La vida en la época victoriana años después de la segunda revolución industrial y de las dos guerras del opio. Está es la vida de un profesor con su hija y la maldición del vestido azul.
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Lauren vs. Michaels
Les presento a Alexander, el hermano de Sophia, el hombre que lo acompaña es mi profesor Thomas, Thomas Lauren.
- ¡Philip! ¿Vamos a jugar? - Alex le jala de la chaqueta.
- Te presento mis padres.
- Juegas con tu papá y con tu mamá. A mí me cuida mi hermana.
Thomas tose un poco para hacer notar su presencia.
- ¡Señor profesor, de paseo con Alex!
- Pues sí, los niños necesitan paseos de vez en cuando ¿Saludaste Alex?
- Buenas tardes, señor, buenas tardes, señora, soy Alexander Lauren.
- Eres un encanto – lo halaga la señora Michaels.
- Le quiero presentar a mis padres. – corta la conversación Philip.
- Un gusto – le estrecha la mano al padre – Thomas Lauren para servirle.
- Arthur Michaels, un placer en conocerlo.
- Señora Michaels, un placer conocerla – le besa la mano en señal de respeto – Por favor, me gustaría que acepten algo de cortesía para esta noche, mi hija les puede hacer un plato muy bueno.
- Muchas gracias por la invitación. – reacciona el padre – sería una excelente oportunidad para saber un poco sobre el rendimiento académico de mi hijo.
- Síganme, por favor.
Todos al llegar a casa ven a Sophia dando de comer a Iván.
- Señores, buenas tardes.
- ¡Sophia! Philip todavía juega con su mamá y con su papá. – Alex corre tras ella.
- Un gusto en conocerte. – la señora saluda con cortesía.
- Hola, Sophia. Mi hijo nos ha hablado de ti. Un gusto poder conocerte en persona.
- Muchas gracias, gusto en conocerlos, haré la cena.
- ¿Cómo va tu hermano Iván? ¿Está comiendo bien? – Philip quiere que sus padres sepan su interés por ella.
- Está comiendo bien. Pero debo cocinar ahora.
- Te ayudo con el cuidado de tu hermano.
Los padres de Philip se miran y entienden de inmediato la intenciones de su hijo hacia Sophia. Está situación es más qué suficiente que está enamorado.
Thomas invita a tomar asiento a sus invitados, con una sonrisa forzada.
- Su hija tiene rasgos muy bonitos. – La señora Michaels comentó.
- Gracias, se parece a mi mamá.
- Disculpe mi intromisión, pero ¿Ya le hizo un arreglo matrimonial a su hija?
- No, aún no. Pero por tener dieciséis años de edad, creo que no estaría mal en buscar una pareja con quién casarla. – Thomas se siente incómodo.
- Señor profesor, - Arthur cambia tema - ¿Cómo es Philip en sus estudios y su comportamiento?
- Nunca falta a clases, siempre puntual, es un joven con disciplina. En cuanto a rendimiento es un joven muy estudioso, aprende rápido.
- ¿Qué cursos lleva con usted?
- Química y física.
- A Philip siempre le ha gustado los números, creo que la carrera es adapta para él.
Mientras los adultos conversan, Sophia prepara la cena, le da algo de comer para Alex para que no vaya a jugar en la cocina, Philip cuida de Iván.
- Sophia, estoy un poco nervioso ¿De que podrían estar conversando?
- Ni idea, ni me interesa.
- Hermana, quiero más leche para terminar el pan. – Alex pide más leche.
- Te falta algo. - Sophia le exige la palabra mágica.
- Por favor.
- Ahora sí.
Alex termina de comer y pide a Philip que le lea un cuento para ir a dormir. Busca su mano y lo jala hacia su cuarto, cuando pasaron por la sala Alex se despide.
- Ya me voy a dormir, Philip me va a leer un cuento para poder dormir. Buenas noches con todos.
- Buenas noches, amorcito, que duermas bien. – la señora Michaels está encantada con Alex.
- Que descanses, Alex. – papá le da el beso de buenas noches.
- Hasta mañana papito. Buenas noches.
Arthur sólo sonríe al ver al pequeño como jala a Philip sin cuidado de que está cargando a Iván.
- Es tan adorable el niño. – la señora Michaels babea por el niño.
- ¿El bebé que sostiene mi hijo? – pregunta Arthur, quiere obtener más información.
- Es el último que tuve, aún no cumple su primer mes. Lo llamé Iván.
Me gustaría poder conocer su esposa, hablar con ella. – habló la señora Michaels.
