Isabella es la hija del Duque Lennox, educada por la realeza desde su niñez. Al cumplir la edad para casarse, es comprometida con el Duque Erik de Cork, un hombre que desconoce los sentimientos y el amor verdadero.
NovelToon tiene autorización de Lia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 17 MISTERIOS
El aire de la noche era gélido, pero la tensión entre los dos hombres era más fría aún. El Príncipe Miler había dejado atrás sus recuerdos y, nuevamente preocupado por la ruta del bosque, se acercó a la tienda del Duque Erik, sentándose a su lado.
Erik solo levantó la mirada y la volvió a fijar en su espada. Su rostro era una máscara de indiferencia. Conocía las preocupaciones del corazón de Miler; nunca había ingresado al Bosque de Efron, era su primera inmersión, y comprendía sus dudas, pero no excusaba su débil carácter cada vez que se enfrentaba a un nuevo desafío.
El príncipe, después de un momento de organizar sus ideas y respirar hondo, le dijo: "Siempre he reconocido vuestra gallardía en la batalla, Erik; sin embargo, mi corazón no deja de ser débil frente a lo que no existe razonamiento." El príncipe no hablaba de miedo, sino de una profunda necesidad de entender.
El mundo de Erik era un enigma, lleno de cosas que la lógica no podía explicar.
"¿Qué deseáis saber, Su Majestad?" indagó Erik, su voz monótona, casi sin emoción.
El príncipe quería respuestas y no dejaría nada fuera de la mesa. "Si la caballería fuese por la ruta normal, tardaríamos de once a doce días en llegar a la frontera.
Llevamos tres días cabalgando, y hemos descansado solo lo que es menester. Ahora estamos frente a la entrada de Efron, y buscáis cruzar el bosque en dos días y medio, para acortar la mitad del viaje... Decidme, duque de Cork, ¿cómo pensáis atravesar en dos días y medio el bosque, cuando hemos tardado tres días en llegar desde las puertas del reino hasta las montañas de Nari? Aunque la ruta se acorte, sería imposible hacerlo en tan poco tiempo; la ruta del bosque sigue siendo extensa."
Erik dejó de afilar su espada por un momento y la dejó a un lado. Su mirada, por primera vez, se encontró con la del príncipe. "Su Majestad, comprendo vuestras inquietudes, pero también, como príncipe, sabéis que en este mundo existen misterios que nos rodean, y muchos de ellos se encuentran en las profundidades del bosque. Simplemente haré uso de ellos para avanzar sobre el tiempo."
Miler se quedó sin palabras. Hoy había descubierto que la vida del duque no solo estaba llena de desafíos, sino también de secretos místicos.
Era como si Erik hiciese parte de ese mundo. Recordó dentro de la historia de Deira los escritos de seres sobrenaturales que decidieron desaparecer de la vista humana debido a la codicia del hombre.
Siempre pensó que eran solo historias, pero ahora cuestionaba el origen del duque, ese desconocimiento que su padre nunca cuestionó, pero que ahora él sentía curiosidad de dónde provenía y quiénes fueron sus padres.
El duque pareció leer los pensamientos de Miler. Con un tono de advertencia, le dijo: "Que vuestra mente, Majestad, no se hunda en las profundidades de las dudas y la curiosidad... Recordad que mañana partiremos, y no será un bonito viaje. Debemos estar preparados ante cualquier eventualidad."
Miler cambió de tema abruptamente, movido por otra preocupación. "Isabella... Sé que os habéis estado comunicando con el Rey. ¿Habéis preguntado por su salud?"
Erik, quien estaba a punto de retirarse a su tienda a descansar, se detuvo sin darse la vuelta y respondió con una frialdad que heló a Miler: "Si tanto os interesa su salud, enviadle vos mismo un mensaje a vuestro padre preguntando por esa niña. Ya me tienen harto vos y vuestro padre... Que tengáis un feliz descanso, príncipe Miler."
El Barón Joel no había perdido de vista la conversación de aquellos dos hombres. Era como si el agua y el aceite se encontrasen.
Se acercó al príncipe, inclinándose un poco, y le dijo: "Su Majestad, créame que el duque Erik es más humano que todos los hombres que nos encontramos aquí. Su fuerza y voluntad radican en la sed de venganza, que ha sido una sombra en su vida... una sombra que no permite que su fuerza descomunal y voluntad sean doblegadas... Él solo sigue sus propios valores y principios."
"Decidme, Barón Joel, entonces ¿por qué se doblegó ante mi padre y aceptó casarse con Isabella Lennox?" cuestionó Miler.
"Su Majestad no se doblegó... es su forma de dar tranquilidad al rey Evan y, aunque él mismo lo niegue, una forma de agradecimiento," respondió el barón Joel.
"¿Agradecimiento a mi padre?" expresó el príncipe, sin entender las palabras del barón.
"Erik no es un malagradecido, sabe que el rey siempre ha estado a su sombra y, por primera vez, le ha cedido a uno de sus caprichos... bueno, aunque también lo ha hecho por su tranquilidad," sonrió el barón y continuó. "Majestad, no reveléis vuestro corazón... aunque el duque no tenga interés por la señora Isabella, ella es su esposa... usted será un buen rey, pero no debe entrar en conflicto consigo mismo ni permitir que otros conozcan en dónde está su corazón.".
"Gracias por vuestras palabras, Barón Joel... No pensé que la mano derecha de Erik fuese tan buen consejero... No os preocupéis por mí... hace mucho que desistí y abandoné estos sentimientos... solo es preocupación," Miler se levantó, dando una palmada en el hombro del barón y se dirigió a su tienda a descansar.
Mañana deberían levantarse muy temprano y emprender una travesía desconocida para él. Aunque estaba ansioso por lo desconocido, tenía la responsabilidad de brindar paz a su pueblo. Sería el sucesor de su padre, un rey que era amado por su gente.
Miler recordaba cómo su padre vistió su armadura en batalla para proteger a los suyos, y se preguntaba cómo podría decepcionarlo a él y a su gente. Se había preparado toda su vida, pero aún así, sentía cada día el peso de una gran responsabilidad.
...^^Autora^^...
...Gracias por el apoyo de sus 👍...