Alguien Te Mira

        Maddi

Prepare un café bastante cargado tenía aún algo de sueño, salimos de Ocumare, de madrugada para llegar temprano a Maracay, Diego, tubo mucha prisa por dar por finalizado el viaje luego de lo que casi pasó.

Su actitud fue fría y distante luego de lo ocurrido parecía sentirse culpable...

Tome mi café y decidí continuar con mi Novela. Entre semana se me hizo muy difícil hacerlo con las obligaciones del trabajo.

Mire la casa vecina de donde siempre me sentía observada, ya me empezaba a molestar esa sensación. Me cuestionaba si era producto de mi imaginación. Ignore todo aquello y comencé a escribir mi novela ya la había comenzando con una ruptura amorosa, pero luego necesitaba algo más aparte de ella, mi protagonista reencontrarse a ella misma y volver hacer la mujer fuerte que era antes.

 Decidí redactar por completo mi historia. La protagonista se mudó sola a una gran casa que parecía una caja de cristal ante su imponente casa vecina donde sentía ser observada.

Aquello despertaba sus más oscura fantasía.

Le di un personaje real en mi historia al extraño que la miraba. Ella, con el, paso de la historia iría descubriendo que ese extraño era real.

Un eterno enamorado secreto que no sabía de quién se trataba y tenia años escribiendole. Y ahora comenzaba a tener detalles como enviarle flores ¿Quien será? ¿Será quien me mira? ¿Será quien me mira real?

Llegó a su amigo, su Chavi, ese que quería ayudarla a superar todo, pero los años habían cambiado su amistad lo miraba con otros ojos, pero el aún seguía siendo ese espíritu libre sin atadura.

Y de último Anthony, dió un gran suspiro de frustración. Ese que aún se creía con derecho de cuestionarla que ahora parecía interesado de saber que hacía o dejaba de hacer ¿Sería Anthony quien la miraba o Diego?

No. Diego, no.

Descartó muy rápido esa idea, si Diego, parecía estar muy consiente de no querer una relación estable porque querría estarla mirando cuando podía simplemente tomarla y ya, pero no lo hacia porque su amistad se veria afectada y por respeto a la memoria de Ami.

Redacto por rato sobre su novela hasta que su teléfono sonó recibiendo la llamada de Sofía.

-Mi amor, te estoy esperando aquí en la casa para almorzar y no acepto negativa. Las niñas quieren terminar de pasar su fin con su tía.

Me colgó la llamada antes de tener una respuesta de mi parte ya tenía mucha hambre, pero decidí llamar a Diego, quería invitarlo necesitaba hablar con él.

Anoté su número luego de pensarlo un poco ¿Que tanto podía perder? aparte de una negativa.

Sonó el primer timbre y no atendió, al segundo tampoco con la tercera llamada me daría por vencida.

-¡Oh Diego! ¡ahh.. rico! dame más! Sentí todo mi cuerpo paralizarse al escuchar los gemidos escandalosos de una mujer, no podía dejar de escuchar. Dure un par de minutos.

-¿Odalith como...?

El teléfono rodó de mis manos cayendo al suelo al igual que mis lágrimas ¿Por eso no estaba tan confundido y arrepentido? Por lo que casi pasó en la playa. ¡Son pareja! ¡Esa chica y el!

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         Diego

Fui hasta mi oficina y me servi un trago, pero luego de décimo trago senti que no era necesario la pequeña copa. Agarre la botella y senté en mi escritorio tomando directo de la botella.

Mi teléfono no dejaba de sonar era Odalith.

Desde la madrugada que Maddisson, me llamo para que fuera acompañarla por lo ocurrido en su casa, dejé a Odalith, sola en mi casa.

Cuando regrese, de la cena de celebración del periódico el Milenio, dónde trabajaba Maddi. Muy caliente acepte que Odalith, fuera a mi casa a saciar mis ganas, pero en madrugada recibí la llamada de Maddi, y dejé a Odalith, sola en mi casa sin darle explicaciones.

Cómo de costumbre no me cuestionó nada, pero me ha estado llamando mucho y he evitado atender sus llamadas. Hoy incluso me tiene loco de tanto llamarme he optado por poner mi teléfono en silencio para no desviarle o cortarle las llamadas.

Sigo tomando y solo viene a mi mente los recuerdos donde estuve a punto de tomar a mi Maddi, y hacerla mía en la playa. ¡Estar dentro de su pierna! Me siento tan excitado que decido soltar mi correa para liberar un poco mi presión.

La puerta de mi oficina se abre y es Odalith

-No has atendido ninguna de mis llamadas y me he preocupado he decidido venir asegurarme que estuvieras bien.

-Lo estoy, ahora por favor necesito estar solo.

-Te dejaré solo luego de que me des lo que deseo. ¡Me lo debes!

Se quitó su vestido con una facilidad y quedó en ropa interior

-Diego necesito sentirte dentro de mis piernas...

Y como maldito dellabu recordé que estuve dentro de las piernas de mi Maddi, sentí tanto deseo sin pensarlo camine hacia Odalith, la posiciones frente a mi escritorio

-¡Ahh! Gimió

-Diego tu teléfono están llamando.

-Apagalo, no es el momento.

Retiro el teléfono fuera de nuestra vista y muy rápido estuvo gimiendo sin control

-¡Oh Diego! ¡ahh.. rico! dame más!

Llegue tan rápido, tener la imagen de Maddi, en mi cabeza fue como pólvora.

Odalith, gimió como nunca. Al finalizar salí de ella.

Arregle mi pantalón y tome otro trago de mi botella.

-¿Odalith, como entraste? Al fin pregunte.

-Diego, no respondías mís llamadas y de verdad me preocupa así que decidí ir a tú oficina y tomar tu llave de emergencia quería asegurarme que estuvieras bien.

Me senté en mi escritorio y ella sobre el mismo.

-Estoy bien, gracias por preocuparte, pero no vuelvas hacerlo y por favor entrégame mis llaves. Le tendí mi mano...