Reencarne Como El Omega Del Villano

Al salir de la tienda se colocaron de nueva cuenta sus capas, se tomaron de las manos y siguieron viendo.

—¿A dónde iremos?—

—Solo vamos a pasear, te llevaré al bosque allí hay unos lagos hermosos, por cierto, ¿No quieres alguna cosa extra?—

—No, estoy lleno, tal vez en la noche—

—Okay, me parece bien—

Un pequeño beso fue dado al menor en su mejilla.

Siguieron caminando hasta salir del bosque, donde por fin se quitaron sus capas, el calor no era tan agradable, así que se las quitaron.

—¿Por qué dejaste tu cabello?—

La curiosidad mata al gato, ¿No es así?

—¡Oh!, Fue en amor, a mi primer amor—

—¿Quién?—

—El príncipe, me enamore de él cuando éramos niños, pero al final solo fue un amor de primavera, uno pasajero—

Estaba cerca de los árboles de cerezo, por lo que al decir aquello, por alguna razón hirió el corazón del mayor, pero a la vez se sintió tan cautivado de ver tal imagen gloriosa

—Pero, ¿Ya no te gusta?, ¿O si?—

—No, ahora solo tengo mi cabello, es como mi amor propio, me gusta arreglarlo, peinarlo y poner broches en él—

—Entonces mi regalo te queda como anillo al dedo—

El más chico lo volteo a ver apenas unos segundos y una sonrisa en ambos se formó.

—Si, algo así, parece algo absurdo, pero...—

—No, no lo es, me parece grandioso, es darte amor propio, por favor nunca vuelvas a decirte así—

Vlad a pesar de no conocer al chico se sentía cautivado por su apariencia, pero el hecho de que se refiera así mismo de tal manera le parecía tan desagradable.

—Ahora dime, ¿Cuál es tu pasado?—

—¿Mi pasado?—

—Si, ¿Quién eres?, ¿De dónde eres?—

—Pues a ver, cuando era más niño vivía en un pueblo al otro lado del mapa, me mudé aquí porque alguien me lo pidió, me dieron una casa, pequeña, pero útil y también me inscribieron en esta escuela esos mismos señores—

—¿Quiénes?—

—No lo diré, es un secreto, pero te lo diré cuando sea el momento—

—No es necesario, pero igual gracias—

Ambos estaban sentados...

—Es algo hermoso—

El atardecer estaba llegando a su fin por lo que solo decidieron descansar

—Sabes, antes anhelaba sentir lo que estoy sintiendo contigo, mariposas revoloteando en mi corazón—

Vlad se acostó en las piernas de Yoloth que se volteó a verlo

—¿Qué haces?—

—Fúgate conmigo—

Decía jugando con el largo cabello del Omega.

—No lo puedo hacer—

—Lo sé, solo fue algo que dije por impulso—

Ambos se quedaron allí sin decir palabra, ambos cómodos, jugando con el cabello del otro.

—Ven ya vámonos, ya está cayendo la noche—

Ambos se levantaron y comenzaron a caminar al pueblo, irían por el caballo para llegar más rápido a la escuela.

—Te compraré postres, vamos—

Sostenían sus manos mutuamente, era como un juego de ambos, la adrenalina de ser vistos le parecía agradable y muy divertido.

—¿Cuál es tu sabor favorito?—

—Vainilla—

El mayor compro una pequeña bolsa de postres de vainilla

—Tomalos, comelos cuando quieras—