LOCO AMOR (La Historia De Selig Cuddyer)

Narradora:

El tiempo siguió transcurriendo para nuestros protagonistas.

Vivieron cosas nuevas, acercamientos familiares y una nueva esperanza para ambos.

—¿Qué dio? —preguntó Selig, emocionado.

—Es positivos, seremos padres —anunció Mar con emoción, viendo esa misma felicidad reflejarse en los ojos de su amado.

—Oh cariño —celebró, abrazando y besando a la hermosa mujer que muy pronto se convertiría en su esposa —tendremos que adelantar la fecha de la boda, para que nuestro hijo nazca dentro del matrimonio.

—Estoy viendo eso como una excusa para casarte de inmediato —bromeo Mar, viendo sonreír hermosamente a Selig.

—Bien, acabas de descubrir mi plan —contestó y ambos rieron —. Tengo que llamar a Zachary y contarle las buenas nuevas.

—Ve a hacer tu llamada mientras voy por unos papeles al despacho —Dijo Mar, viendo asentir a Selig, quien deja un dulce beso en sus labios y va por su telefono móvil.

Mientras él realizaba la dichosa llamada, Marisol se dirigió al despacho que por el momento compartía con su prometido solo hasta que terminaran de remodelar su nuevo lugar de trabajo.

Claro está que no esperó encontrarse con diarios viejos y mucho menos que estos hablaran sobre aquel fatídico día.

—¿Él está... buscando información? —se preguntó mientras leía el titular de 6 años atrás.

"BRUTAL ACCIDENTE CAUSA HERIDAS GRAVES EN UNA DE LAS VÍCTIMAS, AFORTUNADAMENTE SOBREVIVE”

Era imposible para ella retener las lágrimas que poco a poco abandonaban sus ojos al leer la información recaudada.

No había investigación sobre el porqué el carro no tenía frenos y aseguraba a que Eleonor Cuddyer tuvo que ver con la poca importancia que dieron al caso.

“Lastimosamente, la conductora del vehículo que impactó, presento quemaduras de tercer grado en su rostro y parte de su cuerpo, afectando de manera considerable su salud y dejando a los especialistas sorprendidos al encontrarse con una perdida enorme de sangre; producto de un aborto.“

—Lo dicen como si fuera la causante de no tener a mi hijo conmigo —susurró con dolor, abandonando los párrafos que seguían y sentándose sobre el sofá para tratar de calmarse.

¿Qué pasaría si Selig descubre todo ahora? ¿Si con un poco más de investigación, logra dar con que la Marisol del pasado y del presente son la misma persona?

Perdida en sus pensamientos, no se dió cuenta de la presencia de una persona que estaba parada en la puerta observándola.

—¿No piensas decirle la verdad? —habló Zachary, llamando la atención de Marisol, quien rápidamente limpia las lágrimas y gira a verlo.

—Hola Zachary, no te oí llegar —respondió con amabilidad, encontrando en su cuñado todo lo contrario.

—Responde mi pregunta, Marisol —prosiguió.

—¿Qué pregunta? —preguntó confundida.

—Sabes de lo que hablo, a mí no puedes ocultarme nada —increpo —¿Cuándo le dirás la verdad a Selig?

—¿De qué verdad hablas? No tengo nada que decirle —añadió poniéndose de pie e intentando pasar por su lado, siendo detenida por él.

—¿Segura que no tienes nada para decirle? —interrogó —¿Ni siquiera qué tú eres la mujer que tanto buscó?

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Marisol.

Lo observaba sin saber como tomar su pregunta.

¿Él acaso sabía sobre mi verdadera identidad? ¿Cuándo lo descubrió?

—¿Que es lo que sabes? —pregunté soltandome de su agarre.

—Solo sé que tú eres la mujer que presentó aquel día en la mansión Cuddyer y quien luego desapareció de su vida sin dejar rastros —contestó con frialdad.

—Entonces no sabes nada —añadí de la misma forma, dirigiendo mi mirada a la puerta por señales de Selig.

—Él no está —dijo al notar en la dirección que miraba —Aprovechó a que llegue para quedarme contigo y poder ir por unas cosas al super. Ahora dime ¿Acaso no hacerte con lo que dije? ¿No eres la misma mujer de aquella vez?

—Pasaron muchas cosas, cosas que realmente marcaron mi vida y como no tienes idea de nada, te agradecería que no te metieras en esto.

—¿ACASO NO TIENES CONOCIMIENTO DE TODO LO QUE SUFRIÓ POR TU CAUSA? —gritó enfurecido —Y ahora vuelves sin más, esperando que te reciba con los brazos abiertos cuando que fuiste quien lo llevó a ser un monstruo.

—¡CIERRA LA BOCA! —grité tapando mis oidos —Jamás quise alejarme de él, estábamos hechos el uno para el otro pero...

—¿Pero qué? ¿Es cierto que te fuiste con alguien más? Porque que llevo investigado, te fuiste del país junto a otro hombre y te casaste con ese hombre en California.

—Si, si es cierta esa parte de la historia —respondí, viendo la cara de incredulidad que él puso y como comenzó a negar con la cabeza —lo hice tres años después de despertar del coma y saber que tú hermano se casó con otra mujer —agregue sin poder contener más el dolor que crecía en mi pecho.

¿Con que derecho me juzgaba? si solo me marché para dejar que mi amado Selig fuera feliz, así no fuera conmigo.

Aprovechando que quedó parado allí como si fiera una piedra y sin decir más, corrí hasta el escritorio, tomé aquel diario y lo lance en su cara.

—No sé como es que me reconociste ni cuando, pero eso explica el porqué aquella vez "me marché" como todos dicen —añadí con mis manos temblorosas —Tienes la respuesta justo delante de ti.

Él me observó por un momento, bajándola luego al diario y sorprenderse al leer la noticia de aquel día.

—¿Por esto es que te hiciste un cambio de imagen? —preguntó luego de un largo silencio.

—Yo no me hice nada, la persona que me rescató se encargó de que no quisiera morir al abrir mis ojos y ver mi rostro completamente quemado —contesté y esta vez su mirada cambió, ya no me veía con odio como hace un momento. Ahora su mirada estaba llena de algo peor, lástima.

—¿Y no se lo piensas contar? De cualquier forma él se dará cuenta de que no...

—No, Zachary. tu hermano aún sigue con rencor del pasado y aunque le dijera rodo ahora, él no me daría ni siquiera oportunidad de señalarme como otra víctima.