Gibran Erlangga se vio obligado a casarse con Arumi Nadia Karima debido al arreglo matrimonial de sus padres, que tenían una deuda de gratitud.
Durante dos años de matrimonio, Gibran siempre fue atento y mimaba a Arumi.
Arumi creía ser la mujer más afortunada, hasta que un día tuvo que aceptar una realidad amarga.
Resulta que Gibran le había sido infiel todo este tiempo. El cariño que le mostraba era solo para ocultar su aventura amorosa.
Arumi quedó profundamente decepcionada y herida. Su amor había sido despreciado por Gibran todo este tiempo. Él había sido capaz de traicionarla.
Arumi decidió poner fin a su matrimonio. Solo cuando Arumi se fue, Gibran se dio cuenta de cuánto amaba realmente a su esposa.
¿Podrá Gibran convencer a Arumi de volver con él?
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Capítulo 17
Arumi se despertó de su sueño. Inmediatamente se duchó y se arregló. Ya no le importaba si a Gibran no le gustaba que solo supiera maquillarse.
Con ropa algo reveladora, Arumi salió. Quería ir a un café para aliviar su inquietud.
Gibran se levantó inmediatamente al ver a Arumi salir de la habitación después de vestirse elegantemente.
"¿A dónde vas, cariño?", dijo Gibran acercándose a Arumi.
"Quiero ir a un café".
"¿Te acompaño?"
"Lo siento, Mas. A partir de hoy aprenderé sin ti, para que cuando nos separemos esté acostumbrada a estar sola".
"Arumi, no digas eso".
"¿Por qué? ¿No es cierto? Nos separaremos pronto. Mas puede decidir cuándo nos reuniremos con papá para contarle todas las decisiones que hemos tomado".
"¿No quieres darme una segunda oportunidad?"
"No habrá oportunidad para la traición, Mas. Una vez que traicionas, seguramente lo repetirás algún día".
"Lo sé, Arumi. No es fácil perdonar la traición, pero ¿acaso todos los humanos no se equivocan? Incluso Dios es sumamente indulgente".
"No soy Dios... Al igual que Mas, también soy solo un ser humano común y corriente. Tengo sentimientos. Enojo, decepción y rencor".
"Arumi, perdóname. Haz lo que te haga feliz. Lo aceptaré, porque soy consciente de que todo esto es mi culpa".
Arumi no dijo nada más. Gibran, el hombre guapo que había cautivado su corazón desde el primer encuentro.
Las palabras amables y la atención hicieron que Arumi amara a Gibran, hasta el punto de entregarle todo su corazón solo a ese hombre.
Arumi nunca sospechó que detrás de la amabilidad y la dulzura, ese hombre era en realidad un traidor y un mentiroso.
Arumi condujo su coche sin rumbo fijo. Al pasar por un bar, Arumi recordó la fiesta de despedida de la escuela de ayer.
Se sintió tranquila después de beber alcohol. Aunque casi se avergonzó al emborracharse.
Arumi aparcó su coche y entró en el bar que era bastante famoso entre los jóvenes.
Arumi pidió una copa al camarero. La bebió lentamente. Sintió una sensación de calma.
Volvió a pedir otra copa. Sintió que su cuerpo se relajaba. Por un momento olvidó los problemas que la aquejaban.
Un hombre que había estado observando a Arumi desde lejos se acercó a la mujer.
"¿Sola?", dijo el hombre.
Arumi, que ya empezaba a estar borracha, miró al hombre con una mirada ligeramente borrosa.
"Sí, ¿quién eres?"
"¿Ya te has olvidado de mí?"
"¿Nos conocemos de antes?"
"Por supuesto. Estuvimos cerca. Será mejor que hablemos afuera. Busquemos un lugar más cómodo para hablar".
El hombre tiró de la mano de Arumi para salir del lugar. Cuando estaban a punto de entrar en el coche, Gibran atrajo el cuerpo de Arumi a sus brazos.
Gibran había estado siguiendo a Arumi. Vio desde lejos lo que hacía su esposa.
Gibran pensó que Arumi no querría seguir a un hombre que no conocía, pero su conciencia que empezaba a desvanecerse hizo que Arumi no pudiera controlarse.
"Gibran, cariño", dijo Arumi mirando el rostro de su esposo.
"¿A dónde te llevas a esa mujer? Yo la vi primero. No busques problemas conmigo", dijo.
"Ella es mi esposa. Debería ser yo quien pregunte a dónde te llevas a mi esposa".
"Si es tu esposa, ¿por qué la dejas sola en un bar? ¿Por qué se emborrachó?"
"No necesitas saber la razón, lo que está claro es que ella es mi esposa".
"¿Qué pruebas tienes?"
Gibran cogió su teléfono y abrió la galería, que estaba llena de fotos de los dos. El hombre pareció sorprendido.
Luego entró en su coche y dejó a Gibran y Arumi. Gibran llamó al chófer para que viniera inmediatamente a llevarse el coche de Arumi a casa.
Mientras esperaba que llegara el chófer, Gibran le pidió a la mujer que entrara en el coche.
"Cariño, de verdad eres mi Gibran".
"Sí, ¿por qué has venido a este bar? Es muy peligroso".
"Es por ti. Quiero poder vivir sola y olvidarte".
Arumi se sentó frente a Gibran y le tomó las mejillas a su esposo.
"¿Cómo pudiste ser tan cruel de traicionarme?"
"Perdóname, Arumi".
Arumi de repente rompió a llorar a sollozos. Gibran la abrazó y la llevó al abrazo de su pecho. Las lágrimas de Gibran también cayeron. Nunca imaginó que la traición que había cometido haría que Arumi se sintiera tan herida.
Continuará
