Reencarné En La Novela Que Más Odio

- Dafne, ¿Estás bien? - Dafne tenía malestar y Alejandro se preocupó.

- Estoy bien, quiero que sigas diciéndome las cosas -

- Dafne… Aghs perdón, te pido perdón desde lo más profundo de mi corazón, te pido perdón por cómo te he tratado desde antes de casarnos, te pido perdón por haberte engañado con tantas mujeres, te pido perdón por ser un mal marido. Has cambiado desde que nos casamos, creí que estabas encaprichada conmigo pero no fue así, solo querías que él matrimonio se completara y una vez casados ya no te importe. - Alejandro se puso de pie y se puso en cuclillas, tomó las manos de Dafne y las acercó a su rostro.

- Perdoname, pero no me pidas el divorcio por favor - Dafne veía la mirada triste en el, es lo que se había preguntado anteriormente sí había imaginado o había visto realmente.

- Alejandro yo.. - la alarma comenzó a sonar, el pastel ya estaba listo. Ella se puso de pie y dio un paso, Alejandro se quedó detrás de ella pero Dafne giró.

- Vamos Alejandro - ella extendió su mano y Alejandro sonrió, la tomó y caminaron hacia la cocina. Cuando sacaron el pastel ya estaba listo y se miraba bonito, terminaron de arreglarlo y lo probaron, sabía delicioso y hasta les compartieron a Rogelio y ciertos empleados. Ya era el atardecer, ambos se dirigieron a la sala de estar, estaban terminando su conversación.

- Dafne.. ¿podemos viajar tú y yo juntos? -

- ¿Como si tuviéramos la luna de miel? -

- No no, simplemente viajemos juntos - ella sonrió y asintió, él estaba tan contento que se lanzó sobre ella y la abrazó.

Por primera vez había un momento tranquilo, comenzaron a ver una película y ella se quedó completamente dormida en el regazo de Alejandro. El llamó a su secretario y le pidió que arreglara su agenda porque él y su esposa se irían de viaje.

Más tarde Alejandro se quedó dormido y despertó, ella seguía dormida sin moverse, él sonrió y comenzó acariciar su rostro. Se acercó y le dio un tierno beso, él se levantó con cuidado y la tomó entre sus brazos llevándola a la habitación de ella. La recostó y la cobijó, le dio un beso en la frente y salió de la habitación.

Alejandro regresó a su oficina a seguir trabajando, al día siguiente sería la sesión fotográfica de los modelos para la publicidad de los nuevos productos cosméticos que lanzarían las empresas ya que se había atrasado y ya no podían programarla, eso ya había causado sensación nacional, dos empresas que manejan excelentes productos cosméticos harán un producto juntos

Lo cual tendrá el nombre de ambas empresas, un maquillaje y producto de marca excelente.

- Hermano, hola, ¿Podemos vernos? - Alejandro llamó a Gonzalo, necesitaba verlo y pedirle disculpas.

- Si Ale, ¿Voy a tu casa? -

- Si, ven por favor -

- Salgo para allá - Gonzalo corto la llamada y salió de su departamento, corrió hasta su auto y se dirigió hacia la mansión de su mejor amigo. Alejandro había pedido que cocinaran la comida favorita de Gonzalo y que si lo podía hacer Rogelio ya que Gonzalo desde Niño amaba su comida.

Gonzalo entró y todos lo saludaron, el saludo a Rogelio y él dijo que Alejandro lo esperaba en su oficina.

- Hermano que sucede, ¿Porque me llamaste con tanta urgencia? -

- Siéntate, mira tengo alcohol y tengo tu cena lista cocinada por Rogelio -  Gonzalo lo veía fijamente con mirada sospechosa, ahora entendía, su amigo no estaba en problemas solo que estaba sintiéndose arrepentido por el golpe que le dio.

- Veamos Veamos, Alejandro Clark ¿acaso se está disculpando sin pedir disculpas? - Gonzalo reía y Alejandro sonreía.

- Vamos Alejandro, dilo - Alejandro sonrío.

- Me disculpó por ser un mal amigo, un tonto amigo de hecho, te golpee por celos sin antes haber revisado la situación, ver que ella te sonreia de manera cálida me hizo sentir irritable  -

- lo pude sentir y descubrir, ese golpe fue tan duro, pero no te preocupes hermano te entiendo, y no hay nada entre nosotros eh solo quiero ser un buen amigo con ella, me dio miedo que le fueras hacer algo por como habías actuado ese día pero no tenía idea que ella fuera una fiera jajaja que te puso en su lugar - Gonzalo reía.

- Ahora dime Alejandro Clark, ¿Tú esposa te gusta? - Alejandro no sabía que decir, él se quedó en silencio por un segundo pero después sonrió.

- No se si me gusta, pero estoy seguro de algo, me dan celos cuando esta cerca de otros hombres, cuando le sonríe a alguien más, cuando está lejos de mi la extraño -

- Hermano estas enamorando, ya deja a esas mujeres, no sabes cuánto me arrepiento de haberte aconsejado eso, así no la vas a conquistar, vas hacer que ella te pida el divorcio más rápido de lo normal - Alejandro suspiraba y estaba dispuesto arreglar su error, ambos se sentaron y comenzaron a beber.

- Te perdonaré solo porque Rogelio hizo esta rica cena y nada más - Alejandro se rió y Gonzalo se puso a cenar. Pasaron un buen momento bebiendo y revisando los documentos.

Mientras tanto en la habitación de Dafne.

Ella estaba completamente dormida, pero había caído en un sueño profundo, y comenzó a tener recuerdos de la Dafne original, cosas que jamás se describió en la novela. Una novela se trataba de lo que el escritor quería contar, pero una vez entrando en ese mundo, dejaban de ser personajes a ser personas, personas reales de carne y hueso que tenían sentimientos, personas que sonreían, sufrían y sentían.

Dafne soñó con Alejandro, el primer encuentro de ellos dos, Dafne estaba feliz y todo lo que dijo Alejandro era verdad. El recurso de su primera reunión para conocerse, ella vio que Alejandro era hermoso, podía sentir lo que la Dafne original sentía, obsesión, amor, belleza. Quería ese hombre hermoso para ella, para presumir que tendría un esposo Perfecto y el hombre más sexy de la nación era su dulce esposo. Era cierto, le dijo a Laura que era su trofeo porque su familia le ayudó a recuperar  todo, que su deber era ser un buen esposo para regresar gratitud. Emiliana sentía asco, todo este tiempo culpó a Alejandro de todo pero Dafne tenía la culpa realmente de que Alejandro la odiara a ella y a su familia, ella tuvo la culpa que su familia cayera en desgracia en la novela.  En el sueño, Emiliana pudo sentir como Alejandro sentía y presenciaba esa humillación.