Edward Sackler El CEO Cruel Y Despiadado

Jeff y Mark entraron a la oficina donde ya los esperaba Edward para hablar sobre algunos asuntos que competen a ambas empresas, necesitaban dejar todos los puntos claros para evitar problemas futuros.

Jeff comentó. –Es importante que sepan que tanto tú como Alice estarán frente a cada empresa respectivamente. Yo me retiraré de las empresas Smith y dejaré a mi nieta a cargo. Aunque la boda se realice cada quien tendrá el mayor número de acciones dentro de su propia empresa. Finalizó Jeff. 

Mark observó a su hijo detenidamente para después decirle, –Edward tú estarás frente a las empresas Sackler, así que puedes hacer los cambios que quieras en el persona, pero Hector definitivamente se quedará él es de mi total confianza y no creo poder confiar en alguien más la contabilidad de la empresa.  

Edward entrecerró los ojos no entendía cuál era el problema con eso pero accedió porque Hector tenía muchísimos años trabajando con su padre a la par para beneficio de la empresa y siempre había sido un empleado ejemplar. –Está bien padre, no pensaba despedir a Hector, necesitamos de él dentro de la empresa.

Alice pasó toda la mañana y parte del mediodía tratando de resolver problemas y conflictos atrasados y nuevos, ya que con la sociedad de las empresas Smith y Sackler se venían muchos cambios encima. En un determinado momento se da cuenta que ya es muy tarde al observar su reloj así que se dispuso a salir de la oficina para ir a comprar su vestido.

Tomó el elevador y al darse la vuelta se topó con Edward quien también salía de la empresa, Alice dudaba en preguntarle algo por lo sombrío que se veía su rostro, pero como no sabía nada acerca de los preparativos no le quedó de otra más que preguntar, –Tengo que comprar un atuendo para la boda, pero no se que es lo que necesito? Pregunto.

–¿Por qué crees que yo te ayudaría con eso?. preguntó Edward en un tono seco y molesto.

–Bueno, lo siento no intentaba molestarte es solo que no se que necesitare para el día de mañana. Respondió tranquilamente Alice.

Pero Edward aun mas molesto dirigió una mirada furiosa hacia ella. –Si por mi fuera desaparecias en este instante, ¿Por que crees que me importa cual vestido debes comprar? Respondió Edward y continuó: -Ponte cualquier cosa, no creo que utilices algo diferente a la ropa de abuela con la que te vistes. Respondió en un tono soberbio intentando hacerla sentir mal por su manera de vestir.

Alice lo observó por un instante con una mirada penetrante, después desvió su mirada hacia otro lado, –Por supuesto debo estar loca por casarme con un maldito robot. Pensó Alice en voz alta.

Esto le causó cierta gracia en su interior a Edward pero no lo demostró, nadie se había atrevido a tanto como lo hace ella. –Entonces gracias por tus sugerencias, utilizaré un vestido para un funeral. Le dijo por último Alice a Edward antes de salir del ascensor. Camino rumbo a la salida del estacionamiento de los directivos mientras que él salía por la puerta principal. 

Alice entró a su auto y llamó a su abuelo. –Si, ¿Dime hija? preguntó Jeff. –Hola abuelo, necesito preguntarte cómo será la boda. No tengo idea de lo que voy a necesitar. A lo que su abuelo respondió. –Oh bueno hija, la boda será de lo más sencilla ya que Edward así lo solicito solo iremos al registro para que firmen el acta de matrimonio y será todo.

 –¿Qué? ¿Es en serio, solamente eso?. Continuo, –Yo se que la boda no se está realizando en los mejores términos pero bueno, será lo mejor. Dijo Alice. –Gracias abuelo, iré de compras y después a la mansión. –Está bien hija, te esperamos para la cena. Respondió Jeff.