Esta es la tercera parte dé. De Santa a No Tanto.
Sofía es la hija pequeña de Rodrigo, una reconocida modelo, diseñadora y publicista, ella se fue a los quince años a vivir fuera del país con sus abuelos porque se enteró de que estaba enamorada del mismo chico que su mejor amiga katy, Franco, hijo menor de Isabella, él fue su primer beso y para no traicionar su amistad huyó.
Siete años más tarde, ella regresa para hacerse cargo de sus empresas en Italia y por petición de sus padres, pero antes de venirse tiene una noche de pasión con un desconocido que le robó no solo su virtud, sino también la razón, Sofía quedó maravillada con el desconocido y más porque le hizo sacar a su primer amor de la cabeza.
Al llegar a la reunión de su familia se lo encuentra allí y se entera de que es el mismo hombre a quien su amiga ama y de quién huyó, Sofía deberá decidir entre su amistad y el amor, pero se verá rodeada de intrigas, mentiras y malos entendidos podrá esta pareja ser feliz...
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consecuencias
Los padres de Sofía estaban muy orgullosos de su hija por su capacidad de enfrentar todo, la noticia sobre la entrevista estaba en boca de todos y el nombre de Sofí se había limpiado.
Por otro lado, Katy iba a toda velocidad en su auto, los guardaespaldas iban detrás de ella y su padre Esteban también.
—Déjenme en paz, traidores, esa perra, todo es su culpa, pero esto no se queda así. —Gritaba histérica.
Esteban tocaba el clap sond su auto y ella seguía aceleran, trato de llamarla, pero no contestaba, Esteban estaba muy preocupado su niña iba a una velocidad muy alta él trató de acercarse, pero no puedo ella lo perdió de vista, Esteban iba detrás de los guardaespaldas, entonces un fuerte sonido se escuchó, un camión saco a Katy de la carretera y el auto todo hacia un lado.
Esteban estaba devastado, rápidamente se acercó lo más que pudo y pasó la Baya del camino y como pudo y con ayuda de los guardias la sacaron alejándola por si el auto explotaba.
—Chiquita despierta, Katy bebé abre los ojos, ¡amor! Esteban estaba desesperado y su hija estaba inconsciente en sus brazos.
Llamaron a una ambulancia para no seguirla moviendo y momentos más tardes Katy iba en una ambulancia rumbo a la clínica.
Esteban estaba destrozado, su hija estaba muy grave, llamó a su esposa y a los demás y el caos se desató, Katherine estaba como loca, no hacía más que llorar.
En la empresa, Sofía estaba con los demás cuando el teléfono de Franco padre sonó.
—Si Esteban dime…. ¿Qué, dónde la tienen? Cálmate amigo, vamos para allá, tranquilo sí.
—Qué sucede papá. —Preguntó Franco hijo.
—Era Esteban, Katy tuvo un accidente y está muy mal, están en la clínica familiar.
—¿Cómo? Pobre Katherine, vamos para allá amor. —Dijo asustada Isabella.
—Todos vayamos, nuestros amigos nos necesitan. —Dijo Rodrigo.
—Amor, nosotros vamos a ir, si no quieres ir lo entendemos. —Le dijo su padre a Sofía.
—Claro que iré papá, ella se equivocó, pero es familiar, vamos. —Todos salieron rumbo a la clínica y le dieron su apoyo a Esteban y Katherine, los gemelos cuando se enteraron estaban muy preocupados y desesperados.
Fueron horas muy desesperantes, pero luego de mucho el doctor salió diciendo que la joven había sufrido varias fracturas y una contusión en la cabeza, la tuvieron que inducir a un coma, pero ya estaba más estable.
Los días pasaron y Katy seguía en coma y la dejarían así hasta que bajara la hinchazón que tenía, los padres de ella iban a diario, pero estaban más tranquilos porque sabían que estaba bien entre lo que cabe.
—Amo… Qué tienes. —Pregunta Franco.
—Estoy pensando en Katy amor, no sé qué le pasó… Ella no era así. —Dice un poco triste.
—Si amor, pero a veces las personas toman malas decisiones y ella tomó unas muy erradas. —Dice Franco y la besa.
—Si amor, pero igual me hace sentir un poco mal. —Dice triste.
—Qué ni se te ocurra echarte la culpa mi niña.
Los días habían pasado y Franco estaba en su mejor momento con Sofía, hoy estaban reunidos en casa de Katrina y Sofía estaba en una de las casas del árbol con sus pequeñas sobrinas.
—tía, debes tomarte todo tu té, no dejes nada. —dijo la hija de Katrina.
—Si bebé, solo que ya tengo la vejiga muy llena de tanto té.
—Tía prueba esta tarta, está muy deliciosa. —Esa fue una de las pequeñas de Isabel.
—Ay, mi niña, ya no puedo con un postre más, estoy muy llena, mejor bajo y ustedes siguen divirtiéndose —Dijo Sofía y se bajó muy rápido antes de que estas niñas la obligarán a seguir comiendo dulces.
—Mi diosa, y esa carita qué sucede.—Pregunta Franco viéndola salir de la casa del árbol.
—Estoy que exploto amor, estas niñas creo que me quieren engordar para comerme. —Dijo susurrando y Franco se echó a reír.
—Pobrecita mi pequeña niña, vamos para que te sientes un rato. —Dijo y la cargó hasta donde estaban los demás reunidos.
—Sofí que tienes, te sientes mal. —Pregunta Katrina.
—No hermanita, solo un poco llena, esas niñas no me dejaban de dar dulces. —Todos se rieron.
Sí, mi pequeña le encanta poner a su papá a comer de todo… —Dice esmeralda y besa a su esposo.
—Si esas pequeñas son terribles, pero las adoro. —Dice Isabel.
Franco se sienta a Sofía en su regazo y la rodea con sus brazos.
—Oye, yo creo que la silla es más cómoda, no crees. —Dice el celoso de Rodrigo.
—hey hermano, tu esposa embarazada está por allí… —Rodrigo se acerca y levanta a Sofi y la carga.
—Cierto, pero esta es mi pequeña bebé… —Sofía se ríe y trata de que su hermano la baje, pero este no sede.
—No es buena idea esto Rodri. Siento que voy a devolver todo lo que comí. —Rodrigo la baja y regresa con Aisha.
—Ven amor, pero no te sientes muy mal, si quieres nos vamos, que dice … —Pregunta Franco y ella niega.
—No amor estoy bien horita, se me pasa.
—Bueno, y cuéntanos Sofía, como se siente ser la modelo mejor pagada de Italia y otras partes. —Dice Isabel, pues Katrina ha tenido mucha demanda y su proyecto con Daniels, fue un completo éxito, la empresa está de número uno y todo gracias a ella.
—Estoy muy feliz, nunca pensé que el proyecto estaría donde está, o al menos no tan rápido. —Sonríe.
—Además, no es solo mi logro, todos en la empresa han ayudado para estar donde estamos. —Dice Sofi.
—Hola, ¿cómo están Todos por aquí? —Saludan los gemelos, Esteban y Stefan llegando a la casa.
—Chicos, como están, hola pequeños. —Cada uno comienza a saludarlos y siguen disfrutando de la tarde.
—Qué saben de Katy —Pregunta Franklin.
—Ya despertó, pero está muy mal, no quiere ver a nadie, aún no acepta que no pueda caminar, aunque le dieron esperanza. —Dice Esteban cabizbajo.
—Tranquilo hermano, ya verás que se va a levantar. —Dice Franklin.
—Si estamos esperando que lo acepte para que empiece con sus terapias y a visitar a un terapeuta también. —Dice Stefan.
—Lamento mucho lo que hizo Sofi. —ese fue Esteban.
—no tienes por qué, tú no hiciste nada y espero y ella recapacite y quiera hacer sus terapias y salir de esto. —Sofía le sonríe.
—chicos, aquí están las hamburguesas, vamos a comer. —Anuncia Mateo que las estaba preparando.
—Qué delicia, bebé, ya vas a probar esas delicias. —Dice Aisha hablándole a su panza.
—Ten Sofi. —Dice Mateo, pero Sofía abraza fuerte a Franco.
—No amor, no quiero ni verla. —Este sonríe y le da unas palmaditas en la espalda.
—Tranquila mi niña, entiendo, ¿no quieres ir a casa? —Pregunta, pero ella niega y se levanta para irse hacia la mansión.
Franco se levanta para ir tras ella, pero Katrina va por ella.
—Tranquilo, cuñado, le diré que se recueste un rato. —Katrina va con su hermana y no la ve hasta que la encuentra en una de las habitaciones de huéspedes, acostada en la cama.
—Qué ocurre Sofi, te sientes muy mal, iré por un agua carbonatada y vengo sí. —Sofía asiente y va para el baño, allí deja salir todo el dulce ingerido y un poco más.
—Sofía, todo bien allí adentro, aquí está tu agua. —Sofía sale y se acuesta de nuevo.
Katrina le da el agua y ella toma un poco.
—Creo que debería llamar al doctor.
—Estoy bien trina, es solo que las niñas me hicieron indigestar.
— Iré por Franco. —Dice Katrina levantándose
—No, Trina, déjalo tranquilo, si sabe que me siento mal, hará un drama, estoy bien. —Katrina regresa con los demás y aunque le dice que está bien Franco sube a ver a su pequeño volcán y este luce muy apagado
—Que tiene mi bebé bonito ah. —Pregunta cariñoso.
—No tengo nada amor, solo la comida me cayó mal y soy una masoquista porque ahora tengo hambre. —él sonríe y la besa.
—Iré a hacerte un caldito, mi amor, te amo descansa.
