La Villana Escapa

Los padres de Bruno han pasado todo el día con su nieto, en la comida están encantados con los platillos, Eliana poco a poco deja los nervios hasta que se ahoga con su comida.

-Cuándo tienen pensado casarse?

-Cof cof cof.

-Calma, madre eso no lo hemos decidido, estás bien? -Bruno le pasa una servilleta para que se limpie.-

-Si, estoy bien, gracias.

-Como que no lo han decidido, deben tener una boda lo antes posible, Arthur debe crecer en el Ducado, es el heredero...

-Madre, por favor, en este momento estamos bien, Arthur tiene una maestra capacitada, estará listo para la academia, tiene 5 años y cumplirá 6 en unos meses.

-Eliana no quieres casarte con mi hijo? -Pregunta el Duque -

-Bueno yo...

-Basta! No están aquí para que la presionen, si nos casamos es por qué ella lo quiere no por obligación o compromiso, les pido que la entiendan, que estemos o no casados no es impedimento para que Arthur sea mi heredero.

-Está bien, respetaremos su decisión, a pesar de todo estamos felices, ya empezaba a dudar de ti.

-Que? Padre!

-Ya han registrado al niño?

-si, en el templo del Ducado, Dunkan fue testigo.

-Por cierto tu asistente traía esto, pero me lo dio a mí, lo mandé de regreso al ducado porque no hay nadie ahí, estaremos aquí en el invierno.

-Claro, son bienvenidos, les preparan una habitación.

Eliana prácticamente sale corriendo del comedor, jamás se imaginaba estar en esta situación, debe ser paciente, está época es diferente, es lógico que los duques piensen que ambos deben casarse, solo quiere esperar otro poco, su restaurante y la posada fueron su sueño, ahora debe renunciar a todo, pero tiene a la persona ideal para seguir con el negocio.

-Eliana, estás bien, ven conmigo.

Bruno llega con ella y se la lleva de ahí, entran a un cuarto donde el limpia sus lágrimas.

-Perdon yo...

-Calma, se que no me amas, no quiero presionarte, no pensé que mis padres vinieran, si tú no quieres el matrimonio no te voy a obligar, sé que tienes una vida aquí.

-Gracias, solo dame tiempo, esto es muy repentino, yo tenía mi vida planeada, pero sin contemplarte a ti, pensé que seria fácil decirle a Arthur de su familia, se que es más complejo, si tú te casas el sería un bastardo.

-No me casaré con nadie.

-Yo no dejaré que te cases con nadie, me gustas, solo déjame asimilar esto.

-Es en serio lo que me dices, bueno por algo se empieza.

Eliana solo ríe, Bruno aprovecha para abrazarla y decirle que todo estará bien.

Arthur está feliz porque su abuelo le enseña como practicar con la espada que le dio su papá, ellos pasan el invierno ahí, entre comidas, paseos y entrenamiento, la duquesa entiende por qué Eliana está a gusto ahí, es un lugar hermoso, también dejo de presionar, al ver a Bruno feliz y conocer a su nieto ella también es feliz.

Cuando el invierno llega a su fin, el duque va a la frontera a ver a Dunkan.

Está tarde la duquesa prepara sus cosas, debe regresar a casa, una bengala roja los alerta que ha pasado algo, Bruno sale corriendo con sus caballeros.

-Eliana que paso?

-En la mina hubo un accidente, dicen que fue un derrumbe.

-Como? Pero mi esposo está ahí.

-Hay heridos que fueron trasladados al Ducado y otros aquí, por eso Bruno va a supervisar.

-Eliana me voy en unos días el Ducado está solo, Bruno me acompaña a la capital y después regresa, no quieres ir?

-En está temporada es cuando más trabajo hay, llegan de nuevo los mineros y hay viajeros que regresan.

-Entiendo.

-Pero puede llevar a Arthur, él no conoce la ciudad, de regreso vendrá con su padre.

-Dejarás que viaje con nosotros?

-Sí, va con ustedes, no le pasará nada.

La duquesa sabe que Eliana confía en ellos, le agradece y después de unos días salen a la capital, Arthur solo va con su niñera, pero va feliz.

En la posada los viajeros aumentaron por la minas ya que el invierno pasa la frontera es más transitada, ahora entre la cocina y el restaurante, Eliana extraña a Arthur.

-Susan, hace cuánto que dejaste la capital?

-Al mismo tiempo que tú, cuando te vi aquí no podía creer que eras tú.

-Si son muchos años, dime si decido hacer mi vida en el ducado te harás cargo de todo.

-Que? Pero como podría yo hacer eso?

-Tu hermano pronto cumplirá 17 años y formalmente recibe su título, piensas regresar?

-No, mi madre jamás me perdono, solo tengo comunicación con mi hermano por qué está en la academia.

-Y de él no sabes nada?

-No y no quiero, sé por mi hermano que se casó con esa mujer, siendo sincera jamás me importo, solo lo hice por mi hermano, pero ahora soy feliz, muy feliz.

-Entonces, puedes quedarte junto con Aren

-Pero él es tu caballero.

-Si, pero también es un esposo que tiene que estar al lado de su esposa, no voy a separarlos, él debe tener su propia vida, háblalo con él, todo esto también es gracias a ustedes.

Eliana sale a ver los pendientes, Bruno regresa en unas semanas y el general está en la frontera, los días pasan lentos pero una tarde, Arthur entra corriendo por la puerta y va directamente a buscar a su madre.

-Mami ya regresé.

-Arthur bienvenido, que bueno que llegaron con bien, tu abuelo también llegó en la mañana.

-Te extrañé, la ciudad es enorme, mi abuela me llevo a muchas fiestas, algunas personas se sorprendieron, pero mi abuela no dejo que nadie se burlara de mí.

-Eso es muy bueno.

-Mami voy con mi abuelo, papá está bajando los regalos del carruaje.

Eliana se quedó sorprendida y fue para ayudarlo, pero se quedó con la boca abierta al ver que era todo un carruaje de regalos.

-Que tanto trajeron.

-Voy a morir, mi madre casi compro toda la ciudad, te mando algunas cosas, pero la mayoría de cosas son para Arthur.

Bruno la abraza y le da un beso en la frente, el la ha extrañado y ella también.

-Sé bienvenido, no te dio mucho trabajo nuestro hijo.

-No, estuvo tranquilo, solo vamos a la cabaña necesito hablar contigo de algo.

Al llegar a la cabaña Bruno se quita su capa, la espada y se pone cómodo en el sillón.

-Eliana, pondré más guardias en la posada, la tensión en la capital es mucha, Dunkan sospecha del Rey y Kiram también, sé que no sabes mucho de la nobleza, aun así están en peligro.

-Esta Arthur en peligro?

-Solo es por precaución, estando en la capital me arrepentí de llevarlo, no pensé que sería el centro de atención, estuve a punto de mandarlo con mi madre, en el ducado estaría seguro, luego lo pensé bien y Arthur dijo que aquí es más seguro.

-Le dijiste?

-No, él escucho a Dunkan, fuimos a saludarlo ellos estaban también en la capital.

-Aquí es seguro y si tú estás más tranquilo poniendo guardias, puedes hacerlo.

Eliana le toma la mano y lo reconforta, el la abraza fuertemente, no quiere soltarla.

-Los voy a proteger, no lo dudes.

-No dudaría de ti, tu eres el duque Carter.

-Bueno voy a terminar lo que estaba haciendo.

-Espera... Yo te extrañé...

-Heee!

Bruno vuelve a abrazarla, pero está vez pone su frente con la de ella.

-Yo también te extrañé porque me he acostumbrado a estar aquí contigo, con nuestro hijo.

Eliana solo está nerviosa, pero al verde frente a él con su frente en la suya, al hablar siente su aliento sobre ella, esos ojos rojos que hacen que ella sienta que su corazón se le quiera salir del cuerpo.

-Dime que también lo deseas y lo haré.

-Como?

-Sabes a lo que me refiero, yo...

Pero Eliana fue quien lo tomo del rostro y lo beso, un beso tierno, torpe, pero poco a poco ambos combinaron sus labios en un beso apasionado, los dos deseaban ese beso, sobre todo Bruno que desde que la vio quería hacerlo, pero forzarla solo haría que ella se alejara, ahora sabe que si ambos ponen de su parte en un futuro podrán estar juntos.