- Ella murió al dar a luz. – Lo dijo con pesar y mucha incomodidad.
- Lo lamento mucho. No lo sabía.
- Debe ser difícil pasar por esta nueva etapa. – agregó Arthur.
- Pero debo seguir adelante, tengo dos niños que dependen totalmente de mí, pero yo dependo de la ayuda de mi hija.
- Pues, dadas sus circunstancias, señor profesor, usted todavía la va a necesitar por mucho tiempo.
- A la vez que quiero aprovechar de su presencia para que puedan hablar con Philip de que para estudiar en la universidad se necesita poner mucha atención, y no tener distracción de ningún tipo.
- ¿A dónde quiere llegar, señor profesor? - se hizo el tonto el señor Arthur.
- Su joven hijo, ha puesto sus ojos sobre mi hija, y no quiero que estén juntos, ella podría ser objeto de distracción para él y fracasar en sus estudios.
- Hablaremos con él para que se distancien, aunque hace poco lo vi muy cercano.
- Philip necesita estar enfocado en sus estudios superiores, mi hija será su estorbo si ocupa su mente, y eso es perjudicial para un estudiante universitario.
- Podríamos negociar. – Propone la señora Michaels.
- Señora Michaels, con el respeto que merece, pero no creo que su hijo sea capaz de esperar todo ese tiempo, él va a estudiar, luego trabajar y se olvidará de ella porque que es su camino encontrará otra.
- Eso es una posibilidad. Pero el detalle de todo es que no sabemos si el sentimiento entre ellos es genuino o pasajero. – contesta Arthur.
- Por favor, hay que cortar por lo sano debido a la duda, si las probabilidades de que los sentimientos sean pasajero, la separación es la mejor opción.
- En estos días que estaremos aquí de visita, hablaremos con nuestro hijo y haremos lo posible por hacerle entender sus motivos, pero no puedo prometer nada, nuestro hijo tiene su carácter.
- Hagan lo posible, yo necesito de mi hija por varios años.
- ¿No piensa casarse?
- No. No pienso casarme otra vez, necesito hacer crecer estos dos niños.
- Haremos el posible en conversar con Philip con respecto al tema, pero como le dije no prometemos nada. Cuando Philip se propone algo lo logra.
- Es bueno ser perseverante, pero no confundirla con terquedad.
Por otro lado, Alex se quedó dormido e Iván comienza a llorar así que, Philip cubre el cuerpo de Alex con la manta y sale con Iván para que Sophia pueda alimentarlo, él es visto por su madre, quien esperó un momento apropiado.
- Me disculpan, quiero ayudar a Sophia con la comida.
Thomas la invita a pasar. Ella cuidadosamente entra a la cocina y ve como Sophia alimenta a su hermano con la ayuda de una cuchara, ella continua en silencio y observa como su hijo se muestra tan cariñoso, después que el bebé comió su comida, el niño es acostado cerca de la estufa para que se mantenga caliente. De inmediato puede ver cómo su hijo acaricia la espalda de Sophia, se le acerca mucho y la va besando lentamente y poco a poco ese beso se vuelve apasionado.
- Philip, aquí no.
- Te amo Sophia, quiero estar contigo, ya no compartimos tiempo como antes.
- Las cosas han cambiado.
- Lo sé. Cariño, podemos escribirnos, cosa que, de esta manera, mantengamos viva la llama de nuestro amor.
- Esto que estamos haciendo, parece que no quiere acabar.
- Estamos enamorados, y pensar que llevamos un mes conociéndonos.
- Todo fue tan rápido.
- Hay que casarnos, cuestión de pedir permiso a nuestros padres y estar juntos.
- ¿Y tus estudios Philip? No lo puedes dejarlos.
- Sería bonito tener una esposa que me atienda y me ayude mientras estudio.
- Esto es una locura.
- Mientras todo se hace con amor, cada locura cuenta.
Sophia sonríe, Philip la abraza tiernamente. La conversación fue normal, fue escuchada por la señora Michaels. Haber escuchado la conversación de los dos, se le aceleran los latidos, se tapa la boca con las manos para no dejar escapar un sonido que los espante y termine en una posible incidencia del que se podría lamentar, su hijo besa sin tregua a Sophia nuevamente y ella responde a los besos de su hijo, las caricias que se dan, ella no tiene corazón para separar a esta nueva pareja, el sentimiento parece ser genuino y correspondido. Su hijo quiere casarse y notó que Sophia se preocupa de que su hijo vaya a dejar sus estudios.
en palabras, que dan por resultado tantas historias. Felicitaciones.