarla. Sabía que era lo mínimo para que Vanessa pudiera hacerle daño.

- ¿Y Derek?

Catalyn sintió un vacío en su estómago.

- A él lo conocí en el último año de preparatoria.

- ¿Cuántos años tenías?

- ¿Por qué tantas preguntas? - le dijo Catalyn, viéndola de frente. Era demasiado pálida para siquiera lucir normal.

- Quiero saber por qué mi novia me engañó de esa forma.

- Tal vez si le preguntas a ella puedas obtener la información que quieres.

- Ya lo hice - dijo ella mientras recorrían las calles, alejándose del conjunto residencial dónde vivía Catalyn y del apartamento de Derek.

- ¿Y...?

- Es ridículo que por una creencia les prohíban amar a quiénes quieran. Ser quienes quieran - siguió hablando Vanessa -. Mi familia no es creyente, no puedo entender esos pensamientos.

Catalyn bajó la mirada.

- Yo tampoco - se limitó a contestar.

- ¿Tu familia no es...?

- Mi mamá sí - dijo rápido, antes de que pudiera preguntarle más cosas que no quería responder -, pero yo no.

- Claro, tiene sentido - le dijo ella sonriendo.

Oh no, ¿había descubierto que era una bruja?  Catalyn se sintió nerviosa, intentando recordar si en algún momento se habían tocado o siquiera rozado sus manos.

- ¿Qué quieres decir? - le preguntó cuando no pudo recordar ninguna señal que la hubiera delatado.

- No hablas, ni actúas, ni te vistes como alguien creyente.

- Eso es tener un poco de prejuicios, ¿no crees?

Vanessa solo soltó una pequeña risa y esa fue la ultima conversación que surgió entre las dos. Caminaron en silencio el resto del trayecto.

Al llegar al centro comercial, Catalyn se dio cuenta que habían un par de sombras que se movían irregularmente entre la multitud. Luego se percató de que, de hecho, muchas de las personas que pasaban por su lado se fijaban en ella o la miraban desde lejos. El lugar era demasiado grande y concurrido como para encontrarse con tantos brujos, pero podía reconocerlos por los brillos en sus ojos. Catalyn empezó a sentirse nerviosa, ¿Vanessa la había llevado a una trampa? Se preparó para lo peor, pero un chico bajo con rasgos asiáticos se le acercó y, por un momento, Catalyn vislumbró un tatuaje en su cuello. Un sol y una luna en eclipse.

El mismo símbolo que estaba grabado en los bordes de la túnica de Victoria.

Eran del aquelarre.

- Hay mucha gente hoy, ¿no crees? - dijo Vanessa de repente y Catalyn temió que ella también se hubiera percatado de los brujos.

- Es un bonito día - le contestó sin sonar preocupada -, ¿te molesta que haya tantas personas?

Vanessa la miró con sus ojos marrones, casi destelleaban.

- Las demás personas no tratan bien a gente como yo.

Catalyn frunció el ceño.

- ¿Gente como tú?

- Diferentes.

- Bueno, creo que cada persona lo es -. No tenía ni la menor idea de si Vanessa sabía sobre sus poderes, pero Catalyn no iba a delatarse y no iba a darle a entender que era consciente de que ella también era una bruja -. Tal vez no has encontrado tu lugar, pero de seguro hay uno.

Vanessa arqueo una ceja.

- ¿Cuántos años tienes? - le preguntó, mirándola como si fuera una niña extraña.

- Veinte, ¿y tú? - le respondió con inocencia.

- Un poco mayor que tú - le contestó desviando la mirada hacia adelante -. Ah, mira, una boutique. Tal vez encuentre algo para Alice.

Los brujos del aquelarre las seguían de cerca, pero lo suficientemente lejos como para que Vanessa no se percatara de su presencia. O al menos eso esperaba Catalyn. Ella sí compró un regalo para Alice, pero lucia impaciente, como si esperara que Catalyn hablara más o como si algo estuviera a punto de suceder. Catalyn se sintió incómoda e intentó aligerar el ambiente, solo porque tener a Vanessa tan cerca con toda la negatividad que cargaba al ser una bruja de muerte la ponía enferma.

Y también tenia miedo.

Recibió un par de mensajes de Derek diciéndole que tenía que irse, alejarse tanto como pudiera de Vanessa porque estaba en peligro. Catalyn frunció el ceño y Vanessa se dio cuenta.

- ¿Todo está bien? - le preguntó, alzando más su cabeza para ver el teléfono de Catalyn.

- Es mi mamá.

Derek le advertía sobre ella y le pedía que se comunicara con él tan rápido como pudiera porque debían de hablar con urgencia. Catalyn sintió un vacío en su estómago cuando leyó el siguiente mensaje, donde decía que Vanessa tenía relación con el padre Nicolás y que tramaban algo para hacerle daño.

- Creo que es mejor que regresemos, mi mamá está un poco enojada.

- ¿No estás muy mayor para aún obedecer a tu mamá?

Catalyn solo alzó los hombros y sonrió con tanta ingenuidad como pudo.

- Te ves nerviosa - continuó hablando Vanessa, acercándose a Catalyn.

- Claro que lo estoy - reconoció -. No quiero tener más problemas con mi mamá.

Quería alejarse tanto como pudiera de ella ahora que había descubierto que trabajaba con el padre Nicolás. Desde pequeña ese hombre había intentado convencer a su mamá de encerrarla en un convento e incluso reprimir sus poderes, pero su papá se había rehusado y su mamá había terminado por ceder. Ahora que se encontraba entre la espada y la pared con su poder y su madre, temía que ella terminara aceptando la propuesta del sacerdote. Y si él trabajaba con una bruja como Vanessa entonces debía de ser más peligroso de lo que Catalyn pensaba...

- Mejor vámonos - le contestó Vanessa y Catalyn la vio alargar una mano para tocarle el hombro.

Se hubiera alejado de no haber sido por lo que sucedió después.

Catalyn apenas tuvo tiempo para dar media vuelta y sentir que su magia fluía en sus venas como un río desbocado, pero ni siquiera pudo cubrirse cuando el primer estallido sonó. La tierra tembló bajo sus pies y Catalyn se tambaleó hasta casi caer. Las personas empezaron a correr despavoridas y presas del pánico, pero la segunda bomba explotó en la plaza del centro comercial. El techo se derrumbó sobre ellos y el suelo se hundió y resquebrajó en un agujero que terminó por engullir a las personas que intentaban huir. Catalyn empezó a correr por instinto, pero estaba aturdida y confundida y no sabía a dónde ir. El aire se llenó de polvo y lo único que podía escuchar eran gritos y llantos. Oyó sirenas a lo lejos, pero ni siquiera podía ver más allá de su nariz como para encontrar una salida.

Vanessa no estaba.

O al menos no podía verla.

Empezó a toser, mirando a todas las direcciones. Se topó con algo en el suelo y sintió náuseas al darse cuenta de que era un cuerpo. El chico asiático que había visto antes. Empezó a sollozar y a pedir ayuda, pero estaba sola en medio del caos. Había niños llorando, personas gritando y cuerpos bloqueando el paso.

Luego se dio cuenta de que, de hecho, ella era la ayuda. Tal vez con su poder...

Susurró un pequeño hechizo que la hizo invisible y se apresuró por conjurar otro que soplara una ráfaga de viento. La vista se le aclaró lo suficiente como para notar que había gente atrapada debajo de columnas y herida en el suelo. Miró a su alrededor, uno de los muros se había derribado y una pequeña rendija de luz se escurría. Una salida.

- Rápido, ya saben qué hacer - gritó una mujer que corrió a su lado sin notarla y Catalyn reconoció que era una bruja. Esperaba que fuera del aquelarre de Victoria.

Varios brujos también estaban ayudando a las personas heridas, aun cuando habían perdido a varios de los suyos.

Catalyn rompió el hechizo de invisibilidad y se acercó.

- ¿Cómo puedo ayudar?

La mujer se volteó para verla, aún con las heridas en su frente, podía notar que irradiaba poder. Ella suspiró al ver a Catalyn.

- Catalyn, supongo - le dijo la bruja.

- ¿Cómo sabe...? - empezó a preguntar.

- Victoria nos envió a cuidarte y... - dejó la frase colgando -. ¿Sabes curar heridas? -. Nunca había sanado lesiones más grandes que un rasguño, pero asintió -. Bien, ayuda a las personas que veas. Nosotros encontraremos una salida.

Les explicó que había visto un muro a punto de colapsar con salida hacia el exterior y se apresuró por intentar curar a una niña con el brazo roto. Lo logró, para su sorpresa. Siguió ayudando tanto como pudo, incluso usó su poder para ayudar a levantar una columna, pero no era suficiente, era demasiada destrucción.

- ¿Quién causó esto? - le preguntó a la mujer con la que había hablado.

- Tengo una teoría, pero no es importante. Ayúdame a borrar su memoria.

Catalyn la miró desconcertada y sintió un vacío en su estomago al recordar su propio hechizo y los problemas que le habían causado.

- No pueden saber de nosotros - le explicó la mujer con más fuerza -. Tenemos que borrar sus recuerdos de nosotros.

Catalyn asintió sintiéndose culpable, pero empezó a conjurar. Se le hacia fácil y natural, y no dejaba de ser aterrador. Se concentró solo en borrar los recuerdos de los brujos y de ella y se sorprendió de lo sencillo que le resultaba. Era como tejer una manta en sus cabezas con su magia, teniendo cuidado de no trazar el patrón incorrecto. No sabía si lo estaba haciendo bien, pero al menos estaba ayudando.

Antes de poder seguir con las demás personas heridas, los brujos del aquelarre lograron encontrar la salida y el muro se derribó. Un grupo de médicos y bomberos inundó el lugar al instante. Los brujos que habían podido salir ilesos fingieron sorpresa y los que habían ayudado a sanar a los demás se sentaron en el suelo como si estuvieran exhaustos. Incluso algunos cayeron al suelo como si se hubieran desmayado. Parecía una obra de teatro preparada para que ningún humano pudiera descubrir su naturaleza. Catalyn se sintió en la obligación de también hacer lo mismo, pero no tuvo que fingir. Estaba agotada y ni siquiera se había dado cuenta que tenía un corte en su brazo derecho.

Entonces los vio.

Victoria y Derek entraron corriendo.

Seguidos de su mamá y del padre Nicolás.

El sacerdote fue el primero en verla.

- ¿Dónde está Vanessa? - le gritó, corriendo hacia ella.

Catalyn no supo qué responder.

- Yo... yo no...

- Tú sucia bruja, ¿dónde está ella?

Catalyn tragó saliva al ver los ojos del sacerdote. Irradiaban ira, pero también preocupación.

Mientras tanto, un grupo de bomberos sacaron el cuerpo de una mujer de uno de los escombros. Catalyn sintió que desfallecia al reconocer quién era.

Vanessa.

1
Andrexenx
Sii por fin
Andrexenx
😥
Andrés Felipe Hernández
"Te vamos a matar si sigues con tus chingaderas, mamón. Ponte con tus mamadas y te descuartizamos y tiramos de comer a los perros. Andate con cuidado porque no sabes con quién te metes, krnal"

-Victoria (2024)
Andrés Felipe Hernández
VIVAN LOS NOVIOOOOOOOOS!!
Andrés Felipe Hernández
Algo no me agrada aquí... >:v
Andrés Felipe Hernández
Eh, esa es mi frase
Andrés Felipe Hernández
"Para aprovechar la corriente del rie, no corres en su contra; te dejas llevar por el impulso de su cauce"
Andrés Felipe Hernández
So Easy (Soy ese)
Andrés Felipe Hernández
"Gracias a ti, Andrés pasó sus parciales; si eso no fue magia, ¿entonces que fue?"
Andrés Felipe Hernández
"Esto está mal, muy mal"
¿Es normal que las shippee?
Andrés Felipe Hernández
Auch
Andrés Felipe Hernández
¡¡Empieza el entrenamiento, pongan la canción de Rocky Balboa!!


*Motivational Música intensified"
Andrés Felipe Hernández
Imagino la escena en mi cabeza y la cara de Catalyn tipo: :0
Andrés Felipe Hernández
Fue un suspiro de "Dios, menos mal que aún tiene"
Andrés Felipe Hernández
Rutina de skincare y 10 ave Marías Bv
Andrés Felipe Hernández
De noche: Un aquelarre de magia
De día: Call Center de portabilidad de Claro :v
Andrés Felipe Hernández
No digas eso, chiquita
Andrés Felipe Hernández
Golpe bajo :v
Andrés Felipe Hernández
¿Que quien es Catalyn?
para unos, una extraña
para mi, mi diosa
mi aire vital para respirar
mi corazón palpitante
mi medicina
mi uso de razón
Andrés Felipe Hernández
AGARRENME que la mato :)
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