AMANDO EN SECRETO

^^^"La medida del amor es amar sin medida"^^^

^^^San Agustín^^^

-¿Estás seguro?- pregunta con la rabia extendiéndose por todo su ser. Ekrem Latouff no puede creer que la ambición y obsesión de Samantha Soria llegaran a tanto.

-Llévame allá - Sin esperar respuesta, sale del estudio dispuesto a enfrentarla, quiere retorcer su cuello hasta que diga dónde la tiene, sin importar que sea mujer quiere acabar con ella personalmente.

Elliott, quien había sido llamado por Anne, ve salir a su tío con la mirada centelleante de odio y los puños apretados, rápidamente lo sigue y le da alcance cuando está a punto de subir a su vehículo.

-Tío detente ¿Qué pasó?...

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Sin ninguna esperanza, pero con sus últimas fuerzas Sophie se retuerce debajo del hombre, resistiendo, tratando de evitar avances a toda costa.

-¡Gordon suéltala!- se oye el grito de un hombre; sin embargo, la rabia combinada con los deseos son más fuertes, ella sigue sintiendo el peso y las manos del depravado hombre, mientras continúa frotándose en ella.

Un arma tipo revolver en la sien, fue la solución que encontró John para que Gordon se detuviera, no porque le importara la mujer, si no porque no puede darle una excusa a Samantha de siquiera regatear el precio. Ella paga, ella decide el destino de la chica.

Al sentir su cuerpo liberado del peso, Sophie se arrastra rápidamente al rincón más apartado, trata de cubrirse, pero no siente que sea suficiente, las lágrimas no cesan y allí se queda, abrazando sus rodillas, con la mirada perdida y sus ojos como cascadas.

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-Tío, sé que es difícil, pero hay que pensar con la cabeza fría- le dice Elliott a Ekrem, luego que entendiera lo poco que pudo relatarle -si la enfrentas, pones en peligro a Sophie, date cuenta lo peligrosa que es esa mujer- concluye tomándolo de ambos hombros con las manos.

-Entonces ¿Qué hago? - pregunta con la angustia en su garganta.

-Hay que seguirla sin que lo sepa, tampoco podemos dar parte aún a la policía de lo que hemos descubierto...

Ekrem asiente y entran nuevamente. Apenas está amaneciendo cuando Elliott realiza una llamada telefónica de poco más de un minuto.

-Mitchell viene para acá - le dice Elliott a su tío en el instante que corta la llamada...

Jan Mitchell se encontraba rumbo al departamento de relaciones institucionales del Tribunal en el momento que Elliott le llama, continúa su ruta para dejar a su asistente con la orden de no perder de vista a Samantha Soria.

El alto funcionario sigue a toda velocidad a la mansión Weber, la situación que le fue narrada someramente por teléfono es delicada, ya tendrá una explicación detallada al llegar.

Junto con entrar a la mansión, Mitchell es conducido al estudio; demás está decir la sorpresa que se lleva al ver el centro de operaciones que tienen allí.

Una vez que es puesto al tanto de los acontecimientos, no puede creer la gravedad del asunto y peor aún, el trasfondo de todo.

-No cabe duda, nada más peligroso que una mujer despreciada.- son las primeras palabras que emite, llevando su mano derecha a la barba, cuando al fin sale de la impresión.

-Aquí lo importante es encontrar cuanto antes a Sophie, cada segundo que pasa el riesgo es mayor- dice Ekrem hastiado de no lograr nada.

- Muchacho- dice Jan -debemos hacer creer a la directora Soria que todo apunta a que la señorita Klein es la persona culpable de la fuga de información, también podemos darles un par de días a los empleados...

Sophie Klein lleva 36 horas desaparecida y Samantha aún no hace un movimiento sospechoso.

-Vamos- dice Elliott a Ekrem saliendo apresurado del estudio junto con uno de los informáticos.

Los tres hombres toman rumbo hacia el cantón de Rémich, le siguen tres camionetas blindadas donde van un total de diez guardaespaldas, aún no tienen un plan, pero no están dispuestos a regresar hasta rescatar a Sophie.

En otro lugar, Samantha Soria está siendo retenida por un equipo de seguridad del Tribunal de Cuentas Europeo. Con una orden de allanamiento las autoridades luxemburgueses están realizando un registro de su residencia.

-¿Qué es lo que están buscando?- grita encolerizada la mujer mostrando los últimos vestigios de seguridad y altivez.

-Pronto lo sabrá señora - le responde uno de los agentes...

En Rémich, el móvil de John parpadea.

- Al fin te comunicas Sam ¿pretendes que nos quedemos con la chica y sin el dinero?- Samantha está perdida, quien está llamando de su celular alterno es un agente de la policía del Gran Ducado; sabe que su carrera y su vida están acabadas.

Con la ubicación exacta del receptor de la llamada es poco lo que falta para dar con Sophie, Los nervios se hacen más presentes en Ekrem, solo ruega poder rescatarla sin ningún percance.

Todos armados y con refuerzo policial de la localidad, se encuentran apostados Ekrem, Elliott y sus hombres, tienen estudiada el área y solo han detectado la presencia de tres hombres.

-Preparados para entrar- se escucha hablar al jefe de la policía y mirando fijamente al desesperado hombre agrega - Señor Latouff déjenos esto a nosotros, trataremos de hacer un rescate con el menor daño posible.

Ekrem ya no soporta más pasividad.

-No voy a seguir órdenes de nadie, la que está retenida es Mi Mujer - levanta la voz cuando la proclama como suya -si ustedes están de blandengues con los delincuentes yo no.

Desenfunda su arma al igual que su sobrino y comienzan a caminar hacia lo que debe ser el lugar de cautiverio de Sophie. Elliott toca la puerta y nadie abre, un disparo en la cerradura bastó para abrirla, al entrar dos hombres intentan sacar sus armas, pero uno de los policías dispara e inmediatamente son sometidos.

-¿Dónde está la muchacha?- pregunta el policía a cargo de la operación, los delincuentes parecen despreciar su vida, pues no responden, el puño del CEO va a parar directo a la mandíbula del criminal que está más cerca.

Comienzan a buscar por toda la casa sin encontrarla, hasta que dan con un largo pasillo en el sótano donde hay dos puertas cerradas, al abrir la primera está vacía, con las esperanzas puestas en esa última puerta Ekrem la abre y se le termina de romper el corazón cuando ve a Sophie, con la mirada perdida, su ropa sucia y rota, agazapada en un rincón, como un animalito asustado. Con pasos presurosos llega a su lado y cuando intenta tocarla ella rechaza el contacto.

-Mi amor, soy yo- dice Ekrem tragando el nudo de su garganta. Levanta la mirada y sus cuencas vuelven a convertirse en ríos, la toma en brazos sacándola de ahí mientras le habla dulcemente.

Afuera la policía tiene en custodia a los cuatro delincuentes, todos con antecedentes penales. Una ambulancia ya se encuentra afuera del lugar, pero Sophie se rehúsa a ser tocada.

-Mi niña, estoy aquí contigo, no te voy a dejar nunca más sola- le dice Ekrem mientras trata de recomponerse para darle seguridad.

Él la ama por sobre todas las cosas, pero ella se siente, miserable, sucia e indigna de él, porque aún no deja de sentir las asquerosas manos de Gordon en su cuerpo.