El Hombre De Mis Sueños

El viaje es más que bello, cada bosque que pasamos, el lago que cruzamos, las montañas que subimos y los tules que atravesamos, todo muy bellos, trate de observar cada detalle para que en mi sueño le puede mostrar todo a Jorge.

Tome algunas fotos, me pedí unos aperitivos muy ricos en el vagón de comida, tambien me tome foto, sabía que todo esto le va a gustar a Jorge.

Tengo espectativas altas de este viaje, se que si puedo hablar con su familia, muchas cosas van a cambiar y lo puedo ayudar, para estar juntos aquí.

Eran las 2:00 cuando llegue a la Ciudad Marfil, decidí llegar a un hotel donde me hospedería, Quiero refrescarme y estar presentable para la cita con el padre de Jorge.

La cita esta para las 6:00 de la tarde, comí en el restaurante del hotel y una hora antes de lo estipulado, tome en taxi, llegue un cuarto de hora antes, estaba tan nerviosa que no quería llegar tarde y perder esta oportunidad.

Entre al edificio de puro cristal, había muchos detalle elegantes, las recepcionistas muy guapas, parece que hay que tener las mismas características para trabajar aqui, todas se ven iguales, rubias, altas y delgadas, muy guapas.

Aclare mi garganta - Buenas tardes señorita, tengo cita con el sr Verín-

-Me puede indicar su nombre- me dijo una de las mujeres

-Nancy, Nancy Copca-

-Un placer señorita, notificó su llegada, me puede permitir un momento- asenti y me senté en la pequeña sala que señalo la señorita.

Unos minutos después se abrieron las puertas de un elevador y otra mujer bella dijo mi nombre.

-Señorita Copca, me acompaña por favor- me levanté y la seguí, pude ver los números de los pisos en la pequeña pantalla del elevador, cuando llegamos al piso 20 este se detuvo, la seguí fuera de del elevador y pasamos por un pasillo muy amplio, al fondo, hay 2 puertas enormes de madera, tocó y se escuchó una voz muy gruesa.

-Adelante-

-Por favor señorita Copca entre- abrió la puerta, respire profundo y entre.

La oficina es impresionante, en un estilo mono cromático, no hay muchos muebles, toda es de cristal con persianas de piso a techo, una gran sala en tonos grises con mesas de centro de madera natural con metal

Su escritorio es muy grande también, en madera natural con accesorios en color negro, sentado en la silla principal hay un hombre como de unos 60 años, alto y emana un aura dominante y fría.

Apenas ahorita comienzo a sentir miedo, me sudan las manos, parada detrás del señor hay una mujer que no pasa los 60 muy elegante y de un aspecto más amable.

-Buenas tardes, mi nombre es Nancy Copca y vengo desde Santori- dije secando mi mano y estirandola para saludarlos.

Me correspondieron el saludo, sin decir una palabra

Después de tomar asiento el hombre por fin hablo, -Señorita me llamo diciendo que tenía algo de mi hijo, dígame-

Respire profundo muchas veces, abrí mi bolsa y saque el reloj, si realmente es el de Jorge tal vez quieran conservarlo y estoy cómoda con ello.

El reloj venía en una bolsita de terciopelo, puse la bolsa sobre el escritorio y la acerque al Sr, este miró la bolsa pero no la tomo, fue la mujer quien estiró la mano y saco su contenido.

Se cubrió la boca con asombro y sus lágrimas comenzaron a salir.

-¿De dónde lo sacaste? pregunto visiblemente conmocionada.

-En una tienda de antigüedades de mi pueblo-

-¿cómo sabe que es de mi hijo, de dónde lo conoce?- Me pregunto el hombre, nada había perturbado su semblante.

-Les pido que antes de explicarles, tengan la mente abierta- dije haciendo una gran pausa.

-Desde hace 3 semanas lo he estado soñando, él me mostró el reloj y- antes de que pudiera seguir el señor golpeó su puño en el escritorio.

-Basta, tiene idea de cantas personas vienen a contarnos tontería y media para sacarnos dinero, videntes, supuestos médicos, crees que porque encontraste el reloj de Jorge, te vamos a escuchar, largo antes de que llame a seguridad- confirmo que me asusté por la reacción del padre de Jorge.

Me repuse rápido -una disculpa si creyeron que tengo algún interés, y lamento que las personas se aprovechen de su dolor, pero lo que les digo es real, sabía que no me creen pero Jorge me dijo que le recordara cuando salieron en las cuatris, el tenía 10 y se fracturó la pierna, se lo ocultaron a su madre y mencionaron que se lastimó futbol-

La cara del Sr era de asombro pero aún así se negó a seguir escuchando, apretó un botón del teléfono y llamo a seguridad.

-Se que es mucho que digerir pero no me iré, estoy hospedada en el hotel Reforma y si quieren hablar pueden buscarme ahí, conserve el reloj señora- me puse de pie y salí sin decir nada más, para cuando llegue al elevador varios hombres salieron para escoltarme, salimos del edificio, en lugar de tomar un taxi camine un poco,necesitaba deshacer el nudo de mi estómago.

No supe cuánto tiempo camine, pero llegué a un parque, me senté en una banca viendo el estanque, pensando en todo.

En la oficina del CEO de Grupo Osiris Verín....

-Marco porque no dejaste que la señorita hablara, trajo el reloj de mi hijo y que hay con de las cuatris, porque no se de eso- dijo la señora Gladis entre lágrimas.

El señor Verín estaba de pie frente una de las grandes ventanas - Recuerdas cuando tenía 10 años y compré las cuatrimotos, saliste unos días para promocionar tu línea de ropa, Jorge y yo salimos a dar la vuelta, el se accidentó, te mentimos diciendo que se fracturó jugando fútbol, nadie sabía eso, solo él y yo- Estaba impresionado de que aquella joven supiera esa anécdota, pero a la vez estaba asustado no quería ilusionarse o ilusionar a su esposa.

-Entonces cómo lo supo ella, ¿quién le dijo? pregunto Gladis.

-no lo sé- ninguno dijo otra palabra